Escenas infernales de muerte, daños y caos se desperdigaban el miércoles por la costa del Golfo en Estados Unidos, mientras las abrumadas autoridades intentaban rescatar a los vivos y contar los muertos entre la destrucción dejada por el poderoso huracán Katrina. Nueva Orleans estaba bajo el agua después de que fracasara un intento por frenar la filtración de un dique.

(Reuters) – En Mississippi, funcionarios confirmaron que al menos 100 personas murieron por la tormenta y agregaron que estaban casi seguros de que la cifra de víctimas se elevaría. “Son sólo estimaciones, pero el número podría duplicarse o triplicarse con respecto al que conocemos ahora,” dijo un director de defensa civil a un periódico local de Jackson, Mississippi. En tanto, el portavoz de la ciudad de Biloxi, en el mismo estado, Vincent Creel, explicó a Reuters que la cifra de fallecidos “será de cientos.” La senadora estadounidense Mary Landrieu informó a periodistas que escuchó que al menos entre 50 y 100 personas murieron en Nueva Orleans, donde cuerpos de rescate estaban tan ocupados rescatando personas de sus hogares inundados que tuvieron que dejar cadáveres flotando en las aguas. Los responsables de Louisiana dijeron que fueron rescatadas 3.000 personas, pero muchas más estaban esperando ser recogidas por botes que navegan por las calles anegadas o por helicópteros que volaban sobre sus cabezas. “Estoy viva, estoy viva,” gritaba una mujer mientras era transportada desde una casa casi hundida bajo las crecientes aguas. Katrina golpeó Louisiana el lunes con vientos de unos 224 kilómetros por hora, al igual que en las costas de la vecina Mississippi, Alabama y el oeste de Florida. EDIFICIOS BARRIDOS POR EL AGUA Una oleada de 10 metros barrió el 90 por ciento de los edificios a lo largo de la costa en Biloxi y Gulfport, en Mississippi, dejando una escena de destrucción que el gobernador de ese estado, Haley Barbour, dijo que era como “si se hubiera disparado un arma nuclear.” Al principio, parecía que la tormenta iba a golpear de costado a Nueva Orleans, pero las enfurecidas aguas del lago Pontchartrain provocaron agujeros en el sistema de diques que protegen la ciudad, que se extiende bajo el nivel del mar, y a partir de allí sus calles se fueron inundando lentamente. El alcalde, Ray Nagin, dijo que el 80 por ciento de la ciudad estaba cubierta por el agua, y que en algunas partes alcanzaba una profundidad de 6 metros. El Cuerpo de Ingenieros del ejército de Estados Unidos y trabajadores de los diques locales no lograron el martes contener el agua que caía desde una grieta de 60 metros ubicada cerca del centro de la ciudad con 1.360 kilogramos de bolsas de arena llevadas allí con un helicóptero. El ingeniero militar Al Naomi dijo que traerán más bolsas de arena el martes y que tal vez construyan un dique temporario alrededor de la grieta. Pero agregó el principal aliado en la lucha por salvar la ciudad parece ser la misma naturaleza. “El flujo de agua está mucho tranquilo debido a que el lago está disminuyendo su elevación,” dijo Naomi a Reuters. En 36 horas, el lago, que creció rápidamente por la tormenta, debe volver a niveles normales y el agua que ahora inunda Nueva Orleans debería empezar a escurrirse,” agregó. El ingeniero dijo que el histórico barrio francés, principal atracción de la industria turística de Nueva Orleans, debería tener una inundación menor debido a que está asentado un metro y medio por encima del nivel del mar. Las inundaciones dejaron la ciudad sin electricidad, contaminaron el agua potable y cortaron la mayoría de las carreteras de acceso en Nueva Orleans. Un millón de personas huyó antes de la llegada de Katrina, pero los que permanecieron se quedaron sin comida ni agua. Escenas de saqueos salvajes aparecieron por toda la ciudad cuando la gente invadía las tiendas para conseguir comida, aunque también se llevaban televisores, joyas, ropa y computadoras. En algunas zonas, ciudadanos armados tomaron las calles para tratar de restablecer el orden. En los lugares que todavía estaban secos, los dueños de las tiendas se sentaban enfrente de sus negocios, con armas en la mano. Uno puso un cartel que decía: “Tú saqueas, yo disparo.” Las autoridades estaban tan ocupadas en rescatar a las víctimas de las inundaciones que al principio dejaron que los saqueos siguieran, dijo Nagin. Pero agregó en CNN: “Estaba creciendo a algo un poco diferente y estamos controlándolo.” Y dijo que 3.500 soldados de la Guardia Nacional estaban siendo enviados a la ciudad. Un gran problema para las autoridades era decidir qué hacer con la creciente cantidad de evacuados que quedaron sin hogar. Los funcionarios dijeron que entre 20.000 y 30.000 personas estaban refugiadas en un estadio de fútbol americano gigante y que la gente se estaba poniendo impaciente porque no tenía electricidad ni aire acondicionado, mientras crecían las pilas de basura y el lugar quedaba en condiciones insalubres. Antes de golpear la costa del Golfo de México, Katrina entró en Florida y mató a siete personas. Además, dejó sin electricidad a unos 2,3 millones de clientes, o unas 5 millones de personas, en Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida, según las compañías prestadoras del servicio. El huracán obligó a la interrupción de la producción de gas y petróleo del Golfo de México, donde se genera el 20 por ciento del bombeo energético de Estados Unidos.