El incendio de un ómnibus en una de las principales autopistas de Houston a Dallas causaron al menos la muerte de veinte personas, informó hoy la cadena de televisión local “KTRK”.

El accidente del micro y posterior incendio agravó más el colapso de tráfico en la autopista interestatal 45 al sur de la ciudad de Dallas provocado por la evacuación de cerca de dos millones de personas por la llegada del huracán “Rita”. El autobús que transportaba evacuados en la congestionada autopista de Houston a Dallas se incendió por causas desconocidas. El autobús quedó envuelto en llamas, creando una fila de 27 kilómetros de largo en una autopista que ya estaba fuertemente congestionada con evacuados de la costa del golfo de México. El éxodo de más de un millón de tejanos horas antes de la llegada del huracán Rita causó enormes embotellamientos en las autopistas y, en medio de un calor infernal, está poniendo a prueba la paciencia de muchos. La escasez de combustible a lo largo de las principales rutas de escape, entre otros problemas, obligó anoche al alcalde de Houston, Bill White, a aconsejar a miles de residentes a que se queden en casa si no viven en zonas que con seguridad serán azotadas por Rita. Galveston, una ciudad petrolera en la costa de Texas, y que se encuentra tres metros por debajo del nivel del mar, quedó completamente destruida en 1900 cuando sufrió los efectos del peor huracán que se recuerda en la historia de Estados Unidos y que dejó un saldo de entre 6.000 y 12.000 muertos. Más de un siglo después, el 90 por ciento de los 57.000 residentes de Galveston ya han abandonado la ciudad, salvo algunos periodistas, la alcaldesa de la ciudad y miembros de su personal, que han encontrado refugio en los últimos pisos de un hotel local. Pero la cobertura mediática se ha centrado en el éxodo de los residentes de Houston, ciudad que por ironías del destino sirvió de refugio a miles de desplazados por el huracán Katrina a finales de agosto. Esa es la situación que encontrará el presidente George W. Bush cuando visite hoy la zona para constatar los planes de emergencia de las autoridades locales, estatales y federales. Bush ha prometido que todos se preparan para lo peor, en un intento por atajar las críticas por la lenta respuesta de su gobierno al devastador huracán Katrina. Desde principios de semana, las autoridades han ordenado evacuaciones obligatorias y voluntarias de las zonas propensas a inundaciones, pero eso ha desembocado a su vez en enormes congestiones del tráfico que serpentea con lentitud en las carreteras del estado. Si las ciudades de Houston y Galveston logran capear los efectos de Rita, tal como ahora predicen los expertos del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés), la huida de miles de personas se ha convertido en una verdadera pesadilla. Tomas aéreas de la carretera interestatal I-10, por ejemplo, mostraban anoche una cola interminable de vehículos, cuyos faros semejaban luciérnagas sin rumbo fijo. Por medio de un teléfono celular, una mujer que no quiso ser identificada pedía entre sollozos “sáquenme de aquí, quiero irme a casa!”, y su historia de desesperación no es la única. Con temperaturas que suben hasta 37 grados centígrados, la inminente llegada de Rita está colmando la paciencia de muchos, ya que distancias que normalmente se recorren en 15 minutos ahora toman casi 15 horas. Julie Anderson, que tardó 12 horas para recorrer apenas 72 kilómetros, dijo al diario “The Houston Chronicle” que duda de las declaraciones de las autoridades, por más que prometan que están preparadas para lo peor, tras la tardía respuesta por Katrina. “Dicen que hemos aprendido mucho del huracán Katrina, Pues a mí no me lo han demostrado”, dijo. No obstante, la falta de previsión y los errores cometidos han hecho que las autoridades ahora no escatimen esfuerzos por evacuar a los residentes en centenares de autobuses escolares. Conscientes del enorme daño que podría causar a la economía nacional, las autoridades también han puesto en marcha medidas para proteger la infraestructura del área, en particular la industria petrolera. Cientos de trabajadores que se encontraban en las plataformas petrolíferas del Golfo de México han sido evacuados y las refinerías en Texas han establecido todos los sistemas de seguridad para hacer frente a los efectos destructivos de Rita. Se calcula que el 25 por ciento del total de la producción nacional de petróleo sale de los plataformas de la Costa del Golfo de México y los pozos que hay en Texas. La tragedia vivida hace apenas tres semanas y media con el huracán Katrina, que dejó casi completamente inundada a la ciudad de Nueva Orleans y hasta ahora unos 1.066 muertos, ha generado una psicosis de pánico entre los residentes de la costa tejana del Golfo de México y el éxodo masivo ha superado todas las previsiones de las autoridades. El gobernador de Texas, el republicano Ricky Perry, ha prometido movilizar a unos mil agentes en las rutas de evacuación para que sea lo más rápida posible, porque Rita no espera. Perry pidió ayer a Bush que haga disponibles 10.000 soldados del Ejército estadounidense, mientras que su colega de Luisiana, la gobernadora Kathleen Blanco, solicitó un aumentó en hasta 15.000 efectivos de los militares ya desplegados en su estado.