La organización terrorista ETA volvió a atentar hoy en Madrid con la explosión de un coche-bomba, que contenía entre 18 y 20 kilos de cloratita y que causó heridas leves a tres personas y problemas auditivos y crisis de ansiedad a cerca de cincuenta.

La explosión se produjo sobre las nueve y media de la mañana en la calle Rufino González, en un lugar próximo a su confluencia con la de Alcalá, en el barrio de San Blas. A esa hora, la zona se encontraba acordonada por la Policía, ya que las fuerzas de seguridad fueron alertadas poco después de las nueve menos cuarto de la mañana de una llamada en nombre de ETA al diario Gara advirtiendo de la colocación de un artefacto y de la hora de la explosión, las nueve y media. Los terroristas utilizaron una furgoneta marca Renault, que había sido robada anoche en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, para perpetrar el atentado, el segundo que comete este año la organización terrorista en la capital ya que en febrero hizo estallar otro coche-bomba en el Campo de las Naciones, que causó 43 heridos leves. A la furgoneta ni siquiera le cambiaron las placas de matrícula, simplemente metieron el explosivo en una mochila y lo trasladaron a la citada calle. Los facultativos del Samur-Protección Civil han atendido hasta el momento en el lugar a 52 personas, de las que sólo tres presentan heridas leves ya que el resto tienen problemas auditivos o crisis de ansiedad como consecuencia de la explosión. Los heridos fueron asistidos en el hospital de campaña que instaló el Samur en la zona y sólo uno de ellos, un vigilante jurado de un concesionario de coches, de 42 años y que sufrió una herida en la cabeza, además de lesiones en la cara, fue ingresado en un centro hospitalario. La explosión fue muy fuerte y generó una intensa nube negra, que desapareció al cabo de unos veinte minutos, además de provocar rotura de cristales en los edificios de la zona, según explicaron a Efe testigos presenciales. Estas personas que se encontraban en la zona, que fue acordonada por la Policía en un perímetro de unos 500 metros, explicaron que se generó un intenso humo negro, que luego se transformó en una columna de humo blanco que se disolvió al cabo de unos veinte minutos. Los bomberos están inspeccionando los daños causados por la explosión en una veintena de edificios, ninguno de los cuales parece tener daños estructurales. Además, una veintena de vehículos aparcados en las inmediaciones del atentado y en las calles de Alcalá y Rufino González, han resultado dañados, si bien la mayor parte de ellos con daños menores, y en muchos casos, sólo roturas de cristales y rasguños en la chapa, aunque otros cuatro o cinco tienen daños muy importantes, e incluso alguno será siniestro total. Al lugar del atentado se trasladó también el juez Ismael Moreno, de guardia esta semana en la Audiencia Nacional, junto a una comisión judicial. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reiteró esta mañana en el Senado que el objetivo del Ejecutivo es “combatir y acabar con el terrorismo” y que el único destino de ETA es abandonar las armas y disolverse. Tras mostrar su repulsa por el atentado, el presidente aseguró que la resolución aprobada por todos los partidos del Congreso, menos el PP, respecto a un eventual diálogo con ETA, es “contundente y clara” en el sentido de que, sólo tras la disolución de la banda, “el Estado podrá escuchar y dialogar con quien ha estado en la violencia”. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, condenó también con toda rotundidad este nuevo atentado de ETA e insistió en la determinación del Ejecutivo y de todo el Estado de Derecho en la lucha contra la banda terrorista y pidió que se rebaje el “nivel de ruido” por las “especulaciones y conjeturas” de los últimos días. La dirección del PSOE subrayó que “en un país democrático como España nada se puede conseguir violentando la normalidad democrática”, por lo que recalca que “el terrorismo y ETA deben desaparecer”. Mientras, desde el PP, su portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, pidió hoy al Ejecutivo que reflexione sobre su política antiterrorista y que vuelva a “combatir con toda contundencia” a ETA, y añadió que “todo lo que sea darles balones de oxígeno” y “apelaciones al diálogo” es “un gran error”. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, señaló que ETA pretende articular una estrategia en la que “mantiene los atentados, las armas en alto y, al mismo tiempo, pretende dialogar” y matizó que “eso no es posible” porque no se puede hablar “con quien te amenaza”. La Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT) condenó el atentado y mostró su confianza en que los terroristas sean detenidos y puestos a disposición judicial, al igual que la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo. Por su parte, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) consideró que este atentado demuestra “inequívocamente el error de aquellos que pretenden dialogar con ETA sometiendo al Estado de Derecho a los designios de los asesinos”. Fuente: Terra Actualidad