Rusia cumplió este sábado su amenaza y empezó a cortar el suministro de gas natural a Ucrania en el nuevo año después de que Kiev rechazara definitivamente el nuevo precio del carburante ruso, que casi quintuplica el anterior.

(Terra Actualidad – EFE) El portavoz del consorcio estatal ruso de gas Gazprom, Serguéi Kupriyanov, informó de que la compañía nacional ucraniana Naftogas “ha rechazado oficialmente” la última oferta rusa, que proponía una moratoria de tres meses para los nuevos “precios de mercado”. Por tanto, anunció que Gazprom a partir de las 09:40 hora de Moscú (06.40 GMT) empezó a bajar la presión en el gasoducto que transporta el carburante destinado para Ucrania, reduciendo los suministros en unos 120 millones de metros cúbicos al día. Al tiempo, aseguró que Rusia sigue suministrando “en pleno volumen” el gas que pasa por territorio ucraniano con destino a los países de Europa, aunque acusó al Gobierno de Kiev de pretender “robar” parte de ese combustible. “Las autoridades ucranianas desde el principio pretendían provocar un conflicto, y tememos que ahora empiecen a extraer gas sin autorización, es decir, robarlo a los consumidores europeos”, indicó el portavoz ruso, pese a que Ucrania se ha comprometido cumplir el pleno volumen los suministros a Europa”Agregó que la negativa de Kiev de aceptar las condiciones rusas supone unas “consecuencias catastróficas para la economía y, lamentablemente, para el pueblo de Ucrania”. Los suministros a Ucrania se realizan por cinco gasoductos, tres de los cuales transportan gas a Europa occidental, y los dos restantes tienen como destinatario a la compañía ucraniana Naftogas. El suministro total es de unos 130.000 millones de metros cúbicos de gas anuales, de los cuales el 85 por ciento está destinado para Europa y el resto para Ucrania, que hasta ahora cobraba “en especie” el precio del tránsito a través de su territorio. Rusia había amenazado con cortar los suministros de gas a Ucrania a partir de este 1 de enero si Kiev no aceptaba pagar 230 dólares por mil metros cúbicos, tarifa que casi quintuplica la de este año, de 50 dólares, en una nueva política de “precios de mercado” para los países más díscolos de la comunidad pos-soviética. Las autoridades ucranianas han reconocido la necesidad de pasar a tarifas más acordes con las del mercado, pero pidieron un período de transición de dos o tres años para evitar el hundimiento de la industria nacional. Moscú, cuyas relaciones con Kiev se estropearon tras la “Revolución Naranja” en Ucrania de hace un año, había propuesto una moratoria de tres meses a los nuevos precios, es decir hasta las cruciales elecciones parlamentarias ucranianas del próximo 26 de marzo, pero el Gobierno de Kiev declinó la oferta. Ucrania denunció que el contrato firmado en agosto de 2004 por Gazprom con Naftogaz establece que los 50 dólares por cada mil metros cúbicos de gas son el precio fijo hasta 2009, a amenazó con recurrir al Tribunal Internacional de Arbitraje de Estocolmo. El dimisionario asesor económico de la presidencia rusa, Andréi Ilariónov, dio ayer la razón a Ucrania y se mostró pesimista sobre la solución del conflicto, al considerar que “éste no tiene nada que ver con la economía, ya que se trata de una política imperialista” por parte del Kremlin. A diferencia de Ucrania, para la vecina y obediente Bielorrusia Moscú en 2006 mantuvo el precio de 46,68 dólares por cada mil metros cúbicos, al igual que para la región separatista moldava de Cisdniéster, que acoge una base militar rusaEl presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, rechazó las demandas rusas al asegurar que suponen un “ultimátum” y una “provocación”, y declaró que “el pueblo de Ucrania, que hace un año derrotó la dictadura, debe ahora unirse para edificar un Estado económicamente independiente”. Ucrania se curó en salud, en caso de que Gazprom interrumpa el suministro, al firmar un contrato con Turkmenistán por el que este país del Caspio le suministrará la mitad del gas que necesita en 2006. Turkmenistán, uno de los máximos productores de gas del planeta, exportará el próximo año a Ucrania 40.000 millones de metros cúbicos de gas a razón de 50 dólares por cada mil metros cúbicos, aunque este precio podría aumentar al tener que pasar por territorio ruso. Pero Gazprom también contraatacó hoy en este frente al anunciar que se hace cargo de todo el gas turcomano destinado para Ucrania, es decir que, si el Gobierno de Kiev decide robar el gas europeo, Rusia descontaría el mismo volumen de carburante procedente de Turkmenistán. La Unión Europea al principio se abstuvo de intervenir en la guerra del gas ruso-ucraniana, pero convocó para el 4 de enero una reunión del grupo de coordinación del gas para analizar esta crisis, entre dudas sobre la fiabilidad como principal fuente de energía de Rusia, que asumió este primero de enero la presidencia del Grupo de los Ocho (G8) países más industrializados del mundo.