Un comando israelí secuestró a cinco personas y mató a 11 en una operación el miércoles en un bastión del Hezbollah en el sur Líbano, en tanto sobre el norte de Israel se abatieron 160 cohetes, de los cuales algunos impactaron a más de 60 km de la frontera.

Esta escalada, que incluye además violentos combates en el sur del Líbano, ocurre en momentos en que persisten las divergencias en la comunidad internacional para resolver el conflicto, que se prolongará hasta “finales de la próxima semana”, según el ministro de Justicia israelí Haim Ramon. Un comando israelí secuestró a cinco personas y mató a once en una audaz operación en un bastión del Hezbollah. Durante una operación en Baalbeck (a unos 100 km de la frontera), que ha sido la que más se adentró en territorio libanés desde el inicio de la ofensiva el 12 de julio, un comando israelí helitransportado, protegido por la oscuridad de la noche, secuestró a cinco miembros de Hezbolá y mató o hirió a otros diez, según el jefe del estado mayor israelí Dan Halutz. “Hemos emprendido esta operación para demostrar que podíamos golpear en cualquier parte del Líbano”, añadió, desmintiendo informaciones según las cuales el objetivo de la operación era capturar a un dirigente de la milicia. Una de las zonas más golpeadas fue el poblado Al Jamaliyeh, ubicado a alrededor de un kilómetro de un hospital gerenciado por Hezbollah en Baalbek, uno de los objetivos de la ofensiva. La televisora Al-Manar de Hezbollah reportó la madrugada del miércoles que las guerrillas combatían a la infantería israelí al oeste de Baalbek. La transmisión dijo que los milicianos estaban involucrados en una “confrontación con una unidad israelí que aterrizó cerca del Hospital Al-Hikma, al oeste de Baalbek”. Integrantes del grupo insurgente, no obstante, negaron que las personas capturadas pertenezcan a su organización. ATAQUES DE HEZBOLLAH Una persona murió en el norte de Israel por la explosión de un cohete lanzado por el Hezbollah desde el Líbano, informaron fuentes médicas y policiacas. La víctima, un hombre que vivía en un kibutz, cerca de la localidad de Nahariya, a unos 6 km de la frontera con Líbano, fue alcanzado por la caída del proyectil, precisaron las mismas fuentes. En tanto, un cohete disparado por guerrilleros de Hezbollah cayó en territorio cisjordano y se convirtió en el proyectil que ingresa a más distancia dentro de Israel en las últimas tres semanas, dijeron testigos palestinos. Los testigos en la localidad palestina de Faquah dijeron que el cohete cayó entre ese pueblo y la vecina Jalboun, a unos 70 kilómetros de la frontera con Líbano. Dijeron que escucharon una explosión en el lugar. El ejército israelí dijo que estaba comprobando la información. Fuertes combates se libraron ayer en la población fronteriza libanesa de Aita al-Shaab, al decidir el gobierno de Israel ampliar su ofensiva en Líbano con el envío de varios miles de soldados. En tanto, la emisora de televisión de la guerrilla Hezbollah aseguró que 35 soldados israelíes murieron o fueron heridos en los enfrentamientos. Inicialmente, las autoridades de Israel no cuestionaron esa aseveración. FUERZA INTERNACIONAL El primer ministro israelí, Ehud Olmert, declaró a la televisión británica que Israel continuará su ofensiva en Líbano hasta que una “fuerte” fuerza internacional sea desplegada en el sur de Líbano. Interrogado acerca de si las fuerzas israelíes seguirán sus combates contra el Hezbollah hasta que entre en operaciones una fuerza de Naciones Unidas, el primer ministro israelí respondió con una afirmativa. “Si una fuerza internacional fuerte y efectiva es desplegada en el sur de Líbano, entonces podremos cesar los combates”, declaró Olmert a las cadenas BBC y Sky News. Francia se opone a un despliegue de una fuerza de estabilización entre el Líbano e Israel sin un acuerdo político de todas las partes, en tanto que Estados Unidos quiere que una fuerza de interposición entre rápidamente en acción en la frontera entre el Líbano e Israel. “Estamos tratando de empujar más y más al Hezbolá de donde estaba, y abrir [el terreno] para el despliegue de una fuerza internacional”, declaró el primer ministro israelí. LA INTERVENCIÓN INTERNACIONAL A pesar del aumento en el número de muertes de civiles, el presidente estadounidense George W. Bush siguió apoyando a Israel, y estaba ejerciendo presión para que Naciones Unidas emita una resolución que relacione una tregua con un plan más amplio para alcanzar la paz en Medio Oriente. Por su parte, los cancilleres de la Unión Europea plantearon un enfoque distinto, y pidieron un “cese inmediato a las hostilidades” seguido por esfuerzos para alcanzar un cese al fuego que perdure. Más de 500 libaneses y 50 israelíes han muerto desde que comenzaron los enfrentamientos el 12 de julio. Israel informó que atacará a cualquier vehículo que transporte armas desde Siria hacia Líbano, pero puntualizó que no está tratando de provocar una guerra con Damasco, dijo el martes el ministro israelí de defensa. Fuente: La Nación