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El hombre de las zancadas largas

FIDEL CASTRO

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El 20 de octubre de 1868 es tomada la ciudad de Bayamo por el recién fundado ejército de Carlos Manuel de Céspedes. En la Iglesia fueron entonadas las notas de nuestro Himno Nacional por vez primera. El sabor a patria se esparcía entre los combatientes y las bellas bayamesas inspiradas por la revolución. Unos días antes Perucho Figueredo, mayor general del ejército libertador, había escrito esos versos, montado todavía en su fogoso caballo. Esos versos exaltados que han conducido a generaciones enteras de cubanos por el mismo sendero.


El arte más exquisito y la voluntad más férrea se dieron la mano en este pedacito del mundo para configurar nuestra nacionalidad. Habría que ver como los ciudadanos de la ciudad de Bayamo quemaron luego sus casas y pertenencias para entregar sólo cenizas a los españoles. España no llegó a conocer nunca a esta amalgama bendita de negros y blancos que entendió mejor que ella las ideas de la Revolución Francesa y estuvo dispuesta a todo por lograr las banderas de la Ilustración. Por eso, con mucho tino se decidió que el 20 de Octubre fuera el día de la Cultura Cubana. Cultura que ha sido sin dudas el arma más poderosa de la isla de Cuba para preservar su revolución y enfrentar de vez en vez a los imperios más poderosos de la historia. En la medida que se desplomaba el mundo por la feroz incoherencia del siglo XX; mientras muchos se cambiaban urgente de bando o aludían patéticas teorías; Cuba fijó sus resortes en un par de versos románticos; y en medio de las vicisitudes más increíbles avanzó por el único camino posible para cuidar la Patria: Amar al mundo y ser cultos. El enemigo más violento para una nación es el patrioterismo. Pregunten en Berlín durante los años treintas. O no, no se alejen tanto. Averigüen quien ha sido el enemigo más voraz del pueblo norteamericano: El nacionalismo estrecho y la incultura de las masas. Por ahí anda el valiente Michael Moore tratando de apurar la cultura en el corazón de ese pueblo. Sigo pensando que es tal vez el pueblo más infeliz del mundo. Insisto en las brigadas de solidaridad con el pueblo norteamericano El 20 de Octubre es también el cumpleaños de Abel Santamaría Cuadrado. Mi madre me sentenció con una herencia perturbable: de mi tío Abel Santamaría había heredado dos ojos extraviados y dudosos. La única herencia de ese ser que cambió para siempre su existencia contagiándola con la revolución… De alguna forma ese joven diseñó los secretos resortes de mi irreverente educación. Abel Santamaría nació en Encrucijada. Si, en un pueblito del centro de Cuba. Dicen que ese nombre expresa el conflicto de los campesinos de la zona al no saber por que lado tomar. Era tanto el hambre y la incertidumbre que nunca se supo cuál seguir: El de la derecha, era el que parecía más directo. Tan sólo habría que empezar por votar en alguna elección al mejor de los farsantes y bandidos; quizás algún trabajo turbio; un puesto en la guardia rural; dos o tres desalojos de campesinos, alguna niña violada o golpeada. Y después con tan sólo un poco de terror y muerte, se conseguía algún sitio para “poder mantener honradamente a la familia”. Mi tío fue tozudo desde niño: Agarró el camino a la izquierda y llegó a la Habana atravesando el siglo XX, transpirando a José Martí por cada poro y adorando al negro comunista Jesús Menéndez Este líder oriundo de Encrucijada fue asesinado por defender a los trabajadores azucareros. Haydée, mi madre, lo siguió unos años después para ayudarlo en aquel otro pedacito de Cuba, donde floreció para siempre el lirio de la revolución. Sí, tío Abel leyó mucho a Martí desde que su maestro en su pueblo natal lo animara a hacerlo. Y además a un par de europeos “extravagantes” que habían cambiado el curso del mundo allá en Europa. Uno, dos libros bastaron para que aquel joven del cual debo agradecer mis ojos virados, entendiera que era hora de detener el mundo de posguerra y hacerlo girar