Acaban de concluir las primarias 2008 y tanto el senador Mel Martinez, los Diaz-Balart e Ileana Ros, como la sargentería política bushista, malaparte de la comunidad cubana exiliada, han apoyado fanática y traidoramente a John McCain. Ello constituye una prueba más de que tanto los cargos electos mencionados como la sargentería política bushista no son realmente anticastristas y le importa un bledo la suerte del pueblo cubano secuestrado intramuros. Tanto el senador como el resto de los cargos electos federales tienen información suficiente, incluida la enviada por mi, para saber quién es John McCain; si lo han apoyado no es por desconocimiento sino por mera politiquería y ausencia absoluta de compromiso con la causa de la libertad de Cuba.

¿Quién es John McCain?. John McCain es el peor candidato posible en esta contienda no solo para los cubanos comprometidos con la liberación de Cuba sino también para el pueblo norteamericano. Si John McCain termina siendo el candidato republicano en noviembre, no va a quedar más remedio que votar por el candidato demócrata, sea quien sea. Asi es, cualquier candidato, que no sea McCain, será mejor para la libertad de Cuba y los mejores intereses del pueblo norteamericano. John McCain, miembro de Alfalfa Club, Council on Foreign Relations, etc, etc, etc, entre todos los aspirantes a convertirse en presidente de Estados Unidos es el que de manera absoluta está más atado al establishment norteamericano y más comprometido con éste. Y todos sabemos que el establishment norteamericano es no solo enemigo de la libertad de Cuba sino también, enemigo de los mejores intereses del pueblo estadounidense. John McCain representa en esta contienda, como el candidato principal, los intereses del establishment norteamericano. Ratifico hoy mi alerta del 2004, así como lo que debierían ser las exigencias del exilio cubano, tal como las expresé en aquel momento. Con fecha julio 14 del 2004, ante la obvia traición del presidente George W. Bush al exilio cubano y de cara a las elecciones que se avecinaban, hube de enviar a algunos medios y organizaciones la carta que sigue: Me dirijo a ustedes porque se encuentran entre los pocos que en esta etapa han demostrado un compromiso real con la causa de la libertad de Cuba. Por ello les agradecería su colaboración para darle difusión al contenido de la presente, debido a que es urgente que el presidente Bush tenga consciencia plena de las consecuencias que tendrá para su aspiración reeleccionista, el hecho de que continúe tratando de creer que se puede burlar de nosotros, que nos puede tomar el pelo a los cubano-americanos. Quiero ser lo más concreto posible. Por ello iré al grano después de una breve introducción del tema. Soy ciudadano de Estados Unidos, nacido en Cuba, y creo que este pais, con todos sus defectos sigue siendo uno de los mejores y más generosos del mundo. Dicho esto también es bueno que nunca perdamos de vista que el establishment norteamericano no tiene pasiones e ideales como es común a nuestro temperamento sanguíneo; este es un pais que se mueve, o que lo mueven, por intereses, y por ellos se hacen cosas increibles. Solo para muestra pueden notar lo sospechoso que resulta que Reagan haya sido víctima de un atentado para acabar con su vida (cuyo culpable termina siendo siempre un “enajenado mental”, tan loco, pero con tanta inteligencia y logística como para burlar el servicio secreto). Soy abogado y una cosa que se aprende en el oficio es a preguntarse siempre cuál es el móvil y cuál el beneficiario de cualquier evento o situación fáctica. Si Reagan moría obviamente el beneficiario era el vice-presidente George H. Bush, que lo sustituiría; un individuo alegadamente conectado al Consejo de Relaciones Exteriores, a la CIA, y a otros tenebrosos poderes detrás del poder virtual, y como muestra la evidencia fáctica, nada amigo de la libertad de Cuba dado que entre otras cosas, se negó a firmar la ley Torricelli, lo cual terminó haciendo politiqueramente, bajo presión de nuestra comunidad, dirigida en ese entonces por el patriota, gloria eterna, Jorge Más Canosa. Por “casualidad” ni Carter, ni el ex-presidente Bush, ni Clinton, ni el actual presidente Bush (al cual a parte de colocarle en una costilla al vice-presidente, el Council On Foreign Relations practicamente le formó el gabinete), ni tantos otros comprometidos o de alguna manera “conectados” con el CFR u otros tentáculos raros y semiocultos, han sido víctima de un atentado contra su vida. Lo cierto es que después de la segunda guerra mundial casi ningún presidente, jefe de la CIA, secretario de