Las salidas más factibles son la “gran coalición” entre los dos principales partidos y una alianza entre socialdemócratas, ecopacifistas y liberales. Tanto la CDU/CSU como el SPD experimentan un retroceso importante con respecto a las elecciones de 2002.

(ELMUNDO.ES) Los conservadores de la Unión Socialcristiana (CDU-CSU), liderados por Angela Merkel, han obtenido un 35,2% de los votos en las elecciones legislativas anticipadas alemanas, con sólo tres escaños y menos de un punto de ventaja sobre los socialdemócratas (SPD) del canciller Gerhard Schröder (34,3%). La enorme igualdad en el nuevo Parlamento deja por resolver aún la incógnita sobre quién y cómo gobernará el país. De acuerdo con los datos oficiales, aún provisionales, el Partido Liberal (FDP) de Guido Westerwelle se presenta como ganador moral de los comicios, al haber logrado un 9,8%, mejorando así en 2,4 puntos sus resultados de hace tres años. El otro vencedor de la jornada es el nuevo Partido de la Izquierda PDS de Oskar Lafontaine, formado por disidentes socialdemócratas y poscomunistas, que ha llegado hasta el 8,7%. Por su parte, Los Verdes de Joschka Fischer, el socio ecopacifista del Ejecutivo actual, han obtenido el 8,1%, medio punto menos que en 2002. La participación se situó en el 77,7%, casi un punto y medio menos que el 79,2% registrado en los comicios de 2002. Estos resultados confirman a la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), como fuerza más votada en las elecciones legislativas anticipadas, aunque no podrá formar gobierno con el FDP, como era su propósito. Esta mínima ventaja de Merkel sobre Schröder se traduce en sólo tres escaños de diferencia entre la CDU/CSU (225) y el SPD (222) en el Parlamento. La explicación está en el complejo sistema electoral alemán, que contempla el reparto de una serie de escaños complementarios o de repesca, en caso de que los puestos obtenidos por mandatos directos, correspondientes al primer voto, superen a los porcentuales, que provienen del segundo voto. El resto de escaños se reparte entre el FDP (61), Los Verdes (51) y el Partido de la Izquierda PDS (54). Son necesarios 300 escaños para obtener mayoría absoluta. La correlación de fuerzas podrían acabar decidiéndola los 219.000 electores del distrito 160 de Dresde, donde la votación se aplazó hasta el 2 de octubre por la muerte repentina de una candidata ultraderechista al mandato directo. Allí se decidirán entre uno y tres escaños. Tanto la CDU/CSU como el SPD han experimentado un retroceso importante en comparación con las elecciones de 2002: 3,3 y 4,2 puntos menos, respectivamente. En el caso del SPD es el mayor descenso desde los años 50, pero supone una recuperación espectacular respecto a las posibilidades que los sondeos daban al partido al principio de la actual campaña. Mientras, para la CDU/CSU, que lideró todas las encuestas en esta corta pero intensa campaña electoral, el pobre resultado supone un batacazo para el partido y para su presidenta y candidata, Angela Merkel. De ahí las caras largas y la decepción que han cosechado estos datos en la sede del partido, según informa Silvia Román desde la capital alemana. En concreto, la CSU bávara ha caído a uno de sus niveles más bajos desde 1949, con una pérdida con respecto a 2002 de alrededor de 10 puntos. En su primera comparecencia después de que se hicieran públicas las encuestas a pie de urna, Merkel no se declaró explícitamente vencedora y reconoció que deseaba “un resultado mejor”. No obstante, señaló que los electores han desbancado a la coalición roji-verde que gobernaba hasta ahora y “eso es la buena noticia”. ENTRE LA “GRAN COALICIÓN”, “JAMAICA” Y EL “SEMÁFORO” A la vista de los resultados, ni la actual coalición de gobierno roji-verde ni la alternativa conservadora-liberal reúnen los escaños necesarios para tener mayoría. De ahí que los dos partidos hayan empezado a barajar otras alianzas, y tanto Merkel como Schröder han anunciado que contactarán de inmediato con todas las formaciones, salvo con el Partido de la Izquierda PDS. Pese a que el líder de los liberales ha rechazado cualquier participación en un gobierno que no sea una coalición con la CDU/CSU, su partido está incluido en dos de las alianzas que se barajan. Por un lado se habla de la coalición “Jamaica”, que incluiría a la CDU/CSU (negro), Los Verdes y al FDP (amarillo); por otro, la llamada “semáforo”, entre el SPD (rojo), Los Verdes y el FDP. También existe la opción de una “gran coalición” entre CDU/CSU y SPD, pero queda por definir quién sería el canciller en ese caso, pues tanto Merkel como Schröder reclaman el derecho a formar gobierno.