El Mundo
Huelga en Nueva York: un golpe al comercio a días de Navidad.
ESTADOS UNIDOS
El paro en la red de transporte público provocó una gran caída en las ventas en una semana clave para las grandes tiendas. Y los restaurantes están vacíos. Un juez amenaza con cárcel a los líderes gremiales.
Comercios semivacíos, reservas canceladas en los restaurantes, alto ausentismo en las oficinas, millones de peatones en caminatas obligadas con temperaturas bajo cero. Postales de una particular temporada navideña en Nueva York, donde la primera huelga en la red de subtes y colectivos en 25 años entró ayer en su segundo día y dejó a la vista el desastre que podría significar para el comercio con la Navidad encima. La protesta del sindicato de trabajadores del transporte público contra la reducción de sus beneficios sociales y aumentos salariales no sólo provocó dolores de cabeza —y de piernas— a los 7 millones de usuarios que cada día viajan en ómnibus o subterráneo y debieron caminar kilómetros para llegar a sus trabajos. El paro preocupa especialmente a los comerciantes y al gobierno local, conscientes de la fuerte caída en las ventas que provocará la medida, en especial por las Fiestas inminentes. “Esto no podría haber sucedido en peor momento, si se piensa en los niveles de consumo en vísperas de las Fiestas”, se indignó el corredor de comercio Art Hogan. Los albañiles que trabajan en la construcción de un edificio de oficinas cerca de Bryant Park, en pleno centro, estaban enojados. Más de la mitad de sus compañeros faltaron, y además la obra se atrasó porque los camiones con materiales no pudieron llegar. El restaurant F.illi Ponte, en el exclusivo barrio de TriBeCa, les pagó a sus empleados los viajes en taxi para asegurarse de que no faltaran. De todos modos, no tuvieron tanto trabajo: la mitad de las reservas fueron canceladas el lunes a la noche. Los tradicionales festejos de fin de año, que en estos días suelen llenar bares y restaurantes, quedarán para cuando se levante el paro. El gerente de una cadena de comercios de ropa deportiva, Mitchell Modell, señaló que en sus locales de Manhattan las ventas cayeron al menos a la mitad. “Si esto sigue muchos días, estaré al borde del suicidio”, exageró. Para el consultor en comercio minorista Burt Flickinger, si la huelga no dura más de uno o dos días los consumidores harán sus compras cuando se levante, y no se notará un gran impacto. Pero si se extiende, los comercios perderán su semana más importante del año y “el impacto económico podría ser durísimo”. “Si esto se mantiene durante una semana, las ventas podrían caer un 50%”, estimó. Esto se reflejará también en lo que la ciudad recauda a través de impuestos. La gran tienda de descuento Century 21, muy cerca de Wall Street, era ayer irreconocible. Sus salones, por lo general inundados de clientes que buscan ropa para toda la familia, artículos para la casa y todo tipo de regalos, estaban casi desiertos. Los vendedores no corrían de un lado a otro agobiados por consultas y pedidos. Los pocos compradores se sintieron con suerte: se salvaron de las largas colas en la cajas. La escena se repitió desde el martes en una infinidad de comercios de Manhattan. Las vidrieras navideñas no lograron atraer a los neoyorquinos, más preocupados por las larguísimas caminatas o los embotellamientos que convirtieron el viaje al trabajo y la vuelta a casa en una odisea de varias horas. El alcalde Michael Bloomberg, quien por segundo día consecutivo cruzó a pie el puente de Brooklyn, advirtió que el paro podría tener “efectos devastadores” en el comercio y costarle a la ciudad US$ 400 millones diarios. Las negociaciones entre el Sindicato de Trabajadores del Transporte (TWU), que representa a 33.700 empleados, y la Autoridad Metropolitana de Transporte (TMA) parecían ayer en un punto muerto. Aunque, en una entrevista con la cadena ABC, el líder del gremio, Roger Toussaint, dejó entrever que la protesta podría terminar hoy o mañana si la patronal cede a los reclamos. “Estos asuntos pueden resolverse en horas si existe voluntad”, afirmó. El sindicato protesta contra la intención de la TMA de aumentar la edad de jubilación a 62 años para los futuros empleados, en lugar de los 55 años que rigen para los que ya están en la empresa. También reclama un aumento de 24% en 36 meses, mientras la patronal ofrece 4% en dos años. El juez Theodore Jones impuso el martes al TWU una multa de un millón de dólares por cada día de huelga, por violar una ley que prohíbe a los empleados públicos realizar paros. Y ayer amenazó con llevar a la cárcel a los líderes de la protesta. El alcalde, por su parte, calificó al paro de “ilegal” y “egoísta”. Y declaró: “Lo único que deben hacer los empleados del transporte público es escuchar a su gremio internacional, que les ha pedido que vuelvan al trabajo, escuchar al juez que les ordenó la vuelta al trabajo y examinar la situación de sus familias y sus finanzas”. Kathryn Wylde, presidenta de Partnership for New York City, una alianza de cientos de empresas, contó que un 20 por ciento de la plantilla de personal de esas compañías estuvieron ausentes ayer. Los más afectados, detalló, fueron los de los sectores sociales bajos, que viven en la ciudad pero que pueden moverse sólo con transporte público. Muchos habitantes de los suburbios también eligieron quedarse en sus casas, ante el panorama de una ciudad paralizada. Según los cálculos de la radio estatal NPR, los ciudadanos que viven en las afueras de la ciudad tardarán cuatro o cinco veces más en llegar a sus lugares de trabajo. Por eso, miles de habitantes de los barrios periféricos empezaron a caminar desde la madrugada para no llegar tarde. Con todo, el economista Rae Rosen, del Federal Reserve Bank of New York, señaló que las estimaciones oficiales pueden ser exageradas, ya que gran parte de los servicios financieros de la industria estaban funcionando casi sin problemas. Los efectos del paro serán menores “a medida que la gente se dé cuenta de cómo hacer sus negocios, cómo llegar al trabajo”. Ante este escenario de caos y parálisis en la ciudad, la Casa Blanca llamó a los huelguistas y a las autoridades a lograr un acuerdo. “Creo que es un hecho desafortunado, y espero que ambas partes puedan resolver sus diferencias para que la gente de Nueva York pueda desplazarse según sus necesidades”, señaló el portavoz de la sede gubernamental, Scott McClellan.