defensa, secretario de estado, etc, ha escapado al control o la influencia del CFR u otros poderes detrás del poder, entre cuyos cabecillas figuran amigos de la tiranía castrista tales como David Rockefeller, Dwayne Andreas, etc, comprometidos con el mantenimiento del status quo en nuestra isla, al menos hasta la muerte “natural” del tirano Castro. Los cubanos naturalizados norteamericanos y sus descendientes cuyo interés político principal, antes de cualquier otro local, es la liberación de Cuba, debemos utilizar nuestro voto bajo la fórmula irrenunciable de premio o castigo, sin dejarnos manipular por la sargentería política, tanto demócrata como republicana. Yo era republicano (por esas fechas me convertí de facto en independiente, y al presente lo soy también de jure) porque dicho partido era la maquinaria electoral más afín a mis puntos de vista, pero luego que me convencí de que estamos tratando con mentirosos y manipuladores en ambos bandos, a la hora de votar soy independiente. Pues bien, la existencia de una tiranía totalitaria supuestamente enemiga, a solo 90 millas del pais más poderoso de la tierra por casi cinco décadas, que ha secuestrado de forma gangsteril la soberanía de un pueblo inteligente, trabajador e historicamente amigo de Estados Unidos, que ha esclavizado y humillado a ese pueblo, evidencia que ello solo lo posibilita la más infame, repugnante e indecente complicidad de todas las administraciones de Estados Unidos desde la década del 50 hasta la fecha. El actual presidente Bush ha demostrado en el caso de Iraq que puede ser tan mentiroso como Clinton. A Bush los cubano-americanos le dimos la presidencia y nos ha traicionado; peor aun, por disfrutar de una postura servil y lacaya de algunos en nuestra comunidad, muchos de los cuales no son ni siquiera ciudadanos y no tienen por tanto voto, ha creido que puede burlarse de nosotros con fuegos artificiales (fire works) sin hacer nada concreto para cambiar el status quo en nuestra isla. Todo este “paquete de medidas” tardío, anunciado exclusivamente con fines electorales, está orientado a hacer todo lo posible para no hacer nada, pero creando la percepción virtual de que la administración está de nuestro lado. MENTIRA. (Desafortunadamente no me equivoqué en esas fechas). El presidente ha cumplido con todos los intereses que están detrás de él, excepto con los cubano-americanos. Y quien quiera saber quiénes realmente están detrás de la guerra contra Iraq solo tienen que preguntarse por qué cierta prensa ha sido tan benigna con el presidente a ese respecto. El presidente Bush ya no tiene crédito con nosotros los cubano-americanos porque en la práctica ha resultado un maruga, es decir, no paga. Por tanto esta vez va a tener que pagarnos cash and up front, en efectivo y por adelantado, si quiere nuestro voto (terminé votando a favor de Kerry no por creer en él sino para castigar a Bush). Digan lo que digan los lacayos locales de Bush: 1- Mel Martinez no tendrá mi voto y el de mis allegados y amigos para senador porque es un lacayo de Bush y para él la liberación de Cuba no es una prioridad (así lo expresó o se le fue en el programa de Maria Elvira, la cual debe conservar una grabación). Votaré, y también todas las personas racionales e inteligentes que conozco, por el antiguo líder de Judicial Watch que ha demostrado ser, entre todos los candidatos al Senado por Florida, el único al que realmente le interesa la liberación de Cuba. ¿Qué hacemos con tener el primer cubano-americano en el Senado de Estados Unidos, si a tal “cubano-americano” le importa un bledo la liberación de Cuba y está preocupado solo por su carrera personal?. (Luego que Mel ganó la primaria republicana terminamos apoyándolo como el menor de dos males). 2- Nuestro voto es de premio o de castigo. Por ello para castigar a Bush si no cumple con nuestras exigencias no nos vamos a abstener, colocaremos nuestro voto donde más perjudicial resulte para el castigado, es decir, votaremos por el contrario al castigado con más posibilidades, o sea tampoco lo desperdiciaremos dándolo a Nader. Para que Bush pueda obtener nuestro voto tendrá, antes de las elecciones de noviembre, que hacer concreta e inequivocamente lo siguiente: (a) Implementación real, no retórica, de las débiles medidas ya anunciadas contra la tiranía castrista. (b) Este es un pais de leyes y si vamos a seguir creyéndolo aquí nadie puede estar por encima de la ley, y si es así tampoco Castro lo puede estar. Por ello Bush tiene que encausar a Fidel Castro y Raul Castro por el asesinato de los hermanos al rescate, e implementar todas las medidas