Este medio está en condiciones de adelantar algunas de las líneas de acción que seguirá el gobierno para enfriar el escándalo.
Se acentuará el costado farandulesco del caso. Mediante los medios estatales y afines, el gobierno insistirá en sacar de foco los vínculos entre Néstor Kirchner y Lázaro Báez. Con mucho despliegue publicitario, Ileana Calabró desafiará desde 678 a Beatriz Sarlo para un debate público.
También correrá la bola de que en la decimoséptima parte del video hot de Florencia Peña aparece Lanata vestido de Batman.
Lavado de (la imagen de) Lázaro Báez. El empresario, incómodo con el rol estelar que cumple en el escándalo, recibirá asesoramiento y auxilio inmediatos para mejorar su imagen ante la opinión pública.
Vecinos santacruceños truchos contarán en la TV Pública que pasó de ser un simple empleado bancario a una potencia económica gracias a una constante venta de pollos y pastelitos de dulce de batata en los fines de semana. Periodistas amigos harán números en pantalla explicando que todo cierra.
Báez, además, adoptará un bebé nigeriano (los asesores dejarán muy en claro la conveniencia de que el niño no aparezca como propietario de ninguna cuenta off shore al menos hasta que cumpla los doce años).
Desvinculación de Néstor con Báez. Se instalará una historia oficial en la que el empresario aparecerá con su etapa más próspera muy lejos de Kirchner. El hecho de que hayan cenado juntos en la noche del fallecimiento del expresidente se explicará diciendo que Lázaro había acudido a la casa de Néstor y Cristina sólo para entregar un pollo y media docena de pastelitos.
Se generará un gran hecho deportivo de distracción. En agosto, cuando el lío comience a irse de las manos y adquiera mayor temperatura en plena campaña electoral, el gobierno argentino, de prepo y sin esperar a una autorización de la FIFA, organizará un Mundial de Fútbol que comenzará al toque, en septiembre.
Para resolver los aspectos vinculados con las Eliminatorias en marcha, se dispondrá de un sistema de neta índole barrial: se anunciará que podrán participar todos los seleccionados que se inscriban antes de cierta fecha, se cobrará una inscripción de 500 pesos por equipo y el campeón se llevará todo.
El previsible conflicto con Brasil (organizador del Mundial 2014) se resolverá dándole la totalidad de las cataratas del Iguazú. Si no fuera suficiente, también se reconocerá la soberanía del vecino país sobre el culo de Jésica Cirio.
Habrá conflicto armado con Uruguay. En una reacción tardía pero oportuna en relación con las repercusiones de las denuncias sobre lavado de dinero, Cristina Fernández, en medio del discurso de inauguración de un servicio de taxifletes en Lomas de Zamora, dirá, en obvia referencia a Pepe Mujica, “más terca será tu vieja y más tuerto será tu pingo”.
“Me enteré recién de lo que dijo alguien sobre Él y sobre mí”, agregará la señora presidenta de todos los argentinos. De inmediato, exigirá una rectificación. Mujica, dolido, pedirá perdón en la vereda de la Casa Rosada, arrodillado sobre granos de maíz, y lleno de plumas pegadas con poxi-ran. “No, así, sin un estilo directo, no es una disculpa”, objetará Cristina, que ordenará bombardear Montevideo.
Uruguay pedirá la mediación de la Unasur, pero la Argentina, para abortar cualquier intento pacificador, decapitará a Rubén Rada en Tecnópolis.
Se lanzará un nuevo plan de promoción del consumo de la clase media. El Indec y la AFA anunciarán que todos los que figuraban en clase media ascienden a clase alta, sin necesidad de mejorar ingresos ni de jugar promoción alguna.
Capitalización de Karina Jelinek. En teoría era la más boluda pero hasta ahora fue la más criteriosa. Se despegó rápidamente de su marido, Leonardo Fariña, y cerró la boca. Saldría en los medios a decir que Lanata largó el caso porque le propuso vivir juntos y ella le dijo que no. A cambio, será la embajadora argentina en Washington.
Fariña venderá ficción. El arrepentido del escándalo no se moverá de su estrategia defensiva basada en decir que sabía de la cámara oculta del programa PPT y que dijo lo que dijo sólo para “vender ficción”. Creará Paul-K, una productora televisiva al estilo de la de Adrián Suar, y filmará novelas que exportará (sin declararlas) a otros países de Sudamérica y el Caribe.
El Estado se hará cargo de la productora de Tinelli. Otro golpe de efecto para copar la agenda pública. En un acto multitudinario, Cristina firmará el decreto de expropiación de Ideas del Sur, que pasará a la órbita oficial como antes Aerolíneas e YPF.
Bailando por un Sueño pasará a la TV Pública, y será conducido por Orlando Barone. Los participantes serán elegidos por el voto directo del pueblo. El jurado estará integrado por los principales referentes de Carta Abierta y por Aníbal Pachano, que permanecerá porque -además- será candidato a senador por el Frente para la Victoria.
Tinelli reemplazará a Juan Miceli en el noticiero de Canal 7.
Ampliaremos.