El Mundo
Haití vive el horror del siglo
SOLO DESOLACIÓN Y MUERTE
Miles de personas deambulan por las calles de Gonaives, madres que han perdido hasta 11 hijos en el lodo y avalanchas humanas por alimentos. Se estiman unos 2.000 muertos. La población de Gonaives, al oeste de Haití, espera angustiada la llegada de ayuda en medio del caos generado por las inundaciones que dejó la tormenta tropical “Jeanne” y entre disparos que presagian brotes de violencia. En los apenas 170 kilómetros que hay desde Puerto Príncipe a Gonaives, los automóviles tardan cinco horas por carretera, pero no se ve en ella tráfico de vehículos con ayuda humanitaria.
(EFE)- En Gonaives, el personal de la Cruz Roja Internacional, Médicos Sin Fronteras y Caritas se afana por intentar llevar los pocos recursos disponibles a los más de 100.000 habitantes de la ciudad, la mayoría de los cuales son damnificados y donde las inundaciones han dejado más de 700 muertos y un millar de desaparecidos. Al menos 1.150 personas murieron en Haití y más de un millar están desaparecidas tras el azote de “Jeanne” el pasado domingo, según las autoridades haitianas. Las agencias internacionales de asistencia humanitaria calculan que el número final de muertos podría superar los 2.000. De acuerdo a la Cruz Roja Internacional, el jueves sólo se han podido enviar unas 70 toneladas de alimentos, lo cual es insuficiente ante las necesidades de la población. A la entrada de Gonaives, la localidad de Saint-Hiber ha quedado parcialmente anegada por las aguas, y apenas se divisa algo de vegetación y letreros de la población emergiendo de entre el barro. El acceso a Gonaives por tierra es complicado, ya que hay que atravesar una zona inundada donde el nivel del agua llega casi a los tejados de algunas casas, lo que dificulta y ralentiza el transporte por tierra de la ayuda humanitaria. Todo está lleno de lodo y el ambiente huele mal, lo que obliga al personal asistencial y a los periodistas a usar mascarillas, pero los damnificados no las llevan. Numerosas personas lavan sus ropas, llenas de lodo, en el agua de la calle, sucia y maloliente. Mucha gente está encaramada en los tejados de sus precarias casas, acompañados de sus colchones, sillas y enseres. Otros, la mayoría, lo han perdido todo. La desesperación principal de la población es conseguir agua potable. Los privilegiados que disponen de ella, se aferran a las bolsas y botellas de agua con todas sus fuerzas, sudorosos, en medio de un calor infernal. Cuando las organizaciones asistenciales distribuyen comida, muchas personas pierden la paciencia, sacan a relucir sus armas de fuego y disparan al aire para imponer por la fuerza su prioridad en el reparto. Los disparos se dejan oír en diversos puntos de la ciudad, especialmente durante la oscuridad de la noche, propiciada por la falta de fluido eléctrico, mientras apenas se ven tropas argentinas de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), que custodian Gonaives. Los cadáveres son llevados en camiones envueltos en bolsas a fosas comunes, donde son enterrados para evitar que su descomposición a la intemperie provoque epidemias. Las excavadoras, mientras tanto, remueven incansablemente los escombros y el fango en busca de más cadáveres. “No hay agua, no hay comida. Lo perdí todo”, dijo a EFE Gerald Pierre, una mujer que limpia un cuchillo con el agua sucia que le cubre hasta los tobillos, en la puerta de su casa. Vecinos de Gonaives se quejaban públicamente de que no han recibido todavía ayuda y de que la desesperación ha propiciado situaciones de agresividad entre los habitantes de la ciudad durante el reparto de comida. Haití, cuya territorio desforestado es especialmente vulnerable a este tipo de fenómenos meteorológicos, sufrió en mayo pasado unas lluvias torrenciales que causaron la muerte de unas 3.000 personas en su frontera sudeste con República Dominicana. Todo el noroeste del país, el más pobre de América, ha sido declarado “zona de desastre” y la comunidad internacional se ha movilizado para canalizar ayuda económica y recursos de todo tipo que aún no pueden llegar con la urgencia que la necesidad demanda.
El compositor mexicano, Armando Manzanero, murió la madrugada de este lunes a los 85 años, víctima de un paro cardíaco y luego de sufrir complicaciones por COVID-19.