El compositor mexicano, Armando Manzanero, murió la madrugada de este lunes a los 85 años, víctima de un paro cardíaco y luego de sufrir complicaciones por COVID-19.
“Yo tengo que lamentar mucho, porque me están informando del fallecimiento de don Armando Manzanero”, declaró este lunes, en su habitual conferencia matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
“Lamento mucho su fallecimiento. Además un gran compositor… Le enviamos a sus familiares, amigos, a los artistas, a todos los cantautores nuestro pésame, nuestro abrazo, por esta pérdida tan lamentable para el mundo artístico y para México”. En ese momento el presidente dijo que ya no quería seguir con su rueda de prensa diaria de este lunes, misma que finalizó con “Adoro”, un tema de Armando Manzanero.
Ricardo Montaner, cantautor argentino naturalizado venezolano, también confirmó esta noticia en su cuenta de Twitter, al dedicarle a su colega y gran amigo el tema que grabaron juntos llamado “Te extraño”.
La lamentable noticia también fue confirmada por la periodista mexicana de espectáculos Pati Chapoy. “Con dolor en mi corazón les informo que falleció Armando Manzanero”.
Además, diversos medios nacionales mexicanos y de otros países latinos señalaron que fue la manager del compositor, Laura Blum, quien confirmó el deceso.
El cantante enfermó después de inaugurar su museo en Mérida, Yucatán, y su salud se deterioró en cuestión de días y siempre fue considerado como un paciente de riesgo por su edad y la diabetes que padeció por varios años.
Siguiendo el protocolo, el cantautor se resguardó en su casa donde le dieron todos los cuidados necesarios como un concentrador de oxígeno propio.
Fuente: infobae.com
El Mundo
Putin no se aplicó la Sputnik V porque no es recomendable para mayores de 60 años
VACUNA RUSA
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, prometió que se vacunará “sin falta, apenas sea posible”, contra la covid-19, en su tradicional rueda de prensa anual, que este año se celebra de manera telemática debido a la pandemia del coronavirus.
“Yo atiendo a las recomendaciones de nuestros especialistas y por eso por ahora no me he puesto la vacuna, pero lo haré sin falta cuando sea posible”, dijo el jefe del Kremlin al contestar a una pregunta sobre si había vacunado.
Explicó que la vacuna que se emplea en la campaña de vacunación el país, la Sputnik-V, está aprobada para un determinado grupo de edad, de 18 a 60 años: “A la gente como yo la vacuna todavía no llega”, dijo Putin, que el 7 octubre pasado cumplió 68 años.
Según declaraciones que reproduce Bloomberg, algunos insumos necesarios para fabricar la vacuna escasean, por lo que la producción se encuentra también demorada.
Indicó que la pandemia de covid-19 ha causado un “mar de problemas”, que Rusia -subrayó- “ha afrontado con dignidad”. “En parte, quizás, mejor que en otros países que con razón están orgullosos de su economía y del desarrollo de sus servicios sociales y sistemas sanitarios”, agregó el presidente ruso.
Destacó que “en el mundo no había ningún sistema sanitario preparado” para hacer frente a la pandemia del nuevo coronavirus y que el sistema ruso “resulto más eficaz en comparación con los de otros países”.
Además indicó que si al comienzo de la pandemia contra el coronavirus luchaban 8.300 médicos, actualmente son 150.000 gracias a los programas de perfeccionamiento y a la readecuación de los hospitales para tratar a los pacientes con covid-19.
En este sentido, destacó la capacidad de Rusia para “movilizar recursos rápidamente”. A día de hoy en Rusia han muerto 49.151 personas de covid-19 y el país, con un total de más de 2,7 millones positivos por coronavirus, ocupa el cuarto lugar en el mundo por número de contagios detrás de Estados Unidos, la India y Brasil.
Fuente: infobae.com
Se produjo una caída generalizada de varios servicios de Google, y desde el navegador por ejemplo es imposible para los usuarios acceder a servicios como Gmail o YouTube, que dan como respuesta un error 500.
La incidencia afecta aparentemente a usuarios de todo el mundo tanto en ordenadores de sobremesa y portátiles como en móviles. No es posible acceder a servicios como Gmail, Calendar, Docs o YouTube, aunque otros como Translate o Maps parecen seguir funcionando.
Servicios como DownDetector que permiten comprobar el estado de diversos servicios en internet gracias a los informes que envían y comparten los usuarios muestra problemas en servicios como Gmail, aunque de momento la mayoría de problemas parecen registrarse en Europa, con algunas zonas en Japón, India y la costa este de Estados Unidos también mostrando incidencias.