Los líderes de los insurgentes iraquíes que se enfrentan al ejército de Estados Unidos en la ciudad de Faluya pusieron como condición para que haya un cese el fuego la retirada de los estadounidenses de sus posiciones alrededor de la ciudad.

La oferta tuvo lugar tras horas de negociaciones entre los insurgentes sunitas y una delegación de más de otros 30 iraquíes, entre ellos clérigos y miembros del Consejo de Gobierno de Irak designado por EE.UU. Un portavoz del Partido Islámico Iraquí, Qahtan al-Rubaie, dijo que se había pedido a las fuerzas de ocupación estadounidenses que se retiraran a posiciones situadas a unos cinco kilómetros de Faluya. Horas antes, el brigadier general estadounidense Mark Kimmitt dijo que si las negociaciones no conllevaban a un cese el fuego, sus fuerzas continuarían con las operaciones ofensivas. Kimmitt exigió que los insurgentes depusieran las armas y entregaran a los responsables del asesinato y mutilación de cuatro trabajadores civiles de EE.UU., la semana pasada. 30 DE JUNIO A pesar de la violencia, el presidente de EE.UU., George W Bush, insistió en su alocución radial semanal que el 30 de junio será el traspaso de poder al gobierno interino iraquí, como estaba planeado. El viernes, el Consejo de Gobierno de Irak había pedido un cese el fuego inmediato entre los insurgentes de Faluya y las fuerzas de ocupación. Algunos miembros del consejo condenaron el operativo militar estadounidense. Fuentes médicas en Faluya indicaron que unas 450 personas han muerto y cerca de 1.000 han resultado heridas desde que se iniciaron los combates a principios de esta semana. Cientos de civiles han tratado de escapar de la ciudad desde que comenzaron los enfrentamientos. SECUESTRADOS JAPONESES El canal de televisión árabe Al-Jazeera dijo este sábado que los secuestradores de tres ciudadanos japoneses en Irak los liberarán en las próximas 24 horas. Los secuestradores habían amenazado con matarlos si las tropas japonesas no abandonaban Irak antes del domingo. Según Al-Jazeera, el grupo tomó la decisión como respuesta a un llamado de clérigos musulmanes. El canal agregó que los secuestradores pidieron al pueblo japonés, en un comunicado, que incremente su presión sobre el gobierno para que retire a sus soldados de Irak. Los familiares de los japoneses cautivos dijeron en un mensaje que ellos sólo estaban en Irak para ayudar al pueblo de ese país. Este sábado hubo fuertes protestas contra el gobierno japonés en Tokio, mientras el vicepresidente de EE.UU., Dick Cheney, visitaba el país. Los manifestantes pedían la retirada de los más de 500 soldados japoneses desplegados en Irak a solicitud de EE.UU. OTRAS DESAPARICIONES Mientras tanto, continúan los secuestros y desapariciones de personal extranjero en Irak. Dos oficiales de seguridad de Alemania, país que no apoyó la guerra contra Irak, se reportaron perdidos. Los oficiales, que según Berlín viajaban desde Jordania a velar por la seguridad de la embajada alemana en Bagdad, desaparecieron cuando la caravana en que se trasladaban fue atacada el miércoles. Las autoridades alemanas dijeron que no hay indicios de que hayan sido secuestrados, pero no descartaron que hayan muerto. Por otra parte, la televisión australiana transmitió imágenes de un hombre de acento estadounidense que fue tomado como rehén en un automóvil por hombres enmascarados. Se cree que el hombre fue secuestrado después del ataque a un convoy que transportaba gasolina en Abu Ghreib, en las afueras de Faluya. También se informó que dos estadounidenses se encuentran desaparecidos tras el ataque a una caravana militar en Bagdad. Los grupos insurgentes tienen en su poder por lo menos a cinco extranjeros: tres japoneses, un palestino y un canadiense de origen sirio. COMBATES EN BAGDAD En Bagdad se registraron prolongados combates callejeros entre jóvenes iraquíes, armados con rifles y lanzagranadas, y soldados de Estados Unidos. También fueron atacadas caravanas estadounidenses en la parte oeste de la capital, donde varios vehículos resultaron quemados. Además, hubo fuertes combates en la ciudad de Baquba, al norte de Bagdad, a raíz de un ataque coordinado de morteros a la estación de la policía iraquí, la oficina del gobernador y una oficina de asuntos civiles del ejército estadounidense. Horas más tarde, las fuerzas de ocupación se enfrentaron a un grupo de alrededor de cien iraquíes armados, cerca a un puente. Según el ejército de EE.UU., 40 iraquíes murieron; de acuerdo a fuentes médicas, al menos 11 de ellos eran civiles. En las afueras del pueblo de Kut, al sur de Bagdad, helicópteros estadounidenses también bombardearon posiciones insurgentes.