El Mundo
El Plan Cóndor del pensamiento
LUÍS AGÜERO WAGNER (*)
El escritor, filósofo y crítico artístico estadounidense Harold Rosenberg, conocido por acuñar la definición de arte abstracto y teorizar sobre el expresionismo, calificó alguna vez la guerra fría como una batalla donde con falsedades se luchaba por intereses verdaderos.
Es conocido el papel de la CIA en el derrocamiento de líderes populares para instalar en el poder a tiranos criminales en todas las latitudes, rol prolíficamente documentado en casos como Irán, Guatemala, Chile, entre tantos otros. Menos conocido es que ya desde su nacimiento en 1947, la CIA estructuró un extendido entramado de agentes y estrategas políticos apoyado por los grandes monopolios y enlazado con las universidades de la Liga de la Hiedra, el elitista conjunto de las universidades del Noroeste estadounidense. Este conglomerado de talentos e intereses siniestros cuyo principal adversario estaba identificado en la expansión comunista se abocó con eficacia a promover los ideales acordes a sus pretensiones en una suerte de nueva era de la ilustración, que sería conocido como “El Siglo Americano”, y en cuya segunda edición trabajan hoy los hombres de George W. Bush. Aunque en forma involuntaria, la mayoría de los más destacados intelectuales, artistas y comunicadores del mundo se vincularon a este objetivo velado que patrocinó operativos culturales sin escatimar recursos, doblegando a todas las corrientes que le salieran al paso. Así surgieron congresos por la Libertad Cultural, como el instalado en París en 1950, y tantas otras conferencias de pensadores que unificaron sus esfuerzos en aras de la hegemonía cultural norteamericana en el mundo. En el Cono Sur americano la praxis genocida y los postulados teóricos se acrisolaron en compendios de falsedades difundidos por los intereses tangibles de Washington. En los países que vincularon las dictaduras genocidas en el siniestro Operativo Cóndor, estas ideas fueron sintetizadas e instrumentadas en la denominada “Doctina de la Seguridad Nacional”, serie de juicios parciales y medias verdades con las que se justificaban medidas radicales contra la insurrección en Latinoamérica. La doctrina propagó una visión difusa y ampliada del enemigo, incluyendo en la misma bolsa tanto a combatientes guerrilleros o terroristas rebeldes como a intelectuales que propagaban ideas “peligrosas”, lo cual dio un verdadero cheque en blanco a Pinochet, Videla, Stroessner y otros tantos para negar los más elementales derechos a quienes cuestionaban sus abusos de poder. Una doctrina que llevaba en sí misma la diabólica perversión de fatales sofismas sirvió así para perseguir sin piedad a pensadores, pedagogos y universitarios considerados seres viles y apóstoles de la maldad que no merecían ninguna compasión. Esta doctrina que justificó atrocidades inimaginables alcanzó en Paraguay al educador Martín Almada, quien realizando estudios de pedagogía en la Universidad de La Plata tuvo un encuentro casual en esa ciudad de la Argentina con el agregado militar de la República Argentina en Paraguay, coronel Juan Carlos Moreno. El militar argentino retirado era en ese entonces “asesor” del Rector de la Universidad, un personaje que también se encontraba vinculado a las universidades del Brasil manejadas también en ese tiempo por los militares. Tres décadas más tarde el descubridor de los archivos del Terror (Almada), comprobó que había sido Moreno quien gentilmente acercó al dictador paraguayo Alfredo Stroessner un ejemplar de su tesis “Paraguay: Educación y Dependencia”. Inspirado en la educación liberadora de Paulo Freire, la tesis de Almada enfatizaba el papel alienante del sistema educativo paraguayo en beneficio de los intereses oligárquicos vinculados a los centros de poder imperialista, y abogaba por mayor independencia en ese sentido. Hubiera sido una temeridad hablar de una cuestión así en Paraguay, donde la sola mención de alguna terminología de raíz marxista – en este caso la “dependencia”- significaba un viaje asegurado a la cárcel, el exilio o el cementerio. Pero el educador pensaba que se encontraba libre de tales consecuencias en una afamada universidad de un país mucho más evolucionado y culto que el Paraguay. El problema es que ese país se encontraba en “proceso” de reorganización nacional. Un verdadero comité internacional de agentes de inteligencia integrado por brasileños, argentinos, chilenos, uruguayos, bolivianos y paraguayos desfilaron por la mazmorra donde torturaron a Almada por un mes, cada uno de ellos intentando relacionarlo con alguna actividad subversiva de su respectivo país. Luego de aclarar dudas, lo enviaron a rendir cuentas al Tiranosaurio Stroessner, quien ordenó confiscarle los bienes y lo mantuvo en la cárcel por tres años, al cabo de los cuales obtuvo asilo político y partió a un largo exilio que duró 15 años. Uno de los colaboracionistas con el esquema de la injusticia global durante y después del Operativo Cóndor, el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti, desató hace unos días el repudio de luchadores por los derechos humanos en Paraguay, con sus tendenciosas declaraciones en contra de la autonomía de pensamiento de los políticos latinoamericanos, rechazando la integración soberana y del ingreso de Venezuela al MERCOSUR, y en defensa del papel desestabilizador que hoy representan la diplomacia e intereses del mismo imperio que inspiró y sufragó el Plan Cóndor en la región. Cada palabra que logró articular sonó como un aletargado eco de la óptica norteamericana sobre Castro, Chávez, Morales y otros gobiernos relacionados con el ideal de la independencia integral de Latinoamérica. Difícilmente podría esperarse otra cosa de quien ayudó a redactar la ley de educación que se aplicó durante la dictadura uruguaya, mentor del Pacto del Club Naval que aseguró la impunidad a los responsables del terrorismo de estado que asoló a su país, y cómplice de los escuadrones de la muerte que persiguieron a los luchadores sociales en los tiempos previos a la represión militar. Un documento desclasificado de los años de la guerra fría definía a la forma de propaganda más efectiva como aquella en la que el individuo actuaba en la dirección que el imperio deseaba, pero creyendo que lo hacía por razones propias. Tal vez hacernos obrar en ese sentido era el objetivo del libreto que recitó Julio María Sanguinetti en Asunción, antes de partir a para recibir honores de las clases dominantes en otros países donde al igual que por estos desolados paisajes, el imperio también mueve los hilos de títeres y titiriteros. (*) Recibido por Corrientes al Día desde Asunción del Paraguay
El compositor mexicano, Armando Manzanero, murió la madrugada de este lunes a los 85 años, víctima de un paro cardíaco y luego de sufrir complicaciones por COVID-19.
