Las autoridades de Florida declararon el estado de emergencia y activaron la Guardia Nacional ante el temor a Wilma, pero decidieron retrasar las evacuaciones obligatorias debido a que el ciclón parece ser que tardará más en llegar a la zona de lo que se había anticipado.

El Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en esta ciudad, informó que Wilma viró en las últimas horas su trayectoria y prevé que entre a tierra este viernes en algún punto de la costa este de la península de Yucatán y afecte también los balnearios de Cozumel y Cancún, donde están en marcha medidas de evacuación de miles de turistas y residentes en situación vulnerable. De esta manera, los reportes meteorológicos indicaban que el huracán, que bajó a categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, cuyo nivel máximo es 5, se ha constituido por ahora en amenaza más para Yucatán que para el oeste de Cuba, en donde también han sido evacuadas miles de personas. Aunque Wilma perdió intensidad entre el miércoles y jueves, el CNH dijo que el meteoro ha empezado a fortalecerse y podría acercarse a Cancún como catastrófico ciclón de categoría 5, con vientos de 250 kilómetros por hora. Esta tarde, sus vientos eran de 240 kilómetros por hora. Según un informe del organismo con sede en Miami, el huracán de categoría 4 se encontraba a 195 kilómetros al sureste de Cozumel y se movía hacia Yucatán a nueve kilómetros por hora. Se cree que Wilma mantendrá esa velocidad durante las próximas 24 horas, mientras avanzaba este jueves hacia las costas de la península yucateca en un “progreso extremadamente peligroso”. De acuerdo con el reporte, aunque el huracán ha disminuido su velocidad de traslación podría azotar por medio día la península cuando toque tierra, a partir de este viernes por la mañana. Sus vientos huracanados se extienden a 140 kilómetros de su centro, por lo que sus efectos se pueden sentir mucho antes de tocar tierra. Inclusive Wilma puede provocar marejadas ciclónicas de dos a tres metros y medio de altura sobre la marea normal, y de 25 a 50 centímetros de lluvia. Este pronóstico puede ser extensivo también para el oeste de Cuba, informó el CNH. A poco de tocar la punta oriental de Yucatán, este viernes por la madrugada, Wilma debería girar el sábado al noreste hacia el canal que lleva el mismo nombre, pasar por el noreste de Cuba entre ese día y el domingo y luego sentirse en Estados Unidos por la noche. Max Mayfield, director del CNH, destacó que “a estas alturas del partido no veo cómo no tendría por lo menos algún tipo de impacto en los Cayos de Florida y en la parte sur de la península”. También es posible que Wilma aumente su velocidad de traslación, lo que representa buenas noticias, y además que azote a Florida como huracán categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, con vientos de por lo menos 150 kilómetros cuando este miércoles se pronosticaba que azotaría con una fuerza mayor. De todas maneras el gobernador de Florida, Jeb Bush, hermano del presidente estadunidense, declaró el estado de emergencia este jueves para toda la jurisdicción, y activó la Guardia Nacional por temor a que Wilma provoque importantes daños en una zona muy debilitada por el azote ciclónico de siete tormentas desde agosto del año pasado. “Wilma, solo y combinado con la destrucción provocada por los ciclones Rita, Katrina, Dennis y los huracanes de 2004, amenaza al estado de Florida con un desastre mayor”, indicó Bush al declarar la emergencia. “Hay bastante tiempo para que la gente tome decisiones sobre lo que hará en las próximas 72 horas -para prepararse ante el ciclón-; necesitamos tomar ventaja del tiempo que tenemos”, advirtió Bush en conferencia de prensa. Pero en los Cayos de Florida, una cadena de islas que cuentan con 80 mil habitantes unidos a la península por una serie de puentes y una carretera de dos vías, las autoridades retrasaron hasta el viernes las evacuaciones obligatorias de residentes, que debían comenzar este jueves. Los turistas y no residentes tuvieron que salir el miércoles pasado de las islas porque se creía que Wilma, que entonces era huracán de categoría 5, con vientos de 250 kilómetros por hora, llegaría el sábado a la región. En el condado de Collier, al suroeste, donde está la ciudad de Naples, las autoridades recomendaron evacuaciones voluntarias en zonas costeras, y en Lee, donde está Fort Myers, no se habían tomado medidas inmediatas. En ciudades como Fort Lauderdale y Miami (sureste), la vida transcurría con normalidad y las escuelas y oficinas seguían abiertas hoy como de costumbre. En Centroamérica se seguía con atención el lento desplazamiento de Wilma por aguas del Caribe, aunque en la región no se habían registrado víctimas ni evacuaciones masivas. En ese contexto, el gobierno de Francia desaconsejó a sus ciudadanos viajar a las regiones amenazadas por Wilma en México, Cuba y Florida. Sin embargo, en Honduras, frente a cuyas costas se desplazaba Wilma y se mantenía una alerta roja para toda la franja caribeña, hubo algunos problemas. Las fuertes lluvias provocadas por el meteoro dejaron de entrada unos 400 damnificados en la costa norte y algunos daños leves en viviendas de pescadores. También se mantenían vigilantes en Costa Rica, donde caen lluvias moderadas en torno al litoral del Pacífico y la zona norte, así como en Guatemala y El Salvador, ya azotados por la tormenta tropical Stan, que al tocar México se transformó en huracán. Sólo Nicaragua parecía encontrarse “alejada” del alcance del gigantesco huracán. Fuentes: AFP, DPA Y REUTERS