El jefe de los ex militares sublevados en el sureste del Perú, mayor retirado Antauro Humala, anunció hoy que entregarán las armas mañana al mediodía en un acto ante la población. Humala confirmó esa decisión en un acto con sus seguidores en la ciudad de Andahuaylas, a unos 830 kilómetros de la capital del país, cuya comisaría policial fue ocupada ayer por los sublevados.

El ex mayor precisó que la entrega debe hacerse en medio de las garantías indispensable para la seguridad de sus seguidores, miembros del llamado Movimiento Etnocaceristas, integrado por reservistas de las fuerzas armadas. El anunció fue hecho por Humala en un discurso transmitido fragmentadamente y en vivo por la emisora radial RPP Noticias. Humala dijo que los miembros de su grupo permanecerán esta noche en vigilia en la zona de Andahuaylas que mantienen bajo control y exhortó a las fuerzas del gobierno que los mantienen cercados a no abrir fuego contra ellos. Minutos antes, el presidente del Consejo de Ministros, Carlos Ferrero, conminó a los alzados a entregar las armas y liberar a los agentes policiales que mantienen como rehenes. Ferrero reveló que un fuerte contingente policial y del ejército se encuentra ya en Andahuaylas para restablecer el orden. El jefe de la policía, general Felix Murazzo, informó también encontrarse en la plaza de armas de la ciudad al frente de las acciones, pero se desconoce si ya está al tanto de la decisión de Humala. El sacerdote José Domingo Paniza, quien se ofreció como mediador en el conflicto, dijo que pudo visitar a los policías que son mantenidos como prisioneros, de quienes aseguró se encuentran en buen estado de salud. El religioso sostuvo también una reunión a las 18:20 horas (23:20 horas) con el mayor Humala, pero aún se desconoce lo tratado. Acepto deponer las armas y poner fin a la actitud de rebeldía siempre y cuando el gobierno disponga que la policía y el ejército que nos tienen rodeados se abstengan de atacarnos, dijo poco antes el ex militar a la emisora CPN Radio. AL MENOS 5 POLICÍAS MUERTOS AL INTENTAR RECUPERAR COMISARÍA Al menos cinco policías murieron hoy al intentar recuperar la comisaría en Andahuaylas, en la zona andina peruana, tomada por los seguidores del mayor retirado Antauro Humala, quien encabeza un movimiento nacionalista que exige la renuncia del presidente Alejandro Toledo. Los combates tuvieron lugar a las 6 de la mañana hora local (8 de la Argentina) en un puente y una avenida cercanos al cuartel tomado por los insurgentes en la provincia de Apurímac, informó la cadena de radio peruana CPN. Un numeroso grupo policial intentó sin éxito retomar el control de las seis manzanas, donde los rebeldes están atrincherados, pero fueron rechazados por un nutrido fuego disparado desde los techos de las casas alrededor del cuartel policial de Andahuaylas, 500 kilómetros al sureste de Lima. El líder de los rebeldes, el militar retirado Antauro Humala, ignoró hoy el ultimátum del gobierno para deponer las armas y liberar a los 10 agentes mantenidos como rehenes en el cuartel de la Policía Nacional de Andahuaylas desde que la capturó ayer. Tras los combates, Humala lamentó la muerte de los policías y negó que su alzamiento tenga una ideología comunista o que esté vinculado al narcotráfico. “Esa es una patraña y una acusación del gobierno que me da risa”, declaró el militar que lidera a unos 350 reservistas que mantienen controlada gran parte de la ciudad. Asimismo, Humala rechazó la idea de que su ideario sea de ultraderecha, versión que cobró cierto asidero cuando la prensa peruana difundió una antigua foto suya con un emblema similar al que usaban las tropas de asalto de Adolfo Hitler. “Este es un gobierno corrupto, donde el Congreso y las fuerzas Armadas están igualmente involucradas con actos ilegales”, dijo el mayor en relación a la gestión de Toledo. “Toledo representa a un gobierno corrupto y aquí no hay más que obligarlo a dejar el poder. Si Toledo renuncia yo me entrego a la justicia”, enfatizó el militar alzado. Consultado por los medios, Humala prefirió autodefinirse como “nacionalista” y destacó que su movimiento busca moralizar a Perú. Sin embargo, la personalidad de este militar despierta diversas interpretaciones desde las que lo consideran un revolucionario al estilo del presidente venezolano Hugo Chávez, los que lo califican de caudillo oportunista y violento y hasta los que lo sindican como un brazo del narcotráfico. Humala, de 40 años, se hizo popular en octubre de 2000 cuando junto a su hermano, Ollanta, lideró un movimiento contra el entonces presidente Alberto Fujimori, que se autodenominó “etnocacerista” como tributo a Andrés Avelino Cáceres, un militar que peleó en la Guerra del Pacífico contra Chile, en 1879. En su amplia ideología, los hermanos Humala también reivindican al general Juan Velasco Alvarado, que derrocó al presidente Fernando Belaúnde Terry en 1968 encabezó un régimen nacionalista popular, y al legado cultural incaico. Otra aspecto de su doctirna es un fuerte repudio a lo que definen como “penetración chilena” en Perú y a la política de Estados Unidos, tanto en su faz económica como en la lucha contra las drogas. “A mí me interesa un pepino lo que piensan los estadounidenses sobre mis acciones”, expresó hoy Antauro Humala. Vestido con uniforme de fajina y portando dos pistolas automáticas, el mayor se jactó de su influencia entre los militares en actividad y desafió claramente a las autoridades peruanas al afirmar que “al gobierno de Toledo le va ir muy mal si intenta usar a la fuerza armada para doblegarnos”. Según señalan los analistas, los 350 reservistas que lo apoyan están fogueados en la prolongada lucha antiguerrilera y en la breve guerra de la Cordillera del Cóndor contra Ecuador, en 1995. En este marco, un general, que prefirió mantener su anonimato, le aconsejó al gobierno “no actuar de manera precipitada” en la represión de los rebeldes debido a su elevado grado de preparación. Por su parte, el Consejo de Ministros decidió hoy declarar el estado de emergencia en Apurímac por 30 días, informó el primer ministro peruano, Carlos Ferrero. Además, Ferrero afirmó que el gobierno de Toledo tiene los suficientes elementos policiales y militares para una “acción disuasiva de carácter definitivo”. En tanto, el embajador de Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Javier Borea Odría, calificó como muy graves los incidentes de Andahuaylas. “Es absolutamente irresponsable y grosero que se utilicen las armas que el Perú le da a la gente para que defienda a la Nación, para crear zozobra en un país que está convaleciente de una situación de violencia que tanto daño nos hizo”, dijo Borea Odría. “Es un tipo de pretende tirar la piedra y esconder la mano”, afirmó el diplomático en referencia a Humala. (*) Con información de Prensa Latina, bbc.com y diariohoy.net