Otro barco cargado con soja argentina fue demorado por la justicia española en el puerto de Cartagena, por una demanda de la empresa Monsanto que pretende cobrar un canon por las semillas transgénicas mientras se prolonga el debate entre productores y semilleros para acordar un régimen de regalías.

El barco demorado en el puerto español de la provincia de Murcia fue despachado por la exportadora Toeffler y está cargado con 17.500 toneladas de harina elaborada con soja transgénica sobre la cual la empresa Monsanto pretende cobrar regalías aunque no tenga la patente del producto registrada en el país. “Esta es la única solución que se puede conseguir por ahora”, dijo Federico Ovejero, vocero de la filial local de Monsanto. “No tenemos alternativa. Seguimos insistiendo en buscar una solución y la forma para tener un reconocimiento de esta tecnología”, agregó a la agencia Reuters. La semana pasada la multinacional detuvo una embarcación con harina de soja argentina en Liverpool, Inglaterra, y previamente había hecho detener dos cargamentos en Santander y Bilbao. Y en junio del año pasado demandó a importadores de ese producto en Dinamarca y Holanda. La polémica por las regalías lleva ya tres años de discusión. La compañía pretende que le reconozcan sus derechos sobre la patente de la soja Roundup Ready, que es resistente a la acción de su herbicida glifosato y es la más sembrada en el país. Monsanto pretende acotar el llamado “uso propio” (la resiembra de semillas), que supuestamente alimenta el mercado negro, o bien cobrar regalías sobre los granos. Para el Gobierno argentino y los productores, la intención de cobrar las regalías a la cosecha en lugar de en el momento de comprar las semillas, es inviable y además argumentan que Monsanto nunca patentó la tecnología RR en el país. DEBATE EN LA BOLSA El tema fue debatido durante una reunión realizada este lunes en la sede de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires como parte de una serie de encuentros que se vienen concertando desde diciembre de 2005 entre dirigentes del agro, semilleros, obtentores, exportadores y corredores de granos. Los asistentes proyectaban acordar un documento “con propuestas mínimas” para presentar como “base de negociación” al secretario Campos pero “la continuidad de los desacuerdos” impidió la firma de una declaración conjunta. Las discrepancias giraron en torno a la posibilidad de limitar el “uso propio y gratuito” de las semillas que es un derecho consuetudinario consagrado para todos los agricultores por una ley nacional. En tanto los semilleros proponen fórmulas para restringir la práctica del derecho a los pequeños productores que trabajen determinadas superficies o cosechen hasta 150 toneladas de granos, los representantes de los agricultores rechazan esa posibilidad. La representación de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) propuso que los agricultores que acrediten la compra de semilla certificada para cultivar sus campos puedan mantener el derecho a utilizar sus propios granos en la siembra anual de la misma superficie. Los productores señalaron también que “no se puede discutir bajo la presión de la empresa Monsanto” afiliada a la entidad que representa a los semilleros y reclamaron que para continuar el debate la multinacional deber cesar en sus demandas para cobrar en Europa las regalías por la soja producción en Argentina. Por su parte los exportadores explicaron las crecientes dificultades que las denuncias de la empresa Monsanto están creando para las ventas de granos argentinos en el exterior y advirtieron sobre el riesgo de una baja del precio internacional del producto local. Los asistentes indicaron que la situación se agrava ante la indefinición de las autoridades respecto a la puesta en marcha del INASE, cuestión que empeora con la renuncia de su presidente, y aunque no lograron fijar ningún acuerdo se comprometieron a seguir discutiendo en futuros encuentros. RENUNCIA DEL PRESIDENTE DEL INASE Simultáneamente a tosa esta polémica, trascendió que el presidente del Instituto Nacional de Semillas (INASE), Jose Russo, presentó su renuncia al cargo para facilitar la gestión del secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, Miguel Campos, ante la demora en la designación de los miembros del directorio del organismo. Russo ocupaba la presidencia del INASE desde hace casi dos años a pero la falta de los directores representantes de las distintas entidades de la producción que debían ser nombrados por el Poder Ejecutivo Nacional trabaron el desempeño de su tarea, indicaron los dirigentes del sector. (Noticias AgroPecuarias)