Alertó sobre un corte en el flujo de petróleo a Washington y que nacionalizaría los bancos españoles si el rey no se disculpa.

CARACAS (La Nación/ Por Dolores Tereso/ Enviada especial) En un encendido discurso ante miles de seguidores en Caracas, el presidente Hugo Chávez amenazó ayer con suspender el envío de petróleo a Estados Unidos si la oposición denuncia un fraude y sale a las calles tras el referéndum de mañana, y dijo que quienes voten por el no estarán votando por su par norteamericano, George W. Bush. También advirtió que podría nacionalizar los bancos españoles en Venezuela si el rey Juan Carlos no le pide disculpas por su ya famoso “¿Por qué no te callas?”. Chávez lanzó estas amenazas durante el cierre de la campaña por el sí a su plan de reforma constitucional en la avenida Bolívar, en un discurso en el que casi brillaron por su ausencia las referencias a su polémico proyecto. Abundaron, en cambio, sus habituales referencias al “imperio norteamericano” y a la “oligarquía apátrida” de Venezuela, a los que acusó de planear una operación para generar mañana un caos en el país. Un día después de que la oposición llenara por primera vez la emblemática avenida, en su propio cierre de campaña, una verdadera marea colorada se adueñó ayer de esa arteria y de las avenidas aledañas con miles de carteles que decían “Sí con Chávez”. Aunque las últimas encuestas indican que el rechazo a la reforma se impondría por un estrecho margen, los expertos advierten que también es posible un ajustado triunfo del sí, lo que ha generado una gran incertidumbre en el país. La reforma constitucional le garantizaría a Chávez la reelección indefinida y daría al Estado un enorme poder para intervenir en casi todos los aspectos de la vida cotidiana de los venezolanos, desde la educación hasta la religión y la economía. “Si el domingo gana el sí, y aquí la oligarquía venezolana, que le hace juego al imperio, viene con el cuentico de que hubo fraude, ministro [de Energía, Rafael] Ramírez, el mismo día lunes, ordene que detengan el envío de petróleo para Estados Unidos”, dijo Chávez. También dio instrucciones para que, desde anoche, las fuerzas armadas pusieran en funcionamiento un plan para proteger los campos petroleros de todo el país. Venezuela, que tiene una de las mayores reservas de petróleo del mundo, figura entre los cuatro mayores proveedores de crudo de Estados Unidos. Al referirse a la crisis diplomática con España, dijo que la única manera de resolverla será si el rey Juan Carlos le pide disculpas por haberlo llamado a callar. “Si eso no ocurre, tendré que pensar en acciones”, dijo, antes de advertir que podría “nacionalizar los bancos que compraron los españoles aquí”, en referencia al Santander y el Bilbao Vizcaya Argentaria. También criticó duramente a su par colombiano, Alvaro Uribe, al referirse la divulgación de las pruebas de vida de los rehenes de las FARC (de lo que se informa en las páginas 2 y 4). “Ellos [por el gobierno colombiano] deben saber que al interceptar esas pruebas de vida ponen en peligro las vidas de los secuestrados”, disparó Chávez, que afirmó que Uribe “no quiere que se liberen a esas personas”. Asimismo, Chávez amenazó con cerrar al canal Globovisión, crítico del gobierno, si divulga resultados preliminares del referéndum, y advirtió a la cadena internacional CNN que si se “presta a la operación del imperialismo” echará a sus corresponsales. Además, amenazó con “tomar un fusil”, si eso fuera necesario para defender su proyecto revolucionario. “No se equivoquen oligarcas de pacotilla; ya se equivocaron el 11 de abril [por el golpe de Estado en su contra, en 2002] y se fueron corriendo como ratas.” Chávez, vestido con su típica camisa colorada, esta vez con un gran sí en la pechera, se mostró convencido de su victoria. “Le daremos un nuevo nocaut a la contrarrevolución que pretende convertirnos en una colonia norteamericana”, afirmó, y dijo estar seguro de que ganará con una ventaja de por lo menos 10 puntos. No obstante, enfatizó que reconocerá su derrota si pierde: “Nosotros reconoceríamos el triunfo de nuestros adversarios”. Y volvió a repetir el mensaje con el que ha convertido a esta votación en un nuevo plebiscito sobre su gestión. “Los que votan por el sí votan por Chávez. Los que votan por el no votan por George W. Bush”, gritó ante la multitud. Y reiteró que, si el pueblo lo quiere, se quedará en el poder “hasta el año 2050”. Aunque su discurso fue relativamente corto (duró más de dos horas), terminó con bostezos entre sus seguidores. COMO UNA ESTRELLA DE ROCK Había llegado al lugar como una verdadera estrella de rock. Subido a un camión y con los brazos en alto, cruzó la desbordada avenida Bolívar en medio de los gritos de miles de personas que lo habían esperado por más de ocho horas con sus pancartas y sus chavecitos (muñecos de Chávez) en alto. Después empezó el show: Chávez bailó, tocó la batería y cantó una canción de cuna con uno de sus nietos en brazos, antes de lanzar sus amenazas contra los “enemigos de la revolución”. En la manifestación, que los medios estatales definieron como “la más grande en la historia del movimiento bolivariano”, no faltaron la música, los bailes y los fuegos artificiales. “Estamos acá porque apostamos a una sociedad realmente socialista”, dijo Amílcar Escalona, un empleado de la petrolera estatal Pdvsa que había ido con un grupo de compañeros de la misma empresa. “Siempre estuve con él. Antes de Chávez yo ni siquiera tenía trabajo”, contó Raúl Marapaquín, un obrero de 33 años con cuatro hijos. Ana Mendoza, una maestra de preescolar de 51 años, dijo que era “mentira” que Chávez fuera a tener más poder con la reforma: “El poder va a ser para el pueblo”.