verdaderamente a la izquierda. Abel Santamaría estudió a Lenin sin renunciar a Martí. O precisamente por no haber renunciado a él. Una tarde llegó a ese pequeño apartamento un nuevo hombre. Se lo habían presentado… Abel sintió instantáneamente que era el hombre del mundo. Mamá sólo me contaba que las cenizas de un puro alteraban la limpieza del lugar, y que ese hombre inmenso lo recorría entre zancadas como si en sus horas se decidiera el porvenir. Fidel Castro, el hombre de las zancadas, organizó en unos meses al grupo más disciplinado, compacto y combatiente que conociera la izquierda mundial. Ese movimiento no fue un montón de histéricos suicidas, o improvisados. Fue un grupo militante y riguroso que dejó como lastre al mar su juventud y prendió para siempre la llama revolucionaria de América. Mi tío, el tío que no conocí y fue mi ídolo…a pesar de la herencia de los ojos….. Estuvo allí. Tuvo la pericia de saber antes que nadie quien era Fidel Castro. Lo supo por entender esta isla, que ha contado siempre de hombres grandes, y no tolera la mediocridad. Fidel dijo que tío Abel era el alma del movimiento. Y así fue. Después del asalto al Moncada, cuando un inservible traicionó a los combatientes del Hospital Civil, se le ocurrió a un esbirro sacarle los ojos a Abel… a mi tío Abel. Pretendió que mi madre hablase en nombre de esos ojos. Necios. Mi madre lo supo todo y ya desde su tristeza soñó con aquel hombre de largas zancadas, que haría devolver la luz a la mirada de su hermano para toda la vida. ¿Fue una organización con ideas comunistas quién atacó al Cuartel Moncada en 1953? ¿El tío Abel fue comunista? ¿Qué se dijeron esos dos hombres al leer el viejo libro de Carlos Marx ” Crítica de la economía política “, que descansa en paz en el museo de 25 y O ? Esos muchachos condujeron a mi pueblo por el verdadero camino. Este camino escabroso. Pero el único verdadero. La verdad filosófica se desprende después del arduo examen, según se dice. Mi madre no tuvo tiempo. En un solo instante se hizo combatiente frente a los ojos de mi tío. “Abel no ha muerto, porque morir por la Patria es vivir “…sentenció una chiquilla pueblerina con sexto grado de escolaridad frente a un sanguinario. Estos versos rezan en el Himno Nacional. Aquellos versos que escribió Perucho Figueredo un 20 de octubre en su caballo sudoroso. Frente al dolor apeló mi madre a la consecuencia de estos versos. Esta mujer agarró lo que había en su hermano, se unió a los mejores cubanos, apostó por Fidel y devolvió su sonrisa al conocer al Che. Otro pícaro que le había prometido beber mate “cuando se fueran a hacer la revolución a la Argentina”. Este otro hermano, hermano espiritual, la convenció de que de nada servía la felicidad de Cuba si América y el mundo se estaban desgarrando. En escasos años trasladó Haydée su amor a la América y desde su Casa conspiró con el mejor aliado de la libertad para unir los pueblos: la cultura. Con la Casa funcionando, Cuba en marcha, dos hijos en el regazo, no lograba vivir en paz lamentando que el Che no le había llevado a Bolivia. No necesitó mi madre leer grandes documentos para saber que el internacionalismo es la piedra angular de la revolución… Le bastó amar a su hermano; al hombre de las zancadas grandes; y a un argentino irónico en cuya pericia se confiaron las ideas auténticas del socialismo. La mayor contribución del Che no fue la perfecta invasión a occidente, ni la heroica batalla de Santa Clara, sino la audacia y pertinencia con que salvó de la retórica manualista las ideas frescas del socialismo. No en balde ” El hombre y el socialismo en Cuba” será recordado como Crítica del programa de Gotha o El estado y la Revolución. Y el mensaje a la Tricontinental es la más auténtica actualización del ” Manifiesto Comunista”. De esto se debe hablar más todavía. “Crítica a la economía política” está salpicado con letras del hombre de las zancadas. Quizás él nos pueda decir algún día hasta donde habían leído la literatura marxista. Mas no me cabe dudas que una legión de marxistas acompañaron silenciosamente a Fidel y a mi tío en