Signos Literarios
Una mirada sobre su poética
OSCAR PORTELA (*)
Como bien se sabe, nadie que pretenda escribir poesía puede dejarse llevar por los caminos lineales de los sentimientos. Pero sin sentimientos no se puede escribir poesía. Sentimientos que, en palabras de Oscar Portela, son verdaderos demonios interiores, implacables demonios que desgarran antes que la piel, el alma, y donde libera cada una de sus caídas con la energía indomable de su talento.
De sólida formación literaria, no se observan en nuestro poeta demasiadas diferencias entre los enfoques que desarrolla en sus ensayos y el personal lirismo de su poesía, en los cuales, detrás de cada aparente negación de toda religiosidad (de re-ligare, volver a unir a Dios) muestra justamente una religiosidad tan desgarrada como conmovedora. Una atenta lectura de sus poemas nos ofrecen verdaderas plegarias que emergen -oponiéndose a la inocencia aparentemente pérdida-, de la furia que todo ser humano sensible siente ante las atrocidades que suceden en el mundo que nos toca transitar. Veamos: PATER Padre mío, clemencia a la que me he negado, desesperado está mi corazón. Clausurado el último refugio y apagados los trinos que afanosamente buscó mi boca. En tu fe, innumerables fueron las pruebas, los días recorridos y aquello en que se prodigó mi anhelo nunca colmado. Y ahora, sólo cenizas dejas sobre mi ojos, llenos de sombra y viento y furia y llanto. Aposento sin ventanas vida, mar sin costa, la palabra que dicta el incierto camino, inseguros los pasos, mientras debes volver. En ninguna parte está el origen, en todo lugar brilla el olvido, el sórdido complot del desamor. Tú dices, abandona la posesión, el sueño infausto, de las bodas de las aguas y el fuego, pacificadas están las madrugadas, es terrible el desierto y aún más grande el temor de no ver ya abras disipándose o asfixiando el poema, perfumes que el amor hizo suyo en el desnudo y frío lecho de la soledad. Madre, ven a mí como ayer, protégeme del Caos y el viento de la locura. Todo retorno es peligroso y adentro mío no hay sino piedras, negras e inclementes aves que esperan el día en que hable el cruel y vasto idioma del origen. De La memoria de Láquesis Y es en este contexto, donde el oxímoron se da la mano con algunos saltos de un decir directo y claro, cuando la poesía porteliana levanta mayor vuelo: ÁNGULOS A Alfredo Mariano García Después de la faena agotadora, la fatiga, el cansancio, la abrumadora soledad sintiéndose a sí misma en la cruz, -los ángulos iguales, el vacío que llena el centro de la nada- y la imagen de un rostro que no se ve. Atrás quedan las siestas. Ardor insoportable de ser y saberse vencido por la implacable sed. Lejos quedan imágenes sostenidas en claves y misteriosos vínculos de azul, y el azar, la sal y las rapiñas de cuerpos devorándose en la magnificencia de una noche absoluta. ¿También las hubo? Después de las jornadas de dolor, el porqué y las alas que vuelven o en círculos vigilan sobre un dolido corazón. El que habla, el que escribe para callar, muda para pensarse sosteniéndose en el abismo de un enigma, florecido como una boca pura en mi ingle, es sólo un muerto, un virginal deseo que se durmió a tus pies. Después de la fatiga, la soledad diciéndose a sí misma, reenviándose dudas, actas de nacimiento, diarios de viaje, atormentados pésames y una paloma con el ala quebrada. Ceremonias de lo que resta del día, desoladoras imágenes, risas en el vacío y la muerte furtiva tras el medroso olfato de la razón, inquiriendo las formas y los perfumes de tu piel, soñándose, atormentándose en sahumerios, que buscan un sepulcro donde durar en sombras y en vacilantes ecos. Sólo un Dios puede salvarnos ya. Ni en los celestes coros ni en los ciegos abismos, alguien guarda respuestas para ti. Después de lo que resta del día, de la espera dolida, sería suficiente, piadosamente desaparecer de las memorias, los espejos, los nombres y clamores que abren y dan consuelo al tiempo. No un viaje más, no una jornada, sino la ardiente víspera de adiós hacia la noche austera donde tus bellos ojos yacen velándose en el vacío del vacío. DE LA MEMORIA DE LÁQUESIS Claroscuro, su último libro, no se aparta del adentramiento en sí mismo, donde sus “demonios interiores” continúan imponiéndosele con despiadada presencia aunque, paradójicamente, Oscar Portela sabe dar paso a la inocencia que, a pesar de su admiración por Nietzsche, jamás perdió. Una inocencia que sabe enojarse, una inocencia que sabe decidir cuándo y a quien amar, una inocencia que le permite levantarse tantas veces como ha caído. Que aúna