Después de participar en un rito para invocar la protección de sus ancestros y ser investido por autoridades indígenas, el presidente electo Evo Morales convocó este sábado a los bolivianos a buscar la unidad y respetar la diversidad, tras ratificar su compromiso de convocar a una Asamblea Constituyente.

Morales, el primer líder netamente aymara que jurará este domingo como presidente de Bolivia, participó una ceremonia ancestral, en la que indígenas locales y de trece países celebraron su triunfo, que calificaron como el inicio de un “camino de esperanza”. “Quiero pedirles hermanas y hermanos, unidad, unidad sobre todas las cosas”, afirmó Morales, en un mensaje dirigido a los bolivianos, a un día de convertirse en mandatario. “Estamos en tiempos de triunfos, estamos en tiempos de cambio, y por eso reclamo nuevamente, queremos unidad”, agregó hablando a “hermanos” indígenas y clases medias. Invitó igualmente a respetar “la diversidad” y lo “diferente que somos”, en lo que pareció una alusión a las diferencias de clases o regionales que pueden distanciar a los bolivianos. “Quiero decirles que yo, de esa gente, de esos profesionales intelectuales de la clase media me siento orgulloso como aymara, pero también les pido a los hermanos de la clase media, de la clase profesional, intelectual, empresarial, que (…) también deben sentirse orgullosos de estos pueblos indígenas originarios”, afirmó. Dijo, asimismo, que la fuerza del pueblo acabará con el modelo neoliberal, y consideró que se inicia “una nueva era, un nuevo milenio, para todos los pueblos del mundo”. Vestido con un manto o ‘unku’ sagrado, se dijo convencido de que “sólo con la fuerza del pueblo, con la unidad del pueblo”, se acabará “con el estado colonial y con el modelo neoliberal”. “Pero necesitamos el apoyo de todos ustedes, (…) un compromiso serio y responsable no con Evo Morales, sino con todos los bolivianos, con todos los latinoamericanos, que sintamos la fuerza del pueblo para doblar la mano al imperio”, afirmó. “Este compromiso, en el lugar sagrado Tiwanaku, este compromiso (es) para defender a los bolivianos, para defender al movimiento indígena originario, no solamente de Bolivia (sino también a) los pueblos indígenas de América”, afirmó en medio de los aplausos y el sonido agudo de los instrumentos nativos. Al referirse a su victoria en los comicios, el dirigente aymara consideró que se trata del “triunfo de todos los bolivianos”. “Es el triunfo de la democracia, es el triunfo como una expresión de una revolución democrática y cultural en Bolivia”, destacó. Solicitó, por otra parte, al nuevo Congreso que apruebe “hasta los días de febrero o marzo” una ley convocatoria para la Asamblea Constituyente. “Los pueblos indígenas originarios reclaman refundar Bolivia mediante la Asamblea Constituyente”, indicó Morales, quien consideró que se debe garantizar la elección de sus integrantes, el próximo 2 de julio, y su instalación, el 6 de agosto de este año, en Sucre, la capital constitucional de Bolivia. Su objetivo: “acabar con el estado colonial”. Su victoria fue calificada por varios sectores como un “signo” para la región o el inicio de un “camino de esperanza”. Tiwanaku, a 70 kilómetros de La Paz, recibió a unas 62 delegaciones nacionales y extranjeras, así como a cientos de periodistas que siguieron de cerca este acto, en las ruinas de la cultura Tiwanacota. El sonido de los instrumentos tradicionales inundó la pirámide de Akapana y el templo de Kalasasaya, donde Morales, recibió, simbólicamente, el poder espiritual de la cosmovisión andina. Morales asume su cargo este domingo, en La Paz, la sede de gobierno, en una ceremonia a la que asisten 11 mandatarios, el príncipe de Asturias Felipe de Borbón y el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Thomas Shannon. Un día después en Sucre, el entonces jefe de Estado posesionará a los primeros nueve prefectos (gobernadores) del país elegidos mediante voto directo. El mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, dijo que Evo Morales fue “enviado por Dios” a través del pueblo, en alusión a la victoria del líder indigenista en las urnas. “Después de 500 años (…) ha llegado Evo enviado por Dios, enviado por Dios, no tengo duda, por Dios a través del pueblo, porque el pueblo es la voz de Dios”, declaró a su arribo al aeropuerto de la ciudad El Alto, cerca de La Paz. El jerarca aymara Felipe Quispe abrió ayer la posibilidad de colaborar en el futuro gobierno del indígena Evo Morales con quien mantiene una fuerte rivalidad por el control del movimiento social boliviano. “Habrá que analizar (con las bases de su partido) y finalmente ayudar al hermano”, apuntó. UN PAÍS CON 37 ETNIAS Treinta y siete grupos étnicos originarios con sus respectivas lenguas y culturas habitan Bolivia, país que por primera vez en su historia será gobernado por un indígena, Evo Morales, que hoy asumirá las riendas de la nación andina. Las principales y más pobladas etnias son aymaras, quechuas, guaraníes y tupiguaraníes, que desde 1982, cuando se restauró la democracia boliviana, han tenido lenta y progresivamente representación política en el Congreso. Aymaras y quechuas son los grupos originarios más numerosos con 32 y 18 por ciento de la población boliviana de 9.3 millones de habitantes. Evo Morales, que se convertirá hoy en el primer indio en asumir la Presidencia de Bolivia, es de origen aymara. La mayor parte de los aymaras vive en condiciones de pobreza extrema y en algunos lugares remotos de los Andes bolivianos, en estado de indigencia. Los quechuas que habitan el centro subandino y el suroeste andino del país son la segunda etnia más importante. Empujado por la pobreza, Morales migró del árido altiplano recurrentemente atacado por heladas y sequías a los valles del centro del país, donde afirmó el liderazgo de los cultivadores de coca. De esa zona, donde se cultiva hoja de coca, proviene su fuerza política. En las elecciones del 18 de diciembre último, Morales también fue apuntalado por el voto de otros grupos étnicos, con asiento en la Amazonia boliviana. Se trata de indios cambas, matacos, ayoreos y tobas en cuyas jurisdicción territorial el indio aymara ganó incontrastablemente. También fue beneficiado por los sufragios de indígenas chaqueños, en los contrafuertes de la cordillera de los Andes, cerca del límite con Argentina y Paraguay. Los indios y campesinos conforman 53 por ciento de la población boliviana. El otro resto es de origen español y mestizo, según datos oficiales.