necesarias para la captura internacional de estos. (c) Derogación de la inmoral Ley de Neutralidad que ha constituido una de las expresiones más infames de complicidad con la tiranía castrista por parte de varias administraciones norteamericanas. (d) Amnistía para todos los presos políticos anticastristas que guardan prisión en cárceles norteamericanas. (e) Denuncia y derogación total del infame tratado migratorio con la tiranía castrista. (f) Implementación total e inmediata de la Ley Helms-Burton. (g) Investigación a fondo, encausamiento y captura de todos los colaboradores de la tiranía castrista en el territorio de Estados Unidos. (h) Creación de un buró de propaganda mundial, sin escatimar todos los medios necesarios, para despojar a Fidel Castro y Raul Castro de la impunidad de que han disfrutado, sembrando a nivel planetario la realidad de que son prófugos de la justicia norteamericana. Nosotros movilizamos más de mil votos en favor de Bush en las elecciones del 2000, esencialmente como castigo a Clinton y sus cómplices, y acabamos con la carrera de Gore. Así, si pudimos haberle dado la presidencia en el 2000, en el 2004 se la pudiéramos quitar. (Desafortunadamente, por un lado los cargos electos y la sargentería política se ratificaron en su traición a la causa de la libertad de Cuba – algún dia tendrán que responder por ello – y por el otro, debido a las circunstancias, no tuvo nuestro voto la misma posibilidad de decidir que en el 2000). Nuestro premio o castigo a Bush está en las manos de él mismo. Que escoja teniendo siempre presente que no nos puede manipular ni tomarnos por tontos, ni insultar nuestra inteligencia. O hace lo que le exigimos o lo castigaremos. Nosotros no debemos pedirle al presidente Bush que haga lo que a él le conviene en función de no hacer nada para “lavarle la cara”. Es lo que han hecho con actitud de sargentos políticos de la familia Bush algunos integrantes del denominado CLC, empleados de Radio Mambí, Mel Martinez, Otto Reich, etc. Dicha actitud, de mantenerse, esperemos que rectifiquen, se estaría constituyendo en una de las más repugnantes traiciones a la causa de la liberación de Cuba. Desde el 30 de enero del 2001 he estado alertando sobre la traición, al ver como se rodeaba de marionetas del CFR el presidente que nosotros, los cubanos, pusimos en la Casa Blanca. No quisiera ni pensar que Lincoln, Ileana y Mario se presten también para tal infamia. También ellos fueron alertados por mi desde la fecha más arriba dicha. Incluso Lincoln me respondió la carta felicitándome por la profundidad del análisis y expresándome estar completamente de acuerdo conmigo. Aun conservo su carta. Todos sabemos cuál es la esencia y base de la tiranía castrista. La fórmula es muy sencilla. Una pandilla de delincuentes encabezada por un asesino se apodera de una isla con mentalidad gangsteril pero con un elemento innovativo en los anales de la delincuencia organizada. Los delincuentes inventan una fórmula para garantizar que a ellos no les sucederá lo que a Al Capone, es decir, que no habrá un estado que los pueda procesar y condenar por sus crímenes, porque ellos serán el “estado”. Asi, la pandilla convierte a la isla en su finca privada pero la reviste del ritual de estado soberano, hipocritamente aceptado internacionalmente, lo cual le garantiza su único objetivo: la impunidad. Es golpear sobre ese punto lo que debe ser nuestra principal exigencia al presidente Bush. El encausamiento de Fidel Castro y Raul Castro por el asesinato de los hermanos al rescate (perfectamente posible: yo le envié desde enero del 2001 al presidente el basamento jurídico y el establecimiento de la jurisdicción, de acuerdo con el Derecho Internacional Público), convertiría a los Castro en prófugos de la justicia norteamericana, retirándoles definitivamente la impunidad en el marco internacional, y en el marco nacional, la lealdad de muchos de sus pandilleros, los cuales se les mantienen fieles solo basado en la percepción, y la realidad, de que Castro ha sido y es un “intocable” y ha contado con la complicidad de todas las administraciones norteamericanas hasta la fecha. Ninguna administración ni empresario norteamericano, o cómplice o tonto útil, podría negociar desde la impunidad con prófugos de la justicia norteamericana. Les agradecería, por la libertad de Cuba, que usen su influencia y prestigio para que versiones en inglés y castellano de esta carta se publiquen en la gran prensa, para alertar y convocar al resto de nuestros compatriotas. Un saludo cordial, iViva Cuba Libre!. (*) Recibido por Corrientes al Día desde Cuba.