“Yo tengo que lamentar mucho, porque me están informando del fallecimiento de don Armando Manzanero”, declaró este lunes, en su habitual conferencia matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
“Lamento mucho su fallecimiento. Además un gran compositor… Le enviamos a sus familiares, amigos, a los artistas, a todos los cantautores nuestro pésame, nuestro abrazo, por esta pérdida tan lamentable para el mundo artístico y para México”. En ese momento el presidente dijo que ya no quería seguir con su rueda de prensa diaria de este lunes, misma que finalizó con “Adoro”, un tema de Armando Manzanero.
Ricardo Montaner, cantautor argentino naturalizado venezolano, también confirmó esta noticia en su cuenta de Twitter, al dedicarle a su colega y gran amigo el tema que grabaron juntos llamado “Te extraño”.
La lamentable noticia también fue confirmada por la periodista mexicana de espectáculos Pati Chapoy. “Con dolor en mi corazón les informo que falleció Armando Manzanero”.
Además, diversos medios nacionales mexicanos y de otros países latinos señalaron que fue la manager del compositor, Laura Blum, quien confirmó el deceso.
El cantante enfermó después de inaugurar su museo en Mérida, Yucatán, y su salud se deterioró en cuestión de días y siempre fue considerado como un paciente de riesgo por su edad y la diabetes que padeció por varios años.
Siguiendo el protocolo, el cantautor se resguardó en su casa donde le dieron todos los cuidados necesarios como un concentrador de oxígeno propio.
Fuente: infobae.com
El Mundo
Putin no se aplicó la Sputnik V porque no es recomendable para mayores de 60 años
VACUNA RUSA
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, prometió que se vacunará “sin falta, apenas sea posible”, contra la covid-19, en su tradicional rueda de prensa anual, que este año se celebra de manera telemática debido a la pandemia del coronavirus.
“Yo atiendo a las recomendaciones de nuestros especialistas y por eso por ahora no me he puesto la vacuna, pero lo haré sin falta cuando sea posible”, dijo el jefe del Kremlin al contestar a una pregunta sobre si había vacunado.
Explicó que la vacuna que se emplea en la campaña de vacunación el país, la Sputnik-V, está aprobada para un determinado grupo de edad, de 18 a 60 años: “A la gente como yo la vacuna todavía no llega”, dijo Putin, que el 7 octubre pasado cumplió 68 años.
Según declaraciones que reproduce Bloomberg, algunos insumos necesarios para fabricar la vacuna escasean, por lo que la producción se encuentra también demorada.
Indicó que la pandemia de covid-19 ha causado un “mar de problemas”, que Rusia -subrayó- “ha afrontado con dignidad”. “En parte, quizás, mejor que en otros países que con razón están orgullosos de su economía y del desarrollo de sus servicios sociales y sistemas sanitarios”, agregó el presidente ruso.
Destacó que “en el mundo no había ningún sistema sanitario preparado” para hacer frente a la pandemia del nuevo coronavirus y que el sistema ruso “resulto más eficaz en comparación con los de otros países”.
Además indicó que si al comienzo de la pandemia contra el coronavirus luchaban 8.300 médicos, actualmente son 150.000 gracias a los programas de perfeccionamiento y a la readecuación de los hospitales para tratar a los pacientes con covid-19.
En este sentido, destacó la capacidad de Rusia para “movilizar recursos rápidamente”. A día de hoy en Rusia han muerto 49.151 personas de covid-19 y el país, con un total de más de 2,7 millones positivos por coronavirus, ocupa el cuarto lugar en el mundo por número de contagios detrás de Estados Unidos, la India y Brasil.
Fuente: infobae.com
Se produjo una caída generalizada de varios servicios de Google, y desde el navegador por ejemplo es imposible para los usuarios acceder a servicios como Gmail o YouTube, que dan como respuesta un error 500.
La incidencia afecta aparentemente a usuarios de todo el mundo tanto en ordenadores de sobremesa y portátiles como en móviles. No es posible acceder a servicios como Gmail, Calendar, Docs o YouTube, aunque otros como Translate o Maps parecen seguir funcionando.
Servicios como DownDetector que permiten comprobar el estado de diversos servicios en internet gracias a los informes que envían y comparten los usuarios muestra problemas en servicios como Gmail, aunque de momento la mayoría de problemas parecen registrarse en Europa, con algunas zonas en Japón, India y la costa este de Estados Unidos también mostrando incidencias.