El Papa Benedicto XVI arribó este martes a Ankara, donde fue recibido por el primer ministro turco, Tayyip Erdogan, informaron fuentes locales.

El premier fue el primero en estrechar la mano del Papa cuando el pontífice descendió del avión que lo había trasladado desde Roma a la capital turca. Inmediatamente después, el Papa y Erdogan se trasladaron, en compañía del cardenal secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, y de representantes turcos, a la sala VIP del aeropuerto, donde mantuvieron la breve reunión prevista. El premier turco, en la apertura de la conversación, evocó con Benedicto XVI la iniciativa para la Alianza de las Civilizaciones, lanzada por el mismo Erdogan y el premier español, José Luis Rodríguez Zapatero, la semana pasada con el patrocinio del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan. La televisión pública turca TRT transmitió el primer intercambio de saludos entre el Papa y Erdogan. Benedicto XVI expresó “su sentimiento de felicidad” por estar en Turquía. ENCUENTRO El jefe de gobierno turco recordó que estaba a punto de partir para la cumbre de la OTAN en Riga, Letonia, y agregó que la visita papal “coincide con un período particular, porque el mundo atraviesa una fase de controversias entre las civilizaciones”. “Por esto su visita es muy significativa”, dijo Erdogan a Joseph Ratzinger. La reunión duró algo más de 15 minutos y luego Erdogan acompañó al pontífice al automóvil que lo lleva al mausoleo del padre de la Turquía Moderna, Kemal Ataturk, para rendir un homenaje ritual. “Este no es un viaje político sino pastoral y tiene como determinación el diálogo y el compromiso común por la paz”, dijo Ratzinger a los periodistas a bordo del avión que lo llevó a Turquía. “Sé que muchas personas nos acompañan con su simpatía y su oración; sé también que el pueblo turco es hospitalario, abierto, desea la paz. Turquía siempre fue un puente entre las culturas y un lugar de encuentros y de diálogo”, subrayó. Respondiendo a las preguntas de la prensa sobre las “tensiones por el viaje, descrito como “uno de los más delicados en la historia de los viajes papales modernos”, Ratzinger señaló el “valor simbólico” de la visita. “No tenemos que exagerar: no se puede esperar de tres días grandes resultados, el valor es simbólico”, dijo. “El hecho de encontrarse como servidores de la paz tiene su peso, me parece que este simbolismo del compromiso por la paz y la fraternidad Durante una conferencia de prensa improvisada antes de embarcar en el avión que lo traslada de Roma a Ankara, el Papa había afirmado que la finalidad de su viaje es avanzar hacia “la comprensión entre las culturas”. “El objetivo es [lograr] un compromiso para la comprensión y el diálogo entre las culturas”, declaró. El Sumo Pontífice confesó que realiza esta misión con gran confianza y esperanza, pues Turquía es “un puente entre las culturas” occidental y musulmana. PAZ Antes de la llegada del Papa, Erdogan había dicho que Benedicto XVI le había señalado a su llegada a Ankara que apoyaba el intento de Turquía de unirse a la Unión Europea (UE). Antes de convertirse en Papa el año pasado, Benedicto XVI había dicho que la religión musulmana de Turquía significaba que ese país no pertenecía a la UE. Erdogan dijo en una rueda de prensa después de mantener breves conversaciones con el Papa que le había pedido que apoye el intento de Ankara de ingresar al bloque europeo. “Él [el Papa] dijo que no es político, pero que desea que Turquía se una a la UE”, señaló Erdogan. SEGURIDAD Horas antes de su llegada, Ankara se blindaba para recibir al Sumo Pontífice, con policías apostados en todas las carreteras que confluyen hacia el aeropuerto internacional de Esemboga y artificieros que escudriñaban los túneles. Para este viaje, el más difícil de los que emprendió el papa alemán desde que llegó al trono de Pedro en abril de 2005, se ha movilizado a miles de miembros de las fuerzas de seguridad. Diálogo ecuménico. Aparte de potenciar el diálogo intercultural, la visita se centrará en el diálogo ecuménico católico-ortodoxo, una de las prioridades de Benedicto XVI, por lo que se reunirá en dos ocasiones con Bartolomeo I, patriarca ecuménico ortodoxo de Constantinopla. Tras el encuentro con Erdogan, el Papa se desplazará a un lugar emblemático en este país aconfesional: el mausoleo de Mustafá Kemal Ataturk, el “padre de los turcos”, que proclamó la República en 1923. Luego está previsto que se reúna con el presidente turco, Ahmet Necdet Sezer, y el viceprimer ministro, Mehmet Ali Sahin. La excepción a esta jornada de marcado carácter político será la reunión que mantendrá con el principal responsable de Asuntos Religiosos, el gran mufti Ali Bardakoglu, quien criticó con vehemencia su discurso de septiembre en Ratisbona, en el cual el Sumo Pontífice mencionó unas citas que relacionaban islam con violencia, desencadenando la ira del mundo islámico. El Papa terminará su ajetreada jornada con un encuentro con el cuerpo diplomático. ÉFESO Y ESTAMBUL El miércoles, el Sumo Pontífice emprenderá rumbo a Efeso y luego a Estambul, donde además de diversos actos religiosos visitará el Museo de Santa Sofía, una ex basílica bizantina, y la Mezquita Azul, la más célebre de Estambul. Estas dos visitas suscitan cierto recelo ante la acogida que tendrán por parte de la población. El viernes, en su último día, concelebrará una misa en la Catedral del Espíritu Santo de Estambul, uno de sus escasos actos litúrgicos en un país donde 99% de la población es musulmana y los católicos no representan más que 0,04%, según datos del Vaticano.