el Moncada. Aunque estos jovencitos no los conocieran. Sí .El proyecto revolucionario de Fidel Castro contó con un partido de vanguardia que nos arrastró a la revolución socialista sin haber pensado una sola vez en el posible apoyo soviético. Esta legión sí estuvo al lado de esos hombres. Una legión de asesinados. Nos mataron a Mella y a León Trotsky. A Antonio Gramsci lo extinguieron lento en la prisión y a Lenin, de cierta forma lo asesinaron, a la Luxemburgo nos la mataron también. El Che fue asesinado mucho después. Gran parte de los marxistas más cultos de la historia dieron su vida por la revolución. Tenemos más mártires que el cristianismo. Algo de eso dijo Federico Engels. Estaban todos convocados en magistral orquesta, dirigida por José Martí. Esa música inspiró a la juventud cubana. Pues de lo que no caben dudas es que esa generación contaba con la verdad. Y la verdad es tan sólo una, por más poesía y modos alternativos que quieran encontrar. A estos enemigos de siempre se les olvidó matar a Fidel, que les da vida a todos juntos y le sobra todavía. ¡Oh sí!, sí han tratado, pero resulta imposible y han fracasado centenas de veces. Y en este 20 de Octubre, para celebrar entre otras cosas los versos de Perucho, y el cumpleaños del tío, vuelven Cuba y Fidel a apelar a la cultura para cuidar la revolución. Allí en el centro de la isla es la fiesta. Allí donde nació Abel y donde yacen los restos del argentino que no llevó a mi madre a Bolivia. Pero el Che no está allí bajo la tierra; está en los miles y miles de jóvenes instructores de arte que aplaudían felices al Comandante en esta nochecita de Octubre. El Che y Abel festejaban junto a su mejor compañero la graduación de más de tres mil jóvenes bachilleres en Humanidades e instructores de arte. En menos de cinco años cuenta el país con más de 20 000 estudiantes matriculados en quince escuelas. Muy curioso. Estas planes han dado en llamarse ” Batalla de ideas ” (tened en cuenta esta frase). Y han reverdecido mientras más lejos está el desastre del “socialismo europeo”. Batalla. Para los que puedan acusar a la revolución de quietud pensad que el Juramento de Baraguá donde decidimos seguir luchando hasta el fin del imperialismo, fue suscrito por Fidel y su pueblo. Pues bien. Esta batalla de ideas ha logrado que contemos con instructores de arte que llenan las escuelas, las casas de la cultura, y los barrios. Me pregunto que si este hombre de las largas zancadas y Abel hubiesen imaginado esto, en aquella charla que tanto incomodaba a mi madre, por las cenizas en el suelo. Eso sí, ya no hay más cenizas. Fidel se ganó una medalla de la Organización Mundial de la Salud por dejar el tabaco, sin embargo siguen las zancadas del Comandante. No sólo contamos con jóvenes ilustrados, sino que nuestros jóvenes sienten que forman parte de la revolución. Esta es una nueva revolución. Desde que comenzó la batalla de ideas son estos jóvenes el mejor antídoto para cualquier aventura ideológica en contra de ella. Urge que crezcan, urge que se apuren a entender que son un verdadero y fresco partido revolucionario. Finalizaba el acto. Las luces artificiales iluminaban al Che y a Fidel, que estaba más prendido que nunca con ojos de auténtico orgullo. Las cámaras de televisión sudaban por las lágrimas de alegría de una multitud de niños expectantes uniformados con colorida vestimenta. Exhibían como banderas sus diplomas y esperaban una hermosa fiesta a compartir con el Comandante. “¡ Viva la Patria! ¡Viva la Revolución! ¡Viva el socialismo ! Y como dijo quien regresara a Cuba con su destacamento de refuerzo, aquí junto a nosotros. ¡ Hasta la Victoria siempre ! Concluyó Fidel. El hombre de las zancadas alargó el andar. Recordaba de seguro aquellos pasos prolongados en el pequeño piso de Abel y Haydée donde comenzó su revolución. Abel que cumplía años, el Che fue quien despediría sus palabras con la Victoria de Siempre. Observó en el horizonte la risa de los chicos más felices del mundo y ardía en deseos de abrazarlos. 