la palabra poética con la humana necesidad de trascendencia. PREVALECERÁN LAS AGUAS A Ricardo Mosquera Eastman Las aves van a migrar en qué corazón y de que flores libarán las aves que ahora me abandonan en el desierto de los años muerto de sed, y de visiones o espejismos acerca de aquello que se fue y de lo que no vendrá, ahora que desando el camino de los muertos que hicieron de mi alma un nido, y sus plumajes se muestran mientras los años pasan y nada adviene, como no ser la barca de Caronte, arrastrándome hacia el mito del ave que yo temo en mis sueños, y que golpea a mi puerta ¿por qué señor? cuando congelado está todo, cuando el cierzo va a caer sobre mí, y las llamas van a consumir mi cuerpo, solitario, por qué señor; negras las alas y el blanco plumaje que cubre su graciosa silueta de garza que espera el alba de los cielos, los huracanes y las lluvias, los colores que no diría nadie, todo-todo, letal como el volcán que en mis sueños me insta a jamás despertar. Quédate entre los muertos alma, que muerta estás, muertas las alas que levantó el deseo y entregó por instantes al veneno de Apolo, quédate entre los muertos, me dices, y en la ventana, negra-blanca, como otro vampiro, el ave fabulosa que ha resistido los tiempos, ella, esperando lo que quizá jamás sea sino el teatro de sombras del cual estamos hechos, nosotros, marionetas, que con la pasión del absoluto jugamos a desecar el mar, cuando prevalecerán las aguas. CUANDO YO ESTUVE AQUÍ Yo estuve aquí: esta fue mi alma, mi altura, mi verdad, el vendaval, la tempestad en la que zozobraron mis ansias, ¡ay! y el tumulto, las volcánicas lavas que arrasaron todo lo vivo: el oro que sepultó tras sí todo lo índigo, las ardorosas manos y los cielos caídos como píos de la rama más alta, yo Calibos, yo Ariel, yo el Mago, también estuve aquí, pero fue el otro, el otro, que despertaba minuto tras minuto tras de las marejadas que las auroras dejan tras de sí. Yo el otro de mismo, el que ahora se vuelve sobre sí, -paso de danza que no alcanza el presente, ni la sonrisa del querube-, pasado que retorna o círculo vicioso que la visión perturba y torna todo púrpura, la pasión ya agotada, pero viva en la muerte. Ah niño mío, señor de los vientos del espíritu y el aire que aún usurpas el no lugar -el no ha lugar-, de un pasado sometido al olvido y sin embargo, pura visión angélica tras mis pasos que vuelven, como la aparición o el sueño de encarnados espectros y dibuja, en mis cansados labios, en el alma del alma, la sonrisa olvidada entre cipreses y aguas más cálidas y turbulentas que la muerte. ¿Seré hoy un espectro? ¿Será el adviento que un pasado sin torna, prometido en los sueños? Di tú, pequeño astro que turbas el ansia que aún impulsan los signos que me traes y el idioma del muerto. DE CLAROSCURO Oscar Portela, a contramano de su angustia existencial, tiene el privilegio de poseer, en palabras de Yeats, “una dulzura tal fluyendo del pecho que nos reímos de todo y todo lo que miramos está bendito”. (*) Recibido por Corrientes al Día Ketty Alejandria Lis
En honor a los 120 años del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación firmado entre Argentina y Japón el 3 de Febrero de 1898, se lanzará el jueves próximo desde el Jardín Japonés (Buenos Aires) el primer concurso internacional de Poesía Japonesa “Tierra de Haikus”. La iniciativa es impulsada por la Fundación E Jendú Arte y Cultura, Imagen Diplomática, la Fundación “Andresito de las Misiones” y el Observatorio Social por la Paz y cuenta con el auspicio de la Embajada Japonesa en Argentina.
Las organizaciones que impulsan el certamen desarrollan sus actividades con miras a la reafirmación y expansión en todo el mundo de la Cultura de paz, con especial atención a la filosofía y los objetivos de Naciones Unidas, representados en sus distintos estamentos y agencias, como así también en sus diversos Programas, Fondos y Organismos, que tienen por principal causa el derecho de todos los pueblos del universo a la paz duradera y definitiva.
Este Primer Concurso Internacional tiene como objetivo principal la exaltación de la poesía en general y de la poesía japonesa en particular; al mismo tiempo que busca reafirmar el espíritu de confraternidad y amistad entre el Japón y la Argentina, en Honor y Homenaje a los 120 años del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación firmado entre ambos países el 3 de Febrero de 1898
Vale señalar que el milenario Haiku, es una composición poética japonesa que consta consecutivamente de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas (diecisiete en total).
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Otra publicación en revista internacional para teórico correntino
FRANCISCO TOMÁS GONZÁLEZ CABAÑAS
La propuesta de reforma democrática, “El voto anticipado” del autor Francisco Tomás González Cabañas fue publicada por la prestigiosa Revista española de la transparencia, ISSN-e 2444-2607, Nº. 6, del año 2018, en las págs. 102-104. Para el creador del índice democrático, herramienta que mide las prácticas democráticas en los distintos poderes de los distritos auditados, se trata de la publicación número quince por parte de revistas internacionales que imponen estándares de exigencia y de calidad para publicar desarrollos teóricos, que como en otras elaboraciones de González Cabañas (voto compensatorio, gabinete ciudadano, cámara de dipunadores) sostienen novedosos criterios o categorías para remozar la democracia como la experiencia que puede, o debe, seguir siendo mejorada para representar, palmariamente, el gobierno del pueblo o de los ciudadanos.
“Al establecer la posibilidad de un voto anticipado, se conseguirían modificaciones sustanciales, giros copernicanos en la política cotidiana, que al constituirse en concomitantes, complementarias o en paralelo, con el voto o sufragio clásico y tradicional, de ningún modo significara una ruptura conflictiva, una instancia revolucionaria traumática, sino simple y llanamente la consolidación de la democracia misma, resignificando, desde lo electoral su definición histórica como etimológica.
El voto anticipado, permitirá que el ciudadano, en los tiempos actuales en donde considera un valor positivo el compartir sus gustos, preferencias y elecciones, ante sus semejantes, por intermedio de plataformas virtuales o de redes, haga lo propio con su preferencia electoral o política. El voto o sufragio clásico, que en varias aldeas occidentales, sigue amparado por ley, para que se lo respete en su condición secreta, fungió con utilidad hace décadas atrás, cuando las realidades sociales y existenciales no habían sido gravitadas por la explosión del mundo digital y de la cada vez más influyente inteligencia artificial. Sería más que una falta de tino el señalar, como se vio modificada la vida diaria del occidental promedio, de dos décadas a esta parte, más bien, es incomprensible como aún no se haya generado, hasta esta oportunidad, la posibilidad para que el ciudadano moderno, pueda hacer visible, pueda exteriorizar sus elecciones políticas, y en el caso de que lo decida que lo comparte y difunda, tal como lo hace con todos los otros (al menos tiene tal posibilidad) aspectos de su vida que no solo son considerados públicos, sino también áreas o zonas privadas”.
Estos párrafos que hacen mención al desarrollo teórico de Francisco Tomás González Cabañas, publicados por la revista internacional de marras, evidencian el grado de audacia teórica, de arriesgada creatividad, sostenidas en giros arguméntales y en razonamientos acendrados en la historia del pensamiento que lo preceden al correntino, construyendo para sus consideraciones y categorías un sendero en donde seguramente tantos más que vengan con él o detrás suyo, erigirán bajo estos pilares una nueva consideración de lo político como de lo democrático.
El texto “Crónicas de Bosque” de Francisco Tomás González Cabañas, fue publicado en la Revista editada en el Perú “Dúnamis”, en su número 8 del año 9, correspondiente a Septiembre del año en curso.
Con la presente el autor suma 8 publicaciones en revistas internacionales (la mayoría de ellas especializadas en filosofía) en menos de un año, como dos libros de filosofía política publicados, uno de ellos (El Voto Compensatorio) editado en Alemania, y la aceptación a más de una veintena de diferentes congresos internacionales de diversas ponencias oportunamente enviadas y aceptadas.
Crónicas de Bosque, es un relato ficcional, que vislumbra una crítica social que encierran al autor en sinuosos laberintos de persecución e indiferencia por parte de quienes pretenden una sociedad sesgada, en donde las decisiones son tomadas por facciones con poder circunstancial y por tanto el ejercicio ciudadano y la vida democrática, pasan también a ser literatura o filosofía ficcional.
CRÓNICAS DE BOSQUE
Se estima que tiempo antes de la existencia de los guaraníes nuestras tierras fueron habitadas por una civilización que ha dejado muy pocos rastros de su existencia. Alcanzando el grado de mito, como la célebre Atlantis, daremos cuenta, de la información que contamos acerca de la cultura que podríamos dar en llamar como de los “Gentereí”.
En un tiempo no precisado de la historia, en lo que actualmente se conoce como el litoral argentino, una cultura de peculiares características, tuvo su apogeo y extinción, bajo sinuosidades sociales y políticas, que en la actualidad nos pueden parecer, casi familiares y cotidianas, por lo que no es demasiado arriesgado suponer, que pese a los siglos transcurridos y por más que las evidencias materiales no sean contundentes, tenemos una carga genética o arrastramos signos de quiénes serían nuestros antepasados directos; los Gentereí.