Mundo Zoo
Desarrollan en la UNNE un antiparasitario para equinos
FARMACOLOGÍA VETERINARIA
El avance en productos farmacológicos utilizando poloxámeros, llevó a un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE a obtener una nueva fórmula para ser suministrada por vía oral a equinos, conteniendo Ivermectina (IVM), un fármaco endectocida que es ampliamente utilizado para el tratamiento de parásitos gastrointestinales.
Para el desarrollo de este antiparasitario-explica la doctora Laura Lozina- se utilizó a modo comparativo la carboximetilcelulosa y poloxámero 407 como “excipientes”, es decir como sustancias que ayudaron a desarrollar un sistema semisólido conteniendo IVM, y al mismo tiempo que facilite la ingesta del animal.
Por sus propiedades mucoadhesivas, la carboximetilcelulosa fue adecuada para la administración oral de los geles, observándose una total deglución del preparado con una consistencia óptima en la concentración utilizada del 5%.
La propiedad del poloxámero de facilitar la incorporación de principios activos insolubles en solventes acuosos, como es el caso de IVM fue considerada para la selección del polímero como vehículo para el desarrollo de la segunda formulación. Los poloxámeros son sustancias de características tensioactivas (emulsionantes), formados por la unión de bloques moleculares de polioxietileno (hidrófilo) y polioxipropileno (hidrófobo). La concentración ideal de poloxámero para la formulación del gel de IVM, en el presente trabajo, fue de 40%.
Pruebas y resultados. La eficacia antiparasitarias medida en porcentaje de reducción del conteo de huevos por gramos de materia fecal (HPG) en los equinos a los 30 y 60 días fue adecuada para ambas formulaciones.
A esta conclusión se arribó después de evaluar muestras fecales de los equinos y realizar el conteo de huevos parasitarios en función a un test correspondiente.
Luego de 90 días en los equinos tratados con el gel que contenía Poloxámero, el test de reducción en el conteo de huevo, permaneció en valores por debajo de los 200. Por su parte, el lote de animales tratados con la formulación conteniendo carboximetilcelulosa, requirió tratamiento ya que los equinos presentaron una carga parasitaria mayor a 200 HPG.
En base a estos resultados la doctora Lozina y su equipo de trabajo concluyen que en las condiciones de trabajo realizada, la formulación de IVM en gel de poloxámero podría tener una mayor persistencia de la droga y por ende un mayor tiempo en el control de los parásitos. En cuanto a la persistencia de la droga en sangre, ambas formulaciones están siendo evaluadas para determinar la cinética de liberación por técnicas cromatográficas.
En estas condiciones ambos desarrollos mostraron ser inocuos, es decir, no presentaron reacciones adversas a la administración en los animales por lo que serían una alternativa válida para el tratamiento y control de los parásitos gastrointestinales del equino.
“En general los Laboratorios utilizan la carboximetilcelulosa como excipiente, lo novedoso del trabajo es utilizar el poloxámero en esa concentración, con la cual se da una buena palatabilidad, no se elimina fácilmente, se adhiere a la boca y ayuda a disolver el principio activo. Todas estas propiedades son importantes resaltar en la formulación, y sobre todo su eficacia que se prolonga a los 90 dias”, expresó Lozina
Antecedentes. El equipo de investigación de la doctora Lozina tiene el antecedente de haber desarrollado en gel termosensible para tratar enfermedades del conducto auditivo externo (CAE) de caninos.
El gel en cuestión está hecho en base a una combinación de distintos poloxámeros que le confieren una fácil aplicación de los principios activos de propóleos en la piel del CAE del canino.
Como ocurre en todo desarrollo científico farmacológico, ese gel resultó importante para la promoción de las propiedades de los poloxámeros en medicina veterinaria. De hecho la obtención del antiparasitario, da cuenta de otro principio activo que se utilizan para tratar afecciones en animales.
Dos cachorros de yaguareté nacieron en el Centro de Reintroducción que funciona en el Parque Iberá, Corrientes. Los cachorros y su madre se encuentran en el corral más grande del centro por lo que, en general, no son avistados. El equipo técnico de la Fundación sospechaba que se podría haber producido el parto por comportamientos de la hembra, pero no fue hasta la semana pasada que pudieron confirmarlo, al registrar a dos cachorros en videos de cámaras-trampa.
Magalí Longo, a cargo de los proyectos de reintroducción de especies en la isla San Alonso, donde se encuentra el Centro de Reintroducción de Yaguareté, contó que “teníamos indicios de que la hembra había parido, ya que pasaba mucho tiempo en un mismo sector del monte que se encuentra al norte del gran corral. Un día pudimos observarla y vimos que tenía los pezones hinchados, signo bastante inequívoco de que habría parido, pero no sabíamos cuántos cachorros ni si habrían sobrevivido. Ella es madre primeriza, así que tampoco era raro que perdiera la camada”.
La confirmación llegó unas semanas después. Pablo Guerra, a cargo del manejo de los yaguaretés en el Centro mencionó que “habíamos puesto cámaras-trampa para tratar de confirmar el nacimiento. Y después de varias semanas sin ningún registro pudimos observar a los dos cachorros. Cuando vimos los videos saltamos de alegría y emoción. Estimamos que tienen entre uno y dos meses y aparentan estar en perfectas condiciones”.
Después de esta observación ya no volvieron a verlos, pero se espera que pronto realicen caminatas más extensas siguiendo a su madre y sean más fáciles de avistar. Los cachorros observados son dos, que es el número usual de crías que tienen los yaguaretés. La madre de los cachorros es Mariua y el padre Jatobazinho, quien se mantiene en otro enorme corral, separado de la madre y sus cachorros. Ambos ejemplares tienen un origen silvestre y provienen de Brasil, de donde fueron rescatados, de cazadores furtivos en el caso de Mariua, y en muy malas condiciones físicas Jatobazinho.
Sebastián Di Martino, director de conservación de la Fundación Rewilding Argentina destaca la colaboración de las instituciones del país vecino, especialmente del Instituto Brasilero del Medio Ambiente (IBAMA) y de las organizaciones NEX y Onçafari, que recuperaron a los animales y luego los enviaron a Argentina.
“El nacimiento de estos cachorros es un paso muy importante para el proyecto. Desde el año 2012 estamos trabajando en Iberá tratando de regresar al depredador tope a este ambiente, 70 años después de haberse extinguido en la provincia de Corrientes. Es un proyecto a largo plazo cuya ejecución demandará varios años más, pero estamos en buen camino y desde hace un año trabajando en la fase de liberación progresiva”, comentó Sebastián.
El yaguareté es el máximo depredador de Sudamérica y, como tal, cumple con un rol ecológico clave para el mantenimiento de los ecosistemas donde habita. Al desaparecer, desaparecen también estas funciones y los ambientes naturales degradados pierden, en buena medida, la capacidad de brindar agua y aire de calidad, de mitigar el cambio climático o de prevenir la aparición de nuevas pandemias. Con la desaparición del yaguareté perdemos cultura y oportunidades de desarrollo local, ya que la observación de fauna se puede convertir en un motor de la economía, como ha pasado en otros lugares de la región (por ejemplo, el Pantanal brasilero) o en el mismo Iberá.
El proyecto se lleva en forma conjunta entre la Fundación Rewilding Argentina, la Provincia de Corrientes y la Administración de Parques Nacionales.
Ayudanos a elegir un nombre para los pequeños cachorros
Fundación Rewilding Argentina invita a todas las personas a participar en la selección de los nombres para la nueva generación de yaguaretés correntinos. A partir del lunes 23 de noviembre, podrán elegirse en la cuenta de Instagram de @rewilding_argentina los nombres para los pequeños cachorros silvestres del Parque Iberá. Los nombres más votados serán publicados en el día internacional del yaguareté, el 29 de noviembre.
Mundo Zoo
Guacamayos rojos, libres y silvestres, por primera vez en más de 150 años en Argentina.
PARQUE IBERÁ
Los colores y sonidos del Guacamayo rojo, que alguna vez inundaron los cielos del norte argentino, se sienten cada vez más fuertes en el Parque Iberá: Una pareja de guacamayos rojos sacó adelante 3 huevos, que eclosionaron y dieron lugar a los tres primeros pichones silvestres en libertad—algo que no ocurría probablemente hace más de 150 años en nuestro país.
Desde 2015, en Fundación Rewilding Argentina emprendimos el trabajo para recuperar esta especie clave extinta en toda la Argentina. Hoy, el Guacamayo rojo está volviendo a cumplir su rol ecológico de ""creador de bosques"", a través del rewilding.
El nacimiento de estos pichones silvestres en Parque Iberá es un gran paso para la recuperación de la especie en Argentina, y refuerza nuestra convicción de que el rewilding es una herramienta que inspira esperanza en medio de la profunda crisis de biodiversidad que enfrenta el planeta.
En el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, este evento demuestra que proteger los ecosistemas, y trabajar activamente para recuperarlos, son estrategias que alumbran el camino hacia una economía restaurativa en la que las comunidades locales, inmersas en un entorno revitalizado, prosperan a partir del turismo de naturaleza.
"El rewilding trae de vuelta la naturaleza, trae bienestar para las comunidades locales y, sobre todo, trae alegría para nuestras almas."— Richard Preston
Desde el Zoo de Givskud, Dinamarca nos enviaron imágenes al nacer de Coco, el macho de nutria gigante que hoy vive en el corral de presuelta en Parque Iberá.
Coco nació el 3 de mayo de 2017 en una camada de tres. El grupo familiar de las nutrias es bien estrecho; permanecen juntos la mayor parte del tiempo y son muy curiosos y valientes.
Los cuidadores de Coco cuentan que él es un protector innato: cuando sus padres tuvieron otra camada en 2018, Coco cumplía el rol de guardia de la familia. Cada vez que alguien se acercaba a sus hermanos, lo advertía con ruidos de ladridos.
Es por eso que aquí, en Iberá, Coco siempre está alerta cuando se aproxima la lancha por la laguna Paraná, o el equipo de rewilding se acerca para monitorear a la pareja, que se prepara para volver a cumplir su rol ecológico en los Esteros del Iberá.