“Yo tengo que lamentar mucho, porque me están informando del fallecimiento de don Armando Manzanero”, declaró este lunes, en su habitual conferencia matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
“Lamento mucho su fallecimiento. Además un gran compositor… Le enviamos a sus familiares, amigos, a los artistas, a todos los cantautores nuestro pésame, nuestro abrazo, por esta pérdida tan lamentable para el mundo artístico y para México”. En ese momento el presidente dijo que ya no quería seguir con su rueda de prensa diaria de este lunes, misma que finalizó con “Adoro”, un tema de Armando Manzanero.
Ricardo Montaner, cantautor argentino naturalizado venezolano, también confirmó esta noticia en su cuenta de Twitter, al dedicarle a su colega y gran amigo el tema que grabaron juntos llamado “Te extraño”.
La lamentable noticia también fue confirmada por la periodista mexicana de espectáculos Pati Chapoy. “Con dolor en mi corazón les informo que falleció Armando Manzanero”.
Además, diversos medios nacionales mexicanos y de otros países latinos señalaron que fue la manager del compositor, Laura Blum, quien confirmó el deceso.
El cantante enfermó después de inaugurar su museo en Mérida, Yucatán, y su salud se deterioró en cuestión de días y siempre fue considerado como un paciente de riesgo por su edad y la diabetes que padeció por varios años.
Siguiendo el protocolo, el cantautor se resguardó en su casa donde le dieron todos los cuidados necesarios como un concentrador de oxígeno propio.
Fuente: infobae.com
El Mundo
Putin no se aplicó la Sputnik V porque no es recomendable para mayores de 60 años
VACUNA RUSA
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, prometió que se vacunará “sin falta, apenas sea posible”, contra la covid-19, en su tradicional rueda de prensa anual, que este año se celebra de manera telemática debido a la pandemia del coronavirus.
“Yo atiendo a las recomendaciones de nuestros especialistas y por eso por ahora no me he puesto la vacuna, pero lo haré sin falta cuando sea posible”, dijo el jefe del Kremlin al contestar a una pregunta sobre si había vacunado.
Explicó que la vacuna que se emplea en la campaña de vacunación el país, la Sputnik-V, está aprobada para un determinado grupo de edad, de 18 a 60 años: “A la gente como yo la vacuna todavía no llega”, dijo Putin, que el 7 octubre pasado cumplió 68 años.
Según declaraciones que reproduce Bloomberg, algunos insumos necesarios para fabricar la vacuna escasean, por lo que la producción se encuentra también demorada.
Indicó que la pandemia de covid-19 ha causado un “mar de problemas”, que Rusia -subrayó- “ha afrontado con dignidad”. “En parte, quizás, mejor que en otros países que con razón están orgullosos de su economía y del desarrollo de sus servicios sociales y sistemas sanitarios”, agregó el presidente ruso.
Destacó que “en el mundo no había ningún sistema sanitario preparado” para hacer frente a la pandemia del nuevo coronavirus y que el sistema ruso “resulto más eficaz en comparación con los de otros países”.
Además indicó que si al comienzo de la pandemia contra el coronavirus luchaban 8.300 médicos, actualmente son 150.000 gracias a los programas de perfeccionamiento y a la readecuación de los hospitales para tratar a los pacientes con covid-19.
En este sentido, destacó la capacidad de Rusia para “movilizar recursos rápidamente”. A día de hoy en Rusia han muerto 49.151 personas de covid-19 y el país, con un total de más de 2,7 millones positivos por coronavirus, ocupa el cuarto lugar en el mundo por número de contagios detrás de Estados Unidos, la India y Brasil.
Fuente: infobae.com
Se produjo una caída generalizada de varios servicios de Google, y desde el navegador por ejemplo es imposible para los usuarios acceder a servicios como Gmail o YouTube, que dan como respuesta un error 500.
La incidencia afecta aparentemente a usuarios de todo el mundo tanto en ordenadores de sobremesa y portátiles como en móviles. No es posible acceder a servicios como Gmail, Calendar, Docs o YouTube, aunque otros como Translate o Maps parecen seguir funcionando.
Servicios como DownDetector que permiten comprobar el estado de diversos servicios en internet gracias a los informes que envían y comparten los usuarios muestra problemas en servicios como Gmail, aunque de momento la mayoría de problemas parecen registrarse en Europa, con algunas zonas en Japón, India y la costa este de Estados Unidos también mostrando incidencias.