“Corrientes al Día” tuvo acceso a un informe del WORLD DATA SERVICE que dice que “mientras que el presidente George W. Bush, en medio de su carrera reeleccionaria, ve caer el apoyo de la opinión pública norteamericana a su guerra en Iraq, los demócratas se disponen a luchar entre sí en Iowa, donde se votará hoy con el fin de nominar un candidato a los comicios presidenciales de noviembre de este año. Lo que hará el partido opositor en este caucus o reunión eleccionaria es iniciar de esta manera un tortuoso proceso de presentar una opción capaz de derrotar a Bush en las urnas. La mayor deficiencia interna de los demócratas para cumplir ese objetivo es, según especialistas, no haber encontrado aún una figura “aglutinadora” como lo fue antes Bill Clinton.

El informe continúa diciendo que “en la esfera externa, los demócratas tendrán que combatir el ensordecedor martilleo -nacional e internacional- de la administración Bush con su programa antiterrorista, el cual exige “unidad” pero detrás del actual inquilino de la Casa Blanca, y un supuesto repunte de la economía que la campaña proselitista republicana se ha encargado de diseminar, sea o no sea real.
“Todo ello en conjunto juega para provocar entre los demócratas el síndrome de la incertidumbre: los candidatos están en una lucha entre si compulsados por sondeos de opinión que no brindan, en Iowa, una ventaja decisiva a ninguno.
“Esa lucha perruna ha traído a la superficie la fragilidad y poca elaboración de los programas de cada uno de los precandidatos en cuanto a “asuntos relevantes” como son impuestos, las guerras y el papel del gobierno.
“A partir del lunes (hoy) se pondrá a prueba si de veras hay un movimiento hacia cambios fundamentales en el Partido Demócrata”, dijo a la prensa norteamericana Joe Lockhart, descrito por la publicación Knight Ridder como un veterano estratega demócrata que fue ayudante de Bill Clinton.
“Sin embargo, vale advertir que Iowa no es más que el comienzo. Esta batalla interna, según analistas, se prolongará por meses, pasando por diversas regiones. Después de la votación de Iowa y en Nueva Hampshire el 27 de enero, los demócratas en el sur y el suroeste lo harán el 3 de febrero. Y ello aumentará la controversia.
“Las encuestas de fin de semana sobre el caucus de Iowa -donde el que gana da el importante primer golpe- indican que las preferencias de los electores se disputan entre el ex gobernador de Vermont Howard Dean, el senador de Carolina del Norte John Edwards y el representante Dick Gephardt de Missouri y el senador John Kerry de Massachusetts.
“Aún están fuera de la pelea por no haber hecho campaña en Iowa el general retirado Wesley Clark y el senador Joseph Lieberman de Connecticut, ambos con un apoyo considerable en otros estados.
“Algunos especialistas, prosigue el documento al que tuvo acceso “Corrientes al Día”, indican que Dean será favorecido este lunes por su oposición decidida a la guerra en Iraq. También el precandidato y representante de Ohio, Dennis Kucinich de Ohio, ha presentado una conducta antibélica firme.
Dean, de manera adicional, fue beneficiado por la retirada de la contienda de la ex senadora por Illinois Carol Moseley Braun, quien lo apoyó públicamente y cuya campaña presidencial por el Partido Demócrata nunca cobró gran impulso.
Mientras tanto, Bush parecía tan complicado con su propia reelección como con los comicios que ha planteado para Iraq con el fin de elegir un gobierno autónomo que nadie parece desear entre los políticos iraquíes dispuestos a participar.
Tal es la preocupación del mandatario en ese sentido que despachó a su administrador civil de Estados Unidos en Iraq, Paul Bremer, para que se reúna también hoy en Nueva York con el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, acompañado de los miembros del Consejo de Gobierno Iraquí.
“La Casa Blanca dijo que en ese encuentro se discutirán los planes de Washington para la transferencia del poder a los iraquíes -prevista para finales de junio- y el papel que jugará la ONU en ese proceso. En la Casa Blanca, la Oficina Oval debe haber retumbado con un ataque el domingo con un coche bomba en la entrada principal del cuartel general de las fuerzas de la coalición dirigida por Estados Unidos en Bagdad, el cual dejó al menos 25 muertos, entre los que al parecer hay dos estadounidenses, y un centenar de heridos.
Hasta el momento ya son más de 500 los soldados norteamericanos muertos en territorio iraquí desde que Bush anunció el primero de mayo pasado que estaban terminadas las “grandes batallas” de la guerra.
El ataque se produjo precisamente un día antes de la reunión Bremer en Naciones Unidas y es el más mortífero de los registrados en Bagdad.
“Un testigo ocular dijo a la agencia británica BBC que “el pánico se apoderó de los soldados, algunos de los cuales se echaron al suelo. Vi empleados caer heridos. Fue muy fuerte, nunca había oído una explosión como ésta”.
El pánico puede ser hoy mayor para Bush. Según una encuesta hecha por la CBS y el New York Times, publicada también el domingo, antes de conocerse el atentado, aseguró que el respaldo obtenido por el presidente para su guerra en Iraq a partir de la captura de Saddam Hussein , se disipó. La conflagración en sí es, actualmente, su Talón de Aquíles.
De acuerdo con el sondeo, la opinión electoral global sobre Bush es ahora de un 50 por ciento y se apoya en su programa antiterrorista interno y el supuesto repunte de la economía. No en la guerra. “El señor Bush es ahora una figura polarizada en un país agudamente dividido en el cual 9 de cada 10 republicanos apoyan su administración y solo 1 de cada 4 demócratas”, dijo el Times.
El sondeo demuestra que la propaganda continua sobre los peligros de ataques terroristas en Estados Unidos, y la necesidad de unidad, ha hecho el efecto de lograr un apoyo para esa conducta en particular de la Casa Blanca, brindado por parte del 68 por ciento de los encuestados.
La intención presidencial de aprovechar al máximo el terror en su favor con vistas en las elecciones de este año fue descrita por Bill McInturff, un analista electoral republicano que dijo al Times: “El pueblo quisiera saber si los demócratas serían tan agresivos como Bush en su tarea de mantener al país a salvo”.
El documento finaliza diciendo que “el sondeo fue hecho sobre mil 22 adultos entrevistados en todo Estados Unidos y su reconocimiento de error es de más-menos tres por ciento”.