25.000 villaclareños le saludaban agitados. Una zancada…otra… y esta vez su pie izquierdo cayó en el vacío por un desnivel que la emoción no le permitió calcular. Se detuvo por instante la rotación de la Tierra. A todos los cubanos se nos paralizó de angustia el corazón. A los cubanos y a ese batallón de amigos que nos rodean por el mundo. Fidel tropezó y por su pericia de guerrillero protegió su frente. No se sentía nada, hasta las moscas inmovilizaron su vuelo y las luces de esa noche se apagaron por un breve instante en nuestras pupilas. Dos segundos, tres, apenas diez. Diez siglos más bien. ¡ Y al fin! Fidel sentado en una silla con la misma sonrisa de siempre intentó, a pesar de su intenso dolor, reiniciar la alegría extinguida de esa noche llena de premoniciones. “Les pido perdón por haberme caído” y mofándose de la publicidad, aseguró estar impaciente de ver cómo habría recogido la prensa extranjera el accidente. “Me da pena únicamente el mal rato, el posible sufrimiento que les ocasioné con esto”. Les pidió que hicieran la fiesta y los jóvenes llorando se negaban como niños pequeños y sin creer en ningún intermediario, pidieron ya durante su viaje a la capital, que Fidel dijese como estaba. Él los tranquilizó como pudo y les rogó seguir la fiesta “no me sentiría feliz si suspenden la actividad”. Fidel no tiene permiso para estornudar. Nos arrulla tanto con su salud, que le robamos el derecho de enfermar o accidentarse. Pero este hombre de las zancadas vive en campaña y si tropieza es sólo para buscar una nueva victoria. Durante su viaje a la Habana, fracturada su rodilla en ocho pedazos y lastimado su brazo siguió trabajando. Otro Comandante allá por Venezuela le llamó también desolado. La intervención quirúrgica de la rodilla duró algo más de tres horas. El paciente estaba conciente observando cada paso de los cirujanos que reconstruían con pericia la rodilla del hombre de las largas zancadas. Al día siguiente redacta una crónica exacta de lo sucedido dedicada al pueblo. Una vez más Fidel sabe y siente quién es su mejor aliado. Me pregunto qué pasaría si los candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos por ejemplo, se cayeran en plena campaña electoral. ¡Tonta que soy ! No puede ocurrir, pues esas dos marionetas del capital no fundan nada, sus jóvenes los mandan a una pestilente y bochornosa guerra. En lugar de formar instructores de arte y jóvenes cultos le prohíben estudiar la ley de Selección Natural de Darwin y los quieren convencer de que la Amazonia no pertenece al verde Brasil. En lugar de promover en ellos los sentimientos de humanismo que colocan a decenas de miles de compatriotas fuera de nuestras fronteras en los lugares más pobres…los invitan a abusar de los árabes y a tomar fotos degradantes, mucho más para esos jóvenes rubios que para los prisioneros. No creo que alguno de esos presidentes tropiece por la emoción de saludar a su pueblo. De hecho algún 11 de septiembre preñado de tristezas y dudas no estuvo el presidente al lado del pueblo de New York. Este tipo de presidentes no tropieza porque no saben lo que es andar, ni prever, ni crear. En la Universidad de Yale no se enseñan estas cosas. Ahora se termina Octubre. Ya más tranquilos, pero con la desazón de saber que no lo volveremos a ver muy pronto con sus hermosas zancadas. Esas mismas del pequeño apartamento del tío Abel; esas mismas que con siete hombres hambrientos y un millón de estrellas en el alma se mezclaron en las montañas de mi país para engendrar uno de los ejércitos más insólitos de la última etapa de la historia. Esas mismas zancadas que sostuvieron el aliento del mundo en la crisis del Caribe, donde brilló el mejor de los estadistas, a decir del Che. El año próximo celebramos 50 años de las zancadas de Fidel al salir de la cárcel. Llevamos más de medio siglo a su lado y sucede que cada vez más jóvenes prefieren seguir esta ruta a la izquierda que él pilotea, esta ruta que tantos hombres han sembrado con su sangre y sus ideas. * Para Corrientes al Día, de Celia Hart Santamaría – Museo Ernesto Che Guevara – calle Rojas 129 Capital AAC1405 Buenos Aires – Argentina 4-903-3285

