El Partido de los Trabajadores, del presidente Lula da Silva, sufrió un serio revés en la segunda vuelta de las elecciones municipales, al perder las alcaldías de sus principales baluartes.

(EFE) La alcaldesa de Sao Paulo, Marta Suplicy, correligionaria y amiga del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, vio truncada su reelección. Tenía el 43 por ciento de los votos contra el 56 por ciento del socialdemócrata José Serra con el 61 por ciento del escrutinio oficial finalizado, lo que confirmaba la tendencia de todas las encuestas a boca de urna y los analistas daban como definitivo. Serra, de 62 años y del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), perdió ante Lula en las presidenciales de 2002, pero en la disputa con Suplicy por la Alcaldía de Sao Paulo siempre lideró las preferencias. Sao Paulo es el mayor colegio electoral del país, con 7,7 millones de electores, y los analistas políticos la consideran como una vitrina importante con vista a las presidenciales de 2006, razón por la cual la campaña estuvo marcada por una fuerte polarización entre el partido de gobierno y la oposición. Durante la campaña el PT acusó a Serra de ser corresponsable de los problemas del país por haber sido ministro de Planificación y de Salud en la gestión del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002). El PT también fue derrotado en Porto Alegre, capital del estado de Río Grande do Sul, y su principal bastión en el sur del país, que gobierna desde 1988. El opositor José Fogaza, del Partido Popular Socialista (PPS), confirmó en las urnas confirmó su favoritismo y con el 93 por ciento escrutado vencía con el 53 por ciento de los votos al aspirante del PT, Raúl Pont, que obtenía el 46 por ciento. Según los analistas, el desalojo del PT en Porto Alegre, ciudad que convirtió en “meca” de la izquierda con el Foro Social Mundial, se debe al desgaste sufrido por esa fuerza tras 16 años de gestión municipal. La derrota en dos ciudades emblemáticas supone un duro golpe para el partido de gobierno y empaña el crecimiento mostrado por esa fuerza en la primera vuelta de las municipales, celebrada el pasado día 3 de octubre. El PT, que en las elecciones municipales del año 2000 obtuvo 187 alcaldías, amplió ese número a 402 en las de comienzos de este mes y hoy disputó 23 de los 43 municipios en juego. La segunda vuelta fue convocada en las ciudades con más de 200.000 electores en las que ningún candidato superó el 50 por ciento de los votos en la primera ronda. Además de las derrotas en Sao Paulo y Porto Alegre, el partido de Lula también perdió la alcaldía de Curitiba, capital de Paraná, y segunda ciudad en importancia de la región meridional del país. El resultado de la elección en Curitiba tuvo un doble sabor amargo para el PT, pues el ganador fue Alberto Richa, del PSDB, con el 55 por ciento de los votos, contra el 45 por ciento del socialista Angelo Vanhoni, según el escrutinio oficial. El PSDB también ganó la Alcaldía de Florianópolis, capital del sureño estado de Santa Catarina, donde su candidato, Darío Berger, recibió el 58 por ciento de los votos contra el 42 por ciento de Francisco “Chico” Assis, del Partido Popular (PP). En una jornada electoral que resultó dramática para el PT, su resultado más importante fue en Fortaleza, capital de Ceará, en el noreste del país, donde paradójicamente esa fuerza abandonó a su candidata, Luizianne Lins, en la primera vuelta y sólo la apoyó en la recta final. Lins ganó la alcaldía con el 56 por ciento de los votos contra el 44 por ciento de Moroni Torgan, del Partido Frente Liberal. EL PT derrotó al PSDB en Vitoria, capital de Espíritu Santo (sudeste), con Joao Coser, que obtuvo el 58 por ciento de los sufragios contra el 42 por ciento de César Colnago. Perdió en cambio en Goiánia, capital de Goiás (centro), donde Iris Rezende, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), se impuso con el 56 por ciento de los votos sobre el actual alcalde, Pedro Wilson, que sacó el 44 por ciento. Un triunfo que entrará para la historia política de Brasil fue el de Joao Henrique Carneiro, del Partido Democrático Laborista, que fue elegido alcalde de Salvador, capital de Bahía (noreste), donde puso fin a una hegemonía de cuatro décadas del caudillo Antonio Carlos Magalhaes. Según datos oficiales parciales, Carneiro obtuvo el 75 por ciento de los votos contra el 22 por ciento de César Borges, del Partido Frente Liberal (PFL), que tiene en Magalhaes a uno de sus principales líderes nacionales.