De los 16 ministros, 14 son aborígenes. Las carteras de Interior, Justicia, Salud y Desarrollo Económico quedaron en manos de mujeres. Una de ellas es una ex empleada doméstica y reconocida defensora de los derechos laborales.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, puso en funciones hoy a un gabinete de mayoría indígena compuesto por 16 ministros, cuatro de los cuales son mujeres. Es la primera vez en más de 180 años de historia boliviana que los ministros de origen indígena son más que los mestizos y blancos en este gabinete designado por Morales, quien llegó a la presidencia como líder de las mayorías aborígenes nacionales. Los únicos dos ministros no indígenas son el empresario Salvador Ruiz Riera (Obras Públicas), y el sociólogo Juan Ramón Quintana, (Presidencia) que durante la campaña electoral fue uno de los principales asesores políticos de Morales. Una de las mujeres elegidas para acompañar al nuevo presidente es la ex senadora y antropóloga Alicia Muñoz Alá que estará al frente del ministerio del Interior, un cargo que por primera vez en la historia boliviana no es ocupado por un hombre. Alicia Muñoz será la cabeza del área de seguridad del gobierno y la Policía dependerá de su mando, incluidos los servicios de Inteligencia y la estratégica área gubernamental de lucha contra la droga. Otras de las mujeres de Evo son la médica Nila Heredia, nueva titular de la cartera de Salud y Deportes; Celinda Sosa, ministra de Desarrollo Económico; y a cargo del Ministerio de Justicia, Casimira Rodríguez, una ex empleada doméstica que llegó a convertirse en secretaria general de la Federación Nacional de Trabajadoras del Hogar de Bolivia y logró que el Parlamento aprobara una ley que protegiera los derechos de estas mujeres. El nuevo canciller boliviano es también un aymara como Morales. David Choquehuanca, el primer indígena en ocupar la cartera de Relaciones Exteriores, no tiene trayectoria diplomática, pero es muy cercano a Evo y habla varios idiomas. Morales designó al frente del nuevo Ministerio de Aguas a Abel Mamani, máximo dirigente de la Federación de Juntas Vecinales del empobrecido departamento de El Alto, donde desde 2004 se realizan protestas para expulsar a la empresa prestadora del servicio Aguas del Illimani, filial del grupo francés Suez. Mamani fue quien encabezó los bloqueos de ruta que en junio pasado dejaron a La Paz sin alimentos y combustibles, y precipitó la renuncia del presidente Carlos Mesa. El sindicalista minero Walter Villarroel, quien juró con su casco de minero, estará a cargo del Ministerio de Minería y Metalurgia. En el Ministerio de Desarrollo Sostenible, cabeza del sector económico, quedó el economista de izquierda Carlos Villegas, un profesional mestizo de clase media, principal autor del plan de gobierno de Morales. El abogado Walker San Miguel, profesional mestizo oriundo de La Paz y de clase media, es el ministro de Defensa. Otra novedad es la designación de Félix Patzi, un profesor de lengua aymara, como ministro de Educación y Cultura. El profesor universitario y economista Luis Alberto Arce quedó a cargo de Hacienda y Santiago Gálvez, de Trabajo. Ninguno de los dos es conocido en el ambiente político. La estratégica cartera de Hidrocarburos fue confiada al abogado y periodista Andrés Soliz Rada, un luchador de izquierda que apoya la nacionalización de los recursos naturales y quien llevará adelante la sensible relación con las petroleras. Morales ha dicho que nacionalizará los hidrocarburos, pero que eso no significa “ni confiscar, ni expulsar” a las compañías privadas, sino “recuperar la propiedad de los recursos naturales”, algo ya consagrado en la Constitución y las leyes bolivianas. De los 16 titulares, sólo dos son del departamento de Santa Cruz, el motor económico de Bolivia, donde Morales obtuvo menos votos en las elecciones que ganó abrumadoramente a nivel nacional ante el ex presidente conservador Jorge Quiroga (2001-2002). Los Ministros cruceños son Ruiz Riera, (Obras Públicas), y el sindicalista del Movimiento al Socialismo (MAS), Hugo Salvatierra (Asuntos Indígenas), quien perdió el 18 de diciembre las elecciones para gobernador de Santa Cruz. A todos ellos, Morales les exigió, durante la ceremonia en la que juraron sus cargos en La Paz, “acabar con la corrupción”, con “el modelo neoliberal” y “servir al pueblo”. Así como “dignificar la política” y trabajar para “cambiar Bolivia”. Durante la jura, el presidente boliviano pidió a su gabinete “cero burocracia”, al comentar que él nunca quiso entrar en política “porque (a los políticos) se les ve como ladrones, maleantes y farsantes”. “A partir de este momento empezamos a trabajar, se acabó la fiesta, se acabó la luna de miel, ahora el trabajo es para cambiar Bolivia”, concluyó el presidente. (Clarín)