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Cuando el mérito no importa

OPINIÓN (*)

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Dijo en San Juan el presidente Fernández: “lo que nos hace evolucionar o crecer no es el mérito, como nos han hecho creer en los últimos años, porque el más tonto de los ricos tiene muchas más posibilidades que el más inteligente de los pobres”.


Esto es tan falso, tan terriblemente insultante para la inteligencia, que es difícil decidir por dónde empezar a analizarlo.  Sólo diré que Steve Jobs (Apple), Bill Gates (Windows), Jeff Bezos (Amazon) y Marcos Galperin (Mercado Libre), son algunas de las fortunas más grandes del mundo y de Argentina, y NINGUNO fue hijo de rico.  Este pelotudismo socrático y retrógrado ha sido totalmente superado en los países desarrollados… ¡Y PRECISAMENTE PORQUE LO SUPERARON SON DESARROLLADOS!

 

Luego invocó a Alberdi y Sarmiento, reinterpretándolos con un pensamiento tan retorcido que los vuelve irreconocibles.  Dijo admirarlos porque “vislumbraron la importancia de la educación pública, que nada es más importante que el conocimiento humano” y del sanjuanino aseguró que “en un gesto inigualable de igualdad, resolvió que todos los que estudian en la escuela pública calcen un guardapolvo blanco para que las diferencias sociales allí donde se aprende no aparezcan.  Con todo eso nos dijo que el estado debe estar muy presente en el desarrollo humano y que finalmente lo que más vale es la igualdad, es propender a un sistema más igualitario”.

 

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Pobres Alberdi y Sarmiento.  Si pensamos cuales referentes históricos argentinos estuvieron absolutamente en contra de la intromisión del estado (que debía ser pequeño) en el quehacer cotidiano de los ciudadanos, fueron sin dudas estas dos inmensas figuras de nuestra patria.  Hacer semejantes distorsiones de su pensamiento es una ofensa a sus memorias y, como se hacía en la escuela, debería lavarse la boca con jabón para limpiar sus palabras.

 

Alberdi decía que “la omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual” y que “la grandeza del vecino, forma parte elemental e inviolable de la nuestra”, LO OPUESTO al igualitarismo y el desconocimiento del mérito.

 

¿Y qué pensaba Sarmiento?, al que dijo admirar.  El sanjuanino dijo: “las cumbres se alcanzan doblando el empeño” y “toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio”; Don Domingo era un ferviente defensor del mérito, concepto que el señor presidente denigra.

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Es increíble que en la actualidad, con lo fácil que es conocer la realidad de otros países, todavía existan personas “educadas” (en realidad son apenas instruidas, la educación implica pensamiento crítico algo que les es ajeno) que sean tan ciegas como para dejarse engañar así.

 

El presidente habla de defender el federalismo y a las provincias del “pulpo” del puerto, cuándo el mayor héroe de esta gente fue Rosas, quien prohibió los puertos del Paraná para que todo el comercio exterior pasara por Buenos Aires, empobreciendo a las otras provincias.  Obsesión rosista por el monopolio del puerto porteño que condujo a la muerte a valerosos patriotas en la Vuelta de Obligado, sacrificio disfrazado con la mentira de la “defensa de soberanía”.

 

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Valga la apostilla: ese fue el mismo Rosas que le quitó los sueldos a los docentes de las escuelas y universidades estatales, hundiendo en la ignorancia a los pobres y yendo en contra de la tan mentada “igualdad de oportunidades” con la que se llenan la boca.

 

¿Habla del federalismo y de trato igualitario para todas las provincias?, cuando el peronismo fue el mayor promotor del crecimiento del conurbano bonaerense y que le otorgó tantos subsidios a la luz, el gas y a los combustibles, que hacía que en Buenos Aires se pagara hasta 5 veces más barato los servicios públicos que en el resto del país.  ¿En serio?  ¿Se puede ser tan caradura?  Y lo peor, ¿se puede ser tan idiota como para creerles?

 

También dijo Fernández: “lo que uno más debería desear como argentino, es que cada argentino tenga la oportunidad de nacer…”, ¿oportunidad de nacer?, ¿de qué oportunidad de nacer habla quien defiende el aborto?, ¿se puede ser más cínico y contradictorio?  “…Y de morirse feliz después de haber vivido bien, en la provincia donde ha nacido”, ¿morirse feliz?, ¿Cómo Solange que murió sin ver a su padre?, ¿o Facundo Astudillo?, ¿o Franco Martínez?, ¿o Franco Isorni?, ¿o Luis Espinoza?, todos desaparecidos y muertos en democracia en este 2020.

