Mundo Zoo
Características del Caballito de Mar
HIPOCAMPO
El caballito de mar (genero Hippocampus) es un pequeño pez marino perteneciente a la misma familia que las agujas. Su nombre se debe al peculiar parecido que presenta su cabeza con la de los caballos. De hecho, la característica de tener la cabeza en ángulo recto con el resto del cuerpo no se da en ningún otro género de peces.
El cuerpo de los caballitos de mar esta embutido en una armadura de placas óseas grandes y rectangulares. Su forma de nadar es muy diferente a la de los demás peces. Adoptan una posición erecta, impulsándose con su aleta dorsal. No tienen aleta anal, sino una especie de cola alargada que se enrolla en espiral y les permite agarrarse a tallos marinos. ESPECIES En el tiempo actual se propusieron para su clasificación más de 120 especies de este curioso pez, pero dado que muchas de ellas eran en realidad la misma especie se han sacado como tales, estableciéndose en la actualidad 32 especies en todo el planeta; aunque se esperan algunos cambios cuando ciertas especies complejas sean mas cuidadosamente revisadas. Parte de esta dificultad, para llevar a cabo su clasificación, radica en el hecho de que pueden cambiar de color o incluso desarrollar filamentos en su piel para mimetizarse mejor en su entorno. Tampoco se comprende muy bien como estos animales pueden variar en su desarrollo, tamaño y forma o como esto esta determinado por el hábitat, localización geográfica, temperatura del medio y/o edad. La confusión es tal que conduce a muchos científicos a asumir que han encontrado una nueva especie, cuando realmente lo que están haciendo es renombrar una ya previamente descrita. TAMAÑO En los adultos hay varios tamaños, desde el mas pequeño Hippocampus minotaur que fue descubierta en Australia y mide 15mm de longitud, hasta el enorme Hippocampus ingens que sobrepasa de 29cm de longitud. HABITAT Se distribuyen globalmente en ambos tropicales y en aguas templadas, siendo en las zonas Indo pacificas y Atlántica-Oeste. Viven entre las algas, manglares y corales. La degradación y destrucción de sus habitas están aumentando. La vegetación marina es dragada o tapada al realizar rellenos en el mar; los manglares están siendo cortados e inundados con agua dulce. ALIMENTACIÓN Los caballitos de mar son depredadores voracísimos. Sus ojos, que tienen movilidad independiente entre si, les ayudan a reconocer su bocado preferido, pequeñísimos crustáceos los cuales forman parte del zooplancton. Cuando la presa se pone a su alcance es aspirada a través de su hocico óseo por medio de un rapidísimo golpe de su cabeza. Tragan enteras a sus presas al no disponer de dientes, y se ven obligados a consumir grandes cantidades de comida para compensar su rápida e ineficiente digestión al no poseer estomago. REPRODUCCION Es el único de los géneros de animales donde el que se queda embarazado es el macho. La hembra usa su ovopositor para insertar los huevos maduros dentro de la bolsa incubadora del macho, dentro de la cual son fertilizados. El oxigeno se difunde a través de los capilares del tejido que reviste los óvulos. Las hormonas ayudan a crear un fluido placental que baña una pequeña parte del huevo que sobresale de los tejidos de la bolsa. El medio creado por el fluido en la bolsa se altera durante el embarazo, pasando de ser parecido a los fluidos corporales a parecerse al agua del mar circundante, presumiblemente para reducir el estrés de las crías en el momento del parto. El embarazo dura entre 10 días y 6 semanas, dependiendo de las especies y de la temperatura del agua del mar. Pasado este plazo, el macho entra en labor y por medio de contracciones y bombeando del interior de su bolsa hacia el exterior durante varias horas, expulsa las crías. Estas son replicas en miniatura de sus padres, de unos siete a once milímetros de largo, y son capaces de arreglárselas por si mismos inmediatamente después del nacimiento. Son totalmente independientes y no vuelven a la bolsa después del nacimiento. Las hembras parecen madurar al mismo tiempo que los machos, siendo visible su ovopositor cuando esta transfiriendo los óvulos al macho. En especies estudiadas, los machos vuelven a quedar preñados rápidamente después de parir. El Hippocampus whitei experimenta sobre siete embarazos consecutivos, de una duración de 21 días, cada año en Sydney. La amplitud y duración de la temporada reproductiva varia con el emplazamiento, y puede estar influenciada por la luz, la temperatura y las turbulencias del agua del mar de la zona.
Dos cachorros de yaguareté nacieron en el Centro de Reintroducción que funciona en el Parque Iberá, Corrientes. Los cachorros y su madre se encuentran en el corral más grande del centro por lo que, en general, no son avistados. El equipo técnico de la Fundación sospechaba que se podría haber producido el parto por comportamientos de la hembra, pero no fue hasta la semana pasada que pudieron confirmarlo, al registrar a dos cachorros en videos de cámaras-trampa.
Magalí Longo, a cargo de los proyectos de reintroducción de especies en la isla San Alonso, donde se encuentra el Centro de Reintroducción de Yaguareté, contó que “teníamos indicios de que la hembra había parido, ya que pasaba mucho tiempo en un mismo sector del monte que se encuentra al norte del gran corral. Un día pudimos observarla y vimos que tenía los pezones hinchados, signo bastante inequívoco de que habría parido, pero no sabíamos cuántos cachorros ni si habrían sobrevivido. Ella es madre primeriza, así que tampoco era raro que perdiera la camada”.
La confirmación llegó unas semanas después. Pablo Guerra, a cargo del manejo de los yaguaretés en el Centro mencionó que “habíamos puesto cámaras-trampa para tratar de confirmar el nacimiento. Y después de varias semanas sin ningún registro pudimos observar a los dos cachorros. Cuando vimos los videos saltamos de alegría y emoción. Estimamos que tienen entre uno y dos meses y aparentan estar en perfectas condiciones”.
Después de esta observación ya no volvieron a verlos, pero se espera que pronto realicen caminatas más extensas siguiendo a su madre y sean más fáciles de avistar. Los cachorros observados son dos, que es el número usual de crías que tienen los yaguaretés. La madre de los cachorros es Mariua y el padre Jatobazinho, quien se mantiene en otro enorme corral, separado de la madre y sus cachorros. Ambos ejemplares tienen un origen silvestre y provienen de Brasil, de donde fueron rescatados, de cazadores furtivos en el caso de Mariua, y en muy malas condiciones físicas Jatobazinho.
Sebastián Di Martino, director de conservación de la Fundación Rewilding Argentina destaca la colaboración de las instituciones del país vecino, especialmente del Instituto Brasilero del Medio Ambiente (IBAMA) y de las organizaciones NEX y Onçafari, que recuperaron a los animales y luego los enviaron a Argentina.
“El nacimiento de estos cachorros es un paso muy importante para el proyecto. Desde el año 2012 estamos trabajando en Iberá tratando de regresar al depredador tope a este ambiente, 70 años después de haberse extinguido en la provincia de Corrientes. Es un proyecto a largo plazo cuya ejecución demandará varios años más, pero estamos en buen camino y desde hace un año trabajando en la fase de liberación progresiva”, comentó Sebastián.
El yaguareté es el máximo depredador de Sudamérica y, como tal, cumple con un rol ecológico clave para el mantenimiento de los ecosistemas donde habita. Al desaparecer, desaparecen también estas funciones y los ambientes naturales degradados pierden, en buena medida, la capacidad de brindar agua y aire de calidad, de mitigar el cambio climático o de prevenir la aparición de nuevas pandemias. Con la desaparición del yaguareté perdemos cultura y oportunidades de desarrollo local, ya que la observación de fauna se puede convertir en un motor de la economía, como ha pasado en otros lugares de la región (por ejemplo, el Pantanal brasilero) o en el mismo Iberá.
El proyecto se lleva en forma conjunta entre la Fundación Rewilding Argentina, la Provincia de Corrientes y la Administración de Parques Nacionales.
Ayudanos a elegir un nombre para los pequeños cachorros
Fundación Rewilding Argentina invita a todas las personas a participar en la selección de los nombres para la nueva generación de yaguaretés correntinos. A partir del lunes 23 de noviembre, podrán elegirse en la cuenta de Instagram de @rewilding_argentina los nombres para los pequeños cachorros silvestres del Parque Iberá. Los nombres más votados serán publicados en el día internacional del yaguareté, el 29 de noviembre.
Mundo Zoo
Guacamayos rojos, libres y silvestres, por primera vez en más de 150 años en Argentina.
PARQUE IBERÁ
Los colores y sonidos del Guacamayo rojo, que alguna vez inundaron los cielos del norte argentino, se sienten cada vez más fuertes en el Parque Iberá: Una pareja de guacamayos rojos sacó adelante 3 huevos, que eclosionaron y dieron lugar a los tres primeros pichones silvestres en libertad—algo que no ocurría probablemente hace más de 150 años en nuestro país.
Desde 2015, en Fundación Rewilding Argentina emprendimos el trabajo para recuperar esta especie clave extinta en toda la Argentina. Hoy, el Guacamayo rojo está volviendo a cumplir su rol ecológico de ""creador de bosques"", a través del rewilding.
El nacimiento de estos pichones silvestres en Parque Iberá es un gran paso para la recuperación de la especie en Argentina, y refuerza nuestra convicción de que el rewilding es una herramienta que inspira esperanza en medio de la profunda crisis de biodiversidad que enfrenta el planeta.
En el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, este evento demuestra que proteger los ecosistemas, y trabajar activamente para recuperarlos, son estrategias que alumbran el camino hacia una economía restaurativa en la que las comunidades locales, inmersas en un entorno revitalizado, prosperan a partir del turismo de naturaleza.
"El rewilding trae de vuelta la naturaleza, trae bienestar para las comunidades locales y, sobre todo, trae alegría para nuestras almas."— Richard Preston
Desde el Zoo de Givskud, Dinamarca nos enviaron imágenes al nacer de Coco, el macho de nutria gigante que hoy vive en el corral de presuelta en Parque Iberá.
Coco nació el 3 de mayo de 2017 en una camada de tres. El grupo familiar de las nutrias es bien estrecho; permanecen juntos la mayor parte del tiempo y son muy curiosos y valientes.
Los cuidadores de Coco cuentan que él es un protector innato: cuando sus padres tuvieron otra camada en 2018, Coco cumplía el rol de guardia de la familia. Cada vez que alguien se acercaba a sus hermanos, lo advertía con ruidos de ladridos.
Es por eso que aquí, en Iberá, Coco siempre está alerta cuando se aproxima la lancha por la laguna Paraná, o el equipo de rewilding se acerca para monitorear a la pareja, que se prepara para volver a cumplir su rol ecológico en los Esteros del Iberá.