Mundo Zoo
Científicos rastrillan refugios de Murciélagos
CORRIENTES
Una investigación de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE realiza una identificación de la población de murciélagos de la ciudad de Corrientes a fin de caracterizarlos, y además identifica los refugios que constituyen un factor importante en la reproducción y supervivencia de estos animales.
Los murciélagos son especies de importancia de salud pública por ser reservorios de algunas enfermedades e intervenir en la cadena epidemiológica de otras tantas.
Su rol en la transmisión de enfermedades está motorizado por sus hábitat diversos, urbano, semiurbano, rural o selvático, así como sus características alimenticias y reproductivas.
Con el objetivo de profundizar el conocimiento de la presencia de murciélagos en la ciudad de Corrientes, desde la Facultad de Ciencias Veterinarias se iniciaron, dentro de una misma línea de investigación, dos trabajos complementarios orientados a determinar características de la población de murciélagos de la ciudad y la identificación y descripción de los refugios en que viven.
“Conocer los refugios resulta fundamental, pues en los ambientes en que viven juegan un rol determinante en la reproducción, alimentación y perpetuación de estos animales, por otro lado la identificación de familias y especies tiene importancia en el estudio epidemiológico de la presentación de diferentes enfermedades que involucra a los animales y el hombre” explicó la doctora Raquel Ruiz, directora del proyecto a la Revista CyT de la UNNE.
Agregó que la localización de los refugios en el ecosistema urbano, sus características y la relación de los hábitats con las diferentes especies de murciélagos colaboraría con la realización de actividades que promuevan su conservación o su control en el caso de que estén involucrados en la epidemiología de alguna enfermedad, manteniendo el equilibrio ecológico.
Respecto a los resultados obtenidos hasta el momento, se determinó que el 89 por ciento de los murciélagos identificados son insectívoros, y un número muy bajo son hematófogos. Las especies predominantes halladas hasta el momento son Eumops patagonicus, Mollosus mollosus, M. albenses y en último lugar Desmodus rotundus.
Del total, más de la mitad fueron ejemplares adultos con predominio de hembras. Además se cotejaron datos del estado reproductivo en todas las especies que resultan de interés en la interpretación de características poblacionales.
En cuanto a los refugios, más del 60 por ciento están ubicados en árboles, en su mayoría a pocos metros de las casas, en especial en palmeras y plantas de mango.
En el análisis de los refugios artificiales de los murciélagos, lugares construidos por el hombre, se toma en cuenta si están habitados por personas o no. Se destaca en el estudio que más del 75 por ciento de los refugios artificiales se encuentran en lugares habitados por humanos.
“Hay una preponderancia de refugios naturales en árboles, en zonas de mucha vegetación y luces artificiales, lo cual se condice con que la mayoría de los murciélagos identificados son insectívoros” resaltaron Cristian Bastiani y Natalia Ramírez, becarios de investigación que participan en el estudio.
Explicaron que estos trabajos de población y refugios de murciélagos se enmarcan a su vez en un proyecto de investigación más amplio dirigido por la doctora Ruiz sobre diagnóstico de Leptospirosis y Lehismaniasis.
Al respecto, comentaron que los murciélagos tienen capacidad de infectarse con leptospira sp, mientras que sobre la lehismania sp, se sabe por estudios realizados en otros países que se infectan, pero no se conoce el rol que cumplen dentro de la cadena epidemiológica como transmisor.
En ese sentido, indicaron que el contar con esta información es relevante para la definición de protocolos de manejo de estos animales, pues los murciélagos desempeñan un papel beneficio para el ecosistema pero también son considerados de importancia sanitaria por ser huéspedes de muchas enfermedades.
Ejemplificaron que si se determina que los murciélagos son positivos a Leptospira sp. o Leishmania sp., podrían ser un riesgo sanitario debido a la cantidad de refugios artificiales o naturales cerca de las viviendas habitadas. Más estudios deberían realizarse para corroborar el rol que juegan estos animales en la cadena epidemiológica de ambas enfermedades y el grado que posean estos de transmisibilidad a otros individuos.
Dos cachorros de yaguareté nacieron en el Centro de Reintroducción que funciona en el Parque Iberá, Corrientes. Los cachorros y su madre se encuentran en el corral más grande del centro por lo que, en general, no son avistados. El equipo técnico de la Fundación sospechaba que se podría haber producido el parto por comportamientos de la hembra, pero no fue hasta la semana pasada que pudieron confirmarlo, al registrar a dos cachorros en videos de cámaras-trampa.
Magalí Longo, a cargo de los proyectos de reintroducción de especies en la isla San Alonso, donde se encuentra el Centro de Reintroducción de Yaguareté, contó que “teníamos indicios de que la hembra había parido, ya que pasaba mucho tiempo en un mismo sector del monte que se encuentra al norte del gran corral. Un día pudimos observarla y vimos que tenía los pezones hinchados, signo bastante inequívoco de que habría parido, pero no sabíamos cuántos cachorros ni si habrían sobrevivido. Ella es madre primeriza, así que tampoco era raro que perdiera la camada”.
La confirmación llegó unas semanas después. Pablo Guerra, a cargo del manejo de los yaguaretés en el Centro mencionó que “habíamos puesto cámaras-trampa para tratar de confirmar el nacimiento. Y después de varias semanas sin ningún registro pudimos observar a los dos cachorros. Cuando vimos los videos saltamos de alegría y emoción. Estimamos que tienen entre uno y dos meses y aparentan estar en perfectas condiciones”.
Después de esta observación ya no volvieron a verlos, pero se espera que pronto realicen caminatas más extensas siguiendo a su madre y sean más fáciles de avistar. Los cachorros observados son dos, que es el número usual de crías que tienen los yaguaretés. La madre de los cachorros es Mariua y el padre Jatobazinho, quien se mantiene en otro enorme corral, separado de la madre y sus cachorros. Ambos ejemplares tienen un origen silvestre y provienen de Brasil, de donde fueron rescatados, de cazadores furtivos en el caso de Mariua, y en muy malas condiciones físicas Jatobazinho.
Sebastián Di Martino, director de conservación de la Fundación Rewilding Argentina destaca la colaboración de las instituciones del país vecino, especialmente del Instituto Brasilero del Medio Ambiente (IBAMA) y de las organizaciones NEX y Onçafari, que recuperaron a los animales y luego los enviaron a Argentina.
“El nacimiento de estos cachorros es un paso muy importante para el proyecto. Desde el año 2012 estamos trabajando en Iberá tratando de regresar al depredador tope a este ambiente, 70 años después de haberse extinguido en la provincia de Corrientes. Es un proyecto a largo plazo cuya ejecución demandará varios años más, pero estamos en buen camino y desde hace un año trabajando en la fase de liberación progresiva”, comentó Sebastián.
El yaguareté es el máximo depredador de Sudamérica y, como tal, cumple con un rol ecológico clave para el mantenimiento de los ecosistemas donde habita. Al desaparecer, desaparecen también estas funciones y los ambientes naturales degradados pierden, en buena medida, la capacidad de brindar agua y aire de calidad, de mitigar el cambio climático o de prevenir la aparición de nuevas pandemias. Con la desaparición del yaguareté perdemos cultura y oportunidades de desarrollo local, ya que la observación de fauna se puede convertir en un motor de la economía, como ha pasado en otros lugares de la región (por ejemplo, el Pantanal brasilero) o en el mismo Iberá.
El proyecto se lleva en forma conjunta entre la Fundación Rewilding Argentina, la Provincia de Corrientes y la Administración de Parques Nacionales.
Ayudanos a elegir un nombre para los pequeños cachorros
Fundación Rewilding Argentina invita a todas las personas a participar en la selección de los nombres para la nueva generación de yaguaretés correntinos. A partir del lunes 23 de noviembre, podrán elegirse en la cuenta de Instagram de @rewilding_argentina los nombres para los pequeños cachorros silvestres del Parque Iberá. Los nombres más votados serán publicados en el día internacional del yaguareté, el 29 de noviembre.
Mundo Zoo
Guacamayos rojos, libres y silvestres, por primera vez en más de 150 años en Argentina.
PARQUE IBERÁ
Los colores y sonidos del Guacamayo rojo, que alguna vez inundaron los cielos del norte argentino, se sienten cada vez más fuertes en el Parque Iberá: Una pareja de guacamayos rojos sacó adelante 3 huevos, que eclosionaron y dieron lugar a los tres primeros pichones silvestres en libertad—algo que no ocurría probablemente hace más de 150 años en nuestro país.
Desde 2015, en Fundación Rewilding Argentina emprendimos el trabajo para recuperar esta especie clave extinta en toda la Argentina. Hoy, el Guacamayo rojo está volviendo a cumplir su rol ecológico de ""creador de bosques"", a través del rewilding.
El nacimiento de estos pichones silvestres en Parque Iberá es un gran paso para la recuperación de la especie en Argentina, y refuerza nuestra convicción de que el rewilding es una herramienta que inspira esperanza en medio de la profunda crisis de biodiversidad que enfrenta el planeta.
En el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, este evento demuestra que proteger los ecosistemas, y trabajar activamente para recuperarlos, son estrategias que alumbran el camino hacia una economía restaurativa en la que las comunidades locales, inmersas en un entorno revitalizado, prosperan a partir del turismo de naturaleza.
"El rewilding trae de vuelta la naturaleza, trae bienestar para las comunidades locales y, sobre todo, trae alegría para nuestras almas."— Richard Preston
Desde el Zoo de Givskud, Dinamarca nos enviaron imágenes al nacer de Coco, el macho de nutria gigante que hoy vive en el corral de presuelta en Parque Iberá.
Coco nació el 3 de mayo de 2017 en una camada de tres. El grupo familiar de las nutrias es bien estrecho; permanecen juntos la mayor parte del tiempo y son muy curiosos y valientes.
Los cuidadores de Coco cuentan que él es un protector innato: cuando sus padres tuvieron otra camada en 2018, Coco cumplía el rol de guardia de la familia. Cada vez que alguien se acercaba a sus hermanos, lo advertía con ruidos de ladridos.
Es por eso que aquí, en Iberá, Coco siempre está alerta cuando se aproxima la lancha por la laguna Paraná, o el equipo de rewilding se acerca para monitorear a la pareja, que se prepara para volver a cumplir su rol ecológico en los Esteros del Iberá.