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Entiendo (no comparto) que los que “están prendidos” defiendan “el modelo”… ¿pero el resto?, ¿el laburante que deja más de la mitad de su sueldo en impuestos para mantener punteros y para que le den por sus impuestos la porquería de salud, educación, seguridad y justicia que tenemos?, ¿el profesional que como universitario debería ser capaz de ver más allá de las mentiras de los demagogos?  Cómo decía Sarmiento y se aplica a los “educados” que egresan de la universidad: “era el que más sabia… Pero el que menos entendía”.

 

Lo cierto es que a decir del gran sanjuanino: “la ignorancia es atrevida”, pero aún es más atrevida la avaricia, la soberbia y el despotismo de quienes conducen hoy el destino de nuestra patria y que lejos están de seguir el siguiente principio rector del cuyano: “fui criado en un santo horror por la mentira, al punto que el propósito de ser siempre veraz ha entrado a formar el fondo de mi carácter y de ello dan testimonio todos los actos de mi vida”.

 

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Quienes creemos en la Libertad, en la igualdad ante la Ley y no por la Ley, y en el Respeto por la vida y la propiedad del prójimo, no solo tenemos el deber ético y moral, sino también la impostergable necesidad de oponernos y manifestarnos en contra de los atropellos que se están cometiendo contra los argentinos y contra la República.   

 

El momento es YA… antes de que terminen de hundirnos y de someternos, antes de que no quede nada por salvar.

(*)  Rogelio López Guillemain

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Opinión

Reconvertir proyectos e innovar

POR MARIA EUGENIA MANCINI

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La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto profundo en nuestras sociedades. Además de la crisis sanitaria, ha afectado la educación, la vida social y los medios de subsistencia. A una economía difícil, esto lo ha profundizado aún más.


Para nuestros jóvenes muchos de estos impactos será a largo plazo y multidimensionales: Por ejemplo, 191 países han implementado el cierre de escuelas a nivel nacional o local, y 1,5 mil millones de personas no pueden asistir a la escuela ya que no disponen de tecnología básica para acceder a las plataformas educativas.

 

Sin embargo, hay muchos jóvenes liderando esta crisis y no se han quedado de brazos cruzados. Hay una Juventud que está apoyando el diseño y la ejecución de programas sociales pensando en caminos creativos y de respuesta.

 

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También debemos destacar la variedad de emprendimientos que han surgido adaptando propuestas comerciales a estos nuevos tiempos donde se pudo ver la creatividad y el desarrollo de productores locales.

Es fundamental continuar apoyando estos proyectos para que tengan continuidad formulando estrategias competitivas, incentivando y se conviertan en micro empresas sustentables económicamente.

 

Sumar programas de recuperación en base a economías locales y ver como su fuerza creativa comienza a enriquecer a instituciones, proyectos sustentables  y caminos nuevos para salir adelante.

 

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Pienso que un camino de desarrollo  es no solo fortalecer las economías regionales sino volver a los oficios, capacitarnos y tener herramientas prácticas para generar recursos propios.

 

Estamos atravesando un momento de reinvención muy grande y donde más que nunca necesitamos estar unidos, sacar nuestras fortalezas y trabajar juntos como sociedad pensando en lo que queremos construir, diseñando la sociedad futura, poniendo  foco en nuestros recursos y liderar.

 

Es fundamental generar herramientas para crear una sociedad más igualitaria y solidaria y no solo como respuesta a la pandemia sino también pensando a largo plazo y abordando todos  el compromiso de crear un cambio duradero.

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Opinión

La “borocotización” de Alberto

(*) OPINIÓN

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Recuerda una crónica del diario perfil: “Eduardo Lorenzo Borocotó el 23 octubre de 2005 obtuvo una banca. Pero antes de asumir algo cambió. El 9 de noviembre visitó la Casa Rosada, acompañado por su hijo. ¿Con quién tenía cita? Con el actual presidente Alberto Fernández, quien era jefe de gabinete de Néstor Kirchner.  Borocotó se reunió con los dos. A Kirchner no lo conocía. A Fernández, sí.


El mismo día del encuentro en la Rosada, Borocotó anunció su partida del bloque macrista: armó un mono-bloque independiente, afín al kirchnerismo. Alberto Fernández explicó la jugada: "Tenemos que ser amplios. Hay muchos votantes y dirigentes de ARI que están descontentos con Carrió, por ejemplo. Y nosotros estamos abiertos a recibirlos, así como a los radicales, peronistas y a todos los que crean en el proyecto del Presidente".

 

En nuestras democracias actuales, se debería empezar a pensar en que los ciudadanos, en vez de elegir a personas que encarnen proyectos, ideologías, o letras muertas de lo establecido en partidos políticos, votemos directamente, proyectos, propuestas, modelos o formas de hacer las cosas y que la ejecución de las mismas, pase a ser un tema totalmente secundario, esto sí podría denominarse algo que genere una revalidación de lo democrático, pero no estamos en condiciones de hacerlo actualmente, primordialmente porqué el gobierno de ese pueblo, está en manos de uno sólo, a lo sumo, en cogobierno por un legislativo (con flagrantes problemas en relación a la representatividad, que sería todo un capítulo aparte el analizarlo) y supeditado a un judicial, que siempre falla, de fallar en todas sus acepciones, liberar la opción de ese pueblo, para que elija su gobierno, mediante las ideas que se le propongan, sin que sea esto eclipsado por la figura de un líder o lo que fuere, en tanto y en cuanto siga siendo uno, recién podrá ser posible, cuando su vínculo con la vida y la muerte, no tenga que ser anatematizado mediante la creencia o no creencia, que como vimos son las dos caras de una misma moneda, en un ser único y todo poderoso, creador de este mundo y de todos los otros, los posibles como los imposibles.

 

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La violencia del estado que en la actualidad se traduce en su sobre-presencia en ciertos sectores a costa de la ausencia del mismo en vastas áreas y bolsones, la sobreactuación de un supuesto sentir o hacer democrático, en donde sólo se ejerce una dudosa aclamatoria de mayorías (sistemas de preselección de candidatos cerrada, como internas que no se llevan a cabo, que transfieren el sentido de elegir por el de optar, entre quiénes ellos, de acuerdo  a sus reglas disponen que tengamos que optar, es decir elegir condicionados) debería estar tipificado en la normativa, como uno de los delitos más flagrantes contra las instituciones y el pleno ejercicio de la libertad, de tal manera, la ciudadanía no tendría excusas como para no levantarse en puebladas, en manifestaciones que dan cuenta de la total y absoluta anomia, en que la incapacidad de cierto sector de la clase política nos puede volver a conducir en cualquier otro momento u oportunidad. Propuestas es lo que sobra, se precisa de predisposición de estos para hacerles sentir a la ciudadanía que algo determinan, con el pago de sus impuestos y con sus votos. En tiempos electorales, una práctica que debería ser desterrada y que es una muestra expresa del democraticidio, es la compra de votos, sea mediante una dádiva, prebenda, por intermedio de corte de chapas, dinero, mercadería, merca o lo que fuere, como de las mentiras flagrantes e inconsistentes las que ofrecen por doquier. Como también lo es la no sanción de los hechos de corrupción, o la dilación en demasía para resolver los mismos, perpetrados por hombres que hayan pertenecido al funcionariado público.

 

Si somos presa de políticos corruptos seguiremos encarcelados en el imperativo de una sociedad penalizada y penalizante para sancionar delitos y no para reconvertir conductas que no nos lleven a ellas.

 

Hasta aquí sí se quiere, nada nuevo bajo el sol, o desconocido para todos aquellos a quiénes, Alfonsín nos prometió que con “la democracia se educa, se come, se cura, no necesitamos nada más, que nos dejen de mandonear…” la nueva modalidad, de estas suertes de “democraticidios” que nos afectan, es que el poder unipersonal del ejecutivo nacional, pasó a un sistema, tal como lo definió un constitucionalista “vicepresidencialista” y por tanto, Alberto, el creador del “borocotismo”, tal como Víctor Frankenstein, pasó a ser víctima de su propia creación, de su mutación práctica de lo representativo.

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En la aceleración, profundización o intensificación del cristinismo, camporismo o kirchnerismo recargado, en el que recayó Alberto, no quedaría otro espacio en la historia para él, que un título de un libro escrito por Miguel Bonasso, acerca de Héctor Cámpora; “El presidente que no fue”.

 

La mayoría que se construyó a tales efectos, con una propagación mayor que la de un virus desconocido y contagioso, se reconstituye con proverbial dinámica y en las próximas elecciones demostrará cuán cerca o lejos puede estar de un poder político, en la actualidad, “borocotizado”.

 

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(*) Por Francisco Tomás González Cabañas.

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