Mientras se ha dado gran difusión para la visita a Fernando Lugo de Leonardo Boff y la hija del Che Guevara a Fernando Lugo, se mantuvo en el más estricto secreto su encuentro casi simultáneo con Roger Noriega.

Ninguna prueba, ninguna rectificación ni desmentido puede anular el efecto de una publicidad bien hecha decía el filósofo alemán Hermann Keyserling, y un famoso escritor norteamericano afirmaba que la mejor prueba de una inteligencia superior es la capacidad de sostener dos ideas contrarias en la mente. Es precisamente el elogio que podríamos hacer a los propagandistas del obispo Fernando Lugo, quienes lograron gran difusión para la visita a Fernando Lugo de Leonardo Boff y la hija del Che Guevara, pero lograron mantener en el más estricto secreto la reunión que tuvieron ayer los halcones James Cason y Roger Noriega con el obispo de los pueblos y los pobres, el clérigo-presidente. Al golpe publicitario para euforizar a la conformista izquierda, con las visitas de Aleida y Leonardo Boff, siguieron los misteriosos encuentros con James Cason y Roger Noriega, quienes buscaron eludir a la prensa, sin éxito, y fueron sorprendidos exultantes y a los arrumacos. Se supone que la izquierda debe bailar en una pata porque se permitió ingresar al país a Leonardo Boff y a la hija del Che, en prueba de buena voluntad de la embajada norteamericana que hizo el favor de autorizar su presencia. Ya el imperio romano permitía a los vencidos de sus provincias anexadas que conserven su cultura y su religión, como hoy le permiten a sus colonizados del gobierno electo usar sus remeras con el rostro del Che Guevara, en prueba del espíritu magnánimo de la Pax norteamericana. “Hoy podemos decir desde Paraguay que en el siglo XXI ya no habrá imperialismo de ninguna clase” había declarado el clérigo presidente Fernando Lugo en Nicaragua hace apenas un par de semanas, pese a que ganó las elecciones del 20 de abril en su país en ancas de una descarada intervención a favor suyo del ahijado político de Otto Reich, James Cason, con la ayuda del grupo multimedia de la familia Stroessner, la prensa de la Secta Moon dirigida por jerarcas de la SIP , periodistas favorecidos por la Nacional Endowment for Democracy e impulsado por una constelación de movimientos financiados por USAID e IAF. A diferencia de las celebridades exponentes de la izquierda, ampliamente publicitados en sus encuentros con el clérigo-presidente, los referentes del club de bromistas a sueldo que integran el staff de la CIA, no recibieron ninguna publicidad, sino que más bien lograron mantenerse en la semipenumbra. “Estados Unidos tiene unas relaciones buenas, constructivas en términos económicos y políticos con muchos países de cualquier característica, lo importante para nosotros es una actitud positiva” dijo luego de reunirse con el clérigo Roger Noriega, uno de los principales instigadores del golpe contra Hugo Chávez en abril del año 2002. Noriega fue funcionario del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes y luego del Senado, antes de ser designado como embajador ante la OEA en agosto del 2001. También trabajó en la Agencia para el Desarrollo de EEUU (USAID)-organismo que aportó dinero a Tekojojá y otros partidos que apoyaron a Lugo- y en los departamentos de Asuntos Interamericanos y Relaciones Públicas del departamento de Estado, donde fue un férreo crítico de Hugo Chávez. Noriega afirmó no hace mucho que Estados Unidos continuará apoyando a “elementos democráticos”(es decir, la oposición a Chávez remunerada por Washington) en Venezuela de modo que “continúen manteniendo el espacio político que se merecen” (Vale decir, que sigan desestabilizando a la revolución bolivariana). Roger Noriega, ex secretario del Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de los Estados Unidos, dijo que visitó al clérigo Presidente electo, Fernando Lugo, con el fin de presentarle unos empresarios norteamericanos deseosos de invertir en el país. “Ahora estoy en el sector privado y vine con representantes del sector privado de Estados Unidos, están visitando su país, para revisar las oportunidades que existen aquí para participar del desarrollo social y económico con Paraguay y contribuir a las buenas relaciones entre Estados Unidos y Paraguay que históricamente fueron muy positivas”, expresó Noriega, uno de los más acérrimos críticos y desestabilizadores de la Venezuela bolivariana. (*) Recibido por Corrientes al Día de Luís Agüero Wagner desde Asunción del Paraguay