El huracán Wilma azotó el lunes al estado de Florida, inundando la popular isla turística de Cayo Hueso y afectando al área densamente poblada de Fort Lauderdale en Miami y provocando la muerte de 17 personas en el Caribe.

(Reuters) – Wilma golpeó a Florida con una sorprendentemente fuerte categoría 3 de huracanes, tras alimentarse por varios días sobre las cálidas aguas del Golfo de México. Luego se degradó a categoría 2 al pasar a lo largo del estado por casi cuatro horas, pero de todas maneras arrasó con fuerza. Un hombre murió al caerle un árbol encima en el suburbio de Coral Springs en Fort Lauderdale, dijeron oficiales locales. La tormenta cortó el suministro eléctrico a más de tres millones de personas, al azotar las playas a lo largo de la costa. Wilma se debilitó después de provocar daños en Cancún y Cozumel donde los vientos y las lluvias destruyeron viviendas y deterioraron hoteles de lujo, pero cobró fuerza mientras se dirigía hacia Florida, con vientos máximos sostenidos de 125 millas por hora (200 kph). La velocidad de los vientos sostenidos de Wilma se redujo a 105 millas por hora (170 kph) al cruzar el estado de Florida. Aunque el centro de Wilma se desplazó hacia el norte de Cayo Hueso, una poderosa marejada, que en algunos lugares se esperaba con olas de 5,5 metros, inundó la mayoría de los pueblos turísticos de la zona de los Cayos. “Hay una inundación masiva de punta a punta, de 3 a 5 pies (1 a 1,5 metros) de agua,” dijo el alcalde de Cayo Hueso, Morgan McPherson. Wilma azotó a Cuba en su zona este, paralizando a La Habana e inundando los vecindarios costeros. La octava tormenta que golpea a Florida en los últimos 15 meses, afectó al continente antes de llegar a la costa oeste cerca de la ciudad de Naples y se movió rápidamente desde Everglades hacia la poblada costa este, afectando a Miami, Fort Lauderdale y West Palm Beach. Las peores marejadas ocurrieron en un área no habitada, al sur de Naples. Las operaciones de búsqueda y rescate estaban enfocadas en la Isla Marco y en la ciudad de Everglades, dos pobladas áreas cerca del centro de Wilma, dijeron funcionarios estatales. La extendida tormenta, de alrededor de 400 millas, cubrió gran parte de la península de Florida. Algunos de sus vientos más fuertes azotaron Miami dejando a 1,2 millones de clientes, o 2,4 millones de personas, sin electricidad, según Power & Light de Florida, que también apagó tres reactores nucleares. Meteorólogos dijeron que Wilma, en un punto el huracán más fuerte en los registros del Atlántico, podría probar ser la tormenta más poderosa en Miami, desde que el ciclón Andrew causó en agosto de 1992 más de 25.000 millones de dólares en daños. “Va a ser la peor tormenta que nos golpeé en 50 años,” dijo Ken Jenne, comisario del condado de Browad, justo al norte de Fort Lauderdale. Fatigados tras tener que cumplir con evacuaciones por alerta de huracanes en tres oportunidades en la actual temporada, no más del 7,0 por ciento de los 80.000 residentes de los Cayos dejaron sus hogares de cara al paso de Wilma, según funcionarios. Mary Casanova, una residente de Cayo Hueso, eludió la tormenta en un hotel del centro, mientras que sus vecinos decidieron escapar en sus ligeras casas rodantes en las islas, que no están a más de cinco metros por sobre el nivel del mar. “Sólo estoy rezando que tengamos una casa rodante allá afuera,” dijo Casanova. A las 11.00 horas (1400 GMT), el centro de Wilma había comenzado a desplazarse hacia el Océano Atlántico frente a West Palm Beach y se dirigía al noreste a cerca de 25 millas por hora (40 kph). TORMENTAS SIN PRECEDENTES Wilma es el octavo huracán que golpea a Florida en los últimos 15 meses, un hecho de la furia de la naturaleza sin precedentes. La temporada de huracanes del Atlántico del 2005, que termina en noviembre, se transformó en la más activa desde que comenzaron los registros hace 150 años al formarse el sábado el vigésimo segundo ciclón tropical con nombre, Alpha. Wilma, con la presión barométrica más baja que jamás se ha observado, es una de las tres tormentas más intensas registradas en el Atlántico, junto a Katrina, que devastó en agosto a Nueva Orleans y dejó 1.200 muertos, al igual que Rita, que golpeó la costa de Texas y Louisiana pocas semanas después. En México, Wilma causó severos daños en Cancún y en la isla Cozumel frente a Yucatán. Varios de los 20.000 o más turistas en la zona de la “Rivera Maya” tenían escasez de comida y agua. La tormenta dejó siete muertos en México, bastante menos de los que se temían, y 10 en Haití, donde provocó deslizamientos de tierras. En Cuba, las ráfagas de vientos de 86 millas por hora (138 kph) azotaron La Habana, derribando postes de luz y quebrando ventanales. Las crecientes olas reventaban el lunes sobre el Malecón de La Habana, inundando vecindarios costeros y paralizando a la ciudad de dos millones de habitantes. Rescatistas usaron botes de remos y balsas para transportar a los residentes atrapados. “Nunca he visto que el mar llegue tan lejos, ni siquiera en la tormenta del siglo (en 1993) y todavía está aumentando,” dijo Edith Valdez, residente de 44 años del centro de La Habana. Las inundaciones más profundas se registraron cerca del Hotel Riviera, construido por el jefe de la mafia Meyer Lansky, antes de la revolución del presidente Fidel Castro en 1959. La capital cubana estaba sin suministro eléctrico.