“Las banderas negras”, que se atribuyen la captura de siete extranjeros en la región, eligieron a un dignatario religioso local para negociar con la empresa kuwaití que emplea a las víctimas. Australia no retirará sus tropas. Mientras continuaban los intentos para liberar a los ocho extranjeros capturados por insurgentes, quienes emitieron un nuevo plazo de 48 horas exigiendo que presos iraquíes sean liberados de cárceles de Kuwait y EE.UU., la cadena de televisión árabe Al-Arabiya informó esta noche que el grupo que retiene a siete de las víctimas designó a un dignatario religioso local para negociar en su nombre con la empresa que emplea a los secuestrados. (Infobae)

La cadena indicó que había recibido un comunicado de “Las banderas negras”, un grupo hasta ahora desconocido, que afirma haber designado al jeque Hicham al-Dulaimi para “negociar en su nombre con la compañía kuwaití que emplea a los rehenes y con las embajadas respectivas”. Este grupo secuestró a siete camioneros (tres indios, tres keniatas y un egipcio) que trabajaban para la empresa Kuwait and Gulf Link Transport, a la que pidió que se retirara de Irak porque en caso contrario los rehenes serían decapitados a un ritmo de uno cada 72 horas. La cuenta atrás comienza el lunes a las 16H00 GMT, cuando expira un ultimátum dado por el grupo. La tribu de los Dulaim, a la que pertenece Hicham al-Dulaimi, es una de las más importantes en Irak y está establecida en la provincia sunita de al-Anbar, que reagrupa las regiones rebeldes de Faluya y Ramadi. AUSTRALIA NO CEDE En tanto, Australia anunció hoy que no retiraría sus tropas de Irak pese a las amenazas de atentado una rama de Al Qaeda en Europa. Es que durante el fin de semana, una organización que se autodenomina Grupo Al Tawhid islámico advirtió en