Los trabajadores portuarios de la Zona Europea del IDC, reunidos en Barcelona, han expresado su rechazo al modo en que la Comisión Europea de Transportes está gestando la Directiva Sobre el Acceso a los Servicios Portuarios.

El IDC lamenta la precipitación con que se está tramitando y la práctica ausencia de diálogo con las organizaciones sindicales. Para el IDC, tras este proceso subyace la intención de recortar los derechos laborales de los trabajadores y de desregular por completo el sistema portuario europeo, que quedaría en manos de las grandes navieras. Ante esta situación, los portuarios de ocho países europeos han decidido convocar un paro de 4 horas el próximo 6 de octubre con el que quieren llamar la atención sobre un proceso que repite los mismos errores que la anterior Directiva, rechazada en el Europarlamento Europeo en noviembre de 2003. A pesar de que ni siquiera han transcurrido dos años desde el rechazo de la primera Directiva, la Comisión Europea de Transportes ha decidido acelerar el proceso de tramitación del nuevo texto, que a juicio de los trabajadores repite los mismos errores de génesis que la anterior: la falta de diálogo social y la precipitación. Los portuarios reunidos en Barcelona han lamentado este hecho y han reiterado su disposición a dialogar para lograr un alto grado de consenso. El IDC, parte de una premisa básica, como se ha encargado de recordar su Coordinador General, Julián García: “Ninguna transformación del sistema portuario puede hacerse de espaldas a los trabajadores. Tienen que escucharnos”. LA “AUTOASISTENCIA”: INACEPTABLE BAJO CUALQUIER FORMA Así, a pesar de que el texto propuesto por el ponente, el alemán Georg Jarzembowki, suprime el concepto de “autoasistencia”, se ha dejado la puerta abierta a que sean los Estados miembros quienes la introduzcan, lo que supondría una grave amenaza para la profesión portuaria en todos los puertos de Europa. Para los trabajadores, el hecho de que los Estados puedan introducir la “autoasistencia” abriría la caja de los truenos del “dumping” social y se traduciría en un recorte de las condiciones laborales que acabaría por desmantelar el actual sistema portuario. El IDC quiere que sea cual sea la legislación que rija en los puertos europeos, se respeten los requisitos de contratación de personal, la aplicación de la legislación laboral y los convenios colectivos. Es decir, que se adopten las medidas oportunas para que los derechos laborales de los trabajadores queden protegidos, lo que para el IDC siempre redunda en beneficio del propio sistema portuario. Además, el IDC pide que se defina con claridad quiénes pueden ejercer como trabajadores portuarios, lo que debería conducir a una habilitación profesional y al reconocimiento efectivo de la profesión portuaria en todo el ámbito de la Unión Europea. Los delegados de la Zona Europea del IDC también se han mostrado muy preocupados por el hecho de que se deje la puerta abierta a que se incumpla la legislación de prevención de riesgos laborales. En esta línea, a los trabajadores les preocupa sobremanera que el texto de la Directiva permita a las empresas que acometan la construcción de un puerto fijar sus propias condiciones laborales. Para el IDC esto conduciría inexorablemente a un sistema basado en la competencia desleal a partir de un recorte generalizado de los derechos de los trabajadores. PARO DE 4 HORAS EL 6 DE OCTUBRE El grado de preocupación de los trabajadores se ha reflejado en la convocatoria de un paro de 4 horas para el próximo jueves 6 de octubre. Con esta medida, los portuarios europeos quieren llamar la atención sobre un proceso, el de elaboración de la Directiva, que juzgan muy negativo. El paro afectará a los principales puertos de los países que integran el IDC en Europa: Chipre, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Italia, Portugal y Suecia. A la reunión de Barcelona asistieron delegados de los puertos del Segdamelin Peo chipriota, de La Coordinadora española, del LAB vasco, de la CGT francesa, del Sindicato de Trabajadores del Puerto de El Pireo, de las Compañías Portuarias de Génova y Civitavecchia, de la Federación Nacional de Trabajadores de los Puertos de Portugal y las islas de Madeira, y del Sindicato Sueco de Trabajadores Portuarios. Únicamente se ausentaron los delegados del puerto esloveno de Koper y del italiano de Savona, aunque presumiblemente también apoyarán las medidas que adopte el IDC. Los delegados presentes en Barcelona esbozaron la estrategia conjunta que, a partir de ahora, establecerá el IDC en el proceso que está siguiendo la Directiva Europea hasta su aprobación o rechazo por parte del Europarlamento. De hecho, la reunión de la Zona Europea del IDC ha servido para poner de manifiesto la firme voluntad de los trabajadores de defender la profesión portuaria mediante el respeto de las legislaciones laborales y de prevención de riesgos. El IDC quiere fomentar un diálogo franco con los demás agentes implicados en la elaboración de una Directiva que sólo podría llegar a ser viable desde la base del consenso. Ésa va a ser la línea de trabajo del IDC en los próximos meses.