Colombia se encontraba a la expectativa por lo que parece una inminente liberación de tres rehenes en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), mientras el diario local El Tiempo informaba que los cautivos estarían camino de Venezuela para ser entregados al presidente Hugo Chávez.

Clara Rojas; su hijo Emmanuel, nacido en cautiverio luego de una relación sentimental con un rebelde, y la ex congresista Consuelo González de Perdomo, serían entregados por Rodrigo Granda, negociador y “canciller” del grupo insurgente, que había sido liberado por Bogotá a mediados de año como un gesto del gobierno de Alvaro Uribe para acelerar el canje humanitario de rehenes por guerrilleros encarcelados. La participación de Granda en la inminente liberación fue consignada por el diario venezolano El Nacional, que citó fuentes gubernamentales venezolanas. El matutino también informó que Chávez, que se encuentra de visita en Cuba, estaría cerrando los últimos detalles logísticos de la entrega de los tres rehenes. La agencia oficial de noticias cubana, Prensa Latina, fue la encargada de revelar el martes la orden de liberación emitida por las FARC. La liberación podría ocurrir este fin de semana o el lunes, en las horas previas a la Navidad, según apuntó el diario. Fuentes del gobierno de Colombia citadas por El Tiempo precisaron que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) podría garantizar las condiciones de seguridad para la liberación. Rojas, su hijo y González ya habrían salido hace varias semanas desde las selvas del Guaviare, a través de los estados de Guainía y Vaupés, e ingresarían en territorio venezolano por la frontera de los estados de Apure o Barinas, gobernado por el padre de Chávez, que son los más desprotegidos por la seguridad de los militares colombianos. Si bien las FARC habían anunciado que la liberación es un gesto de desagravio a Chávez, y pedido que las dos mujeres y el niño deberían ser recibidos por el mandatario o por “quien él designe”, las fuerzas de seguridad colombianas coincidían en que las tres personas podrían estar ya en territorio venezolano. El drama de los secuestrados por las FARC ha pasado a ocupar un lugar privilegiado en la agenda de los gobiernos regionales y de Francia, país que ha mostrado particular interés en la liberación de Ingrid Betancourt, ex candidata presidencial que compartía la fórmula con Rojas y que tiene ciudadanía francesa. INFORMES Uribe dijo que su gobierno ha hecho llegar a París informes de inteligencia sobre los secuestrados en poder FARC para que fueran analizados por las agencias francesas. “Nosotros hemos tenido unas informaciones de inteligencia importantes sobre el tema. No las hemos podido comprobar, pero se le han presentado prudentemente al gobierno de Francia”, dijo Uribe a unos periodistas colombianos, sin dar mayores detalles. El mandatario indicó que su gobierno sigue firme en aceptar una “zona de encuentro” para negociar el canje, pese a que el grupo rebelde rechazó anteayer la iniciativa, y reiteró que no aceptará la petición de los insurgentes de desmilitarizar los municipios de Pradera y Florida porque ello sólo “fortalecería el terrorismo”. Sin embargo, se mostró conforme con el gesto guerrillero. “El gobierno dice que se lo entreguen al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, o al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, de manera unilateral, magnífica; lo importante es que los entreguen. Y me parece magnífico por Emmanuel, porque fue concebido secuestrado, nació secuestrado, ha vivido secuestrado, ésa es una situación tan aberrante como la esclavitud”, agregó. El grupo guerrillero también había cuestionado el cese, ordenado por Uribe, de la mediación de Chávez y de la senadora Piedad Córdoba. La legisladora fue criticada ayer por el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, que dijo que Córdoba le está haciendo un favor a las FARC cuando aseguró que un alto funcionario del gobierno colombiano ordenó asesinarla. Santos dijo tener “versiones de periodistas” de que Córdoba habría afirmado que era él la persona que la estaba amenazando, y señaló que eso era “una canallada”. En tanto, las familias de los tres rehenes comenzaron a preparar sus habitaciones y objetos personales para recibirlos una vez que se concrete la liberación. En Pitalito, ciudad del departamento de Huila de donde es oriunda la congresista González, su familia comenzó a preparar el dormitorio, a recopilar las fotografías que le mostrarán y a poner en orden la casa para recibirla. Una abuela que, de cumplirse el anuncio, conocerá a su nieto es Clara González, madre de Rojas. “Agradezco a Dios por esto que está ocurriendo”, dijo la anciana a la prensa. Fuente: La Nación