La carrera del senador Barack Obama hacia la Casa Blanca cobró ayer nuevo impulso al vencer con amplio margen en las primarias demócratas de Virginia y el distrito de Columbia, lo que le permite encarar con mayor fuerza el último tramo de la campaña frente a su contrincante, Hillary Clinton, que depositó sus esperanzas en el “minisupermartes” del próximo 4 de marzo.

(lanacion.com.ar) El senador por Illinois también parecía encaminado a obtener otro amplio triunfo en Marlyand, pero el cierre de los comicios fue extendido allí por el mal tiempo. Entre los republicanos, John McCain buscaba anoche consolidar aún más su clara ventaja, pero Mike Huckabee presentaba una dura pelea. Al cierre de esta edición no se vislumbraba un claro ganador. Un total de 168 delegados demócratas y 116 republicanos estuvieron en juego en las primarias que se celebraron ayer. Los comicios de esta zona del país son conocidos como las primarias del Potomac, ya que ese nombre lleva el río que divide a Maryland de Virginia y que atraviesa la capital del país, Washington DC. En un día con temperaturas polares, los comicios registraron un altísimo nivel de asistencia en esta región, que por primera vez en muchos años tuvo peso en una elección primaria, ya que normalmente, a esta altura de la campaña, los candidatos están virtualmente definidos. Las primeras tendencias mostraban que Obama había obtenido más del 60 por ciento en las primarias de Virginia. Los analistas señalaron que no sólo obtuvo un amplio apoyo de los afroamericanos y los jóvenes, que suelen jugar a su favor, sino también de las mujeres y los jubilados, que hasta ahora se habían inclinado por Clinton. Las victorias de ayer del senador por Illinois se sumaron a sus triunfos del fin de semana en Nebraska, Luisiana, Maine y el estado de Washington. Sin embargo aún no hay ninguna certeza de que su avance sea suficiente para vencer a Clinton: a ambos les resta un largo camino para llegar a los 2025 delegados necesarios para ser electos en la convención demócrata que consagrará a un candidato presidencial. Hasta anteayer, Obama contaba con 1137 delegados y Hillary con 1134, según el sitio web independiente RealClearPolitics. Al cierre de esta edición aún no había datos sobre la cantidad de delegados que había sumado cada candidato tras las primarias del Potomac. Entre los republicanos, la ventaja de McCain sobre Huckabee es considerable, con 724 delegados a 234 (sobre 1191 necesarios). Pero McCain, héroe de la guerra de Vietnam, de 71 años, lucha denodadamente por conseguir apoyo entre la base conservadora de su partido, entre otras razones por su postura en materia de inmigración. Tras sufrir duros reveses el fin de semana, ayer McCain volvía a protagonizar una reñida primaria con el ex gobernador de Arkansas. NUEVO IMPULSO El éxito de Obama de anoche, si bien no es definitivo, podría darle el impulso necesario para desbancar a Hillary el 4 de marzo en las primarias de Ohio y Texas, dos estados que podrían tener la última palabra en esta pugna y en los que la ex primera dama hasta ahora lleva la delantera. Ante los sondeos que pronosticaban otra jornada negra en las primarias de ayer, la ex primera dama ya había focalizado su campaña en Texas -donde tiene mucho peso el voto hispano, un segmento que Obama aún no ha logrado seducir- como en Ohio, un estado en el que abunda la clase obrera, que en otras primarias se ha mostrado más cercana a la senadora por Nueva York. Ambos estados enviarán 389 delegados a la convención, y una derrota allí supondría, según Joe Heim, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Wisconsin, “el fin de la carrera de Hillary”. En el “minisupermartes” del 4 de marzo también habrá primarias en Rhode Island y Vermont. Lo que no está claro, según Heim, es si la imparable carrera de Obama alcanzará para privar a Hillary de una victoria que hasta hace poco parecía segura, ya que el voto hispano ha sido clave para los triunfos de la ex primera dama en estados como Arizona y California. Lo que podría inclinar la balanza es el factor económico: la campaña de Obama recibe alrededor de un millón de dólares diarios, el doble que Hillary. Los asesores de la ex primera dama reconocieron que su campaña estaba prácticamente en bancarrota tras las elecciones del “supermartes”, pero aseguran que desde entonces la situación se ha estabilizado. No obstante, la ventaja de Obama -que recaudó 32 millones de dólares en enero frente a 13,5 de Hillary- se hace notar. En los territorios donde se celebraron primarias ayer, Obama gastó alrededor de 1,4 millones de dólares en anuncios de televisión en la última semana frente a 210.000 que desembolsó Clinton desde el pasado viernes. Y el senador por Illinois comenzó ayer una nueva campaña televisiva en Ohio y Texas, mientras que Hillary la comenzará recién hoy. “[Obama] tiene un empuje que es necesario detener antes del 4 de marzo”, señaló uno de los grandes contribuyentes a la campaña de Hillary, en declaraciones publicadas por el diario The New York Times. Una encuesta publicada anteayer por el Instituto Ipsos y AP muestra que ese empuje podría ser difícil de parar. El sondeo concluye que el senador ganaría por poco en una hipotética lucha contra McCain, mientras que si la contienda fuera con Clinton el resultado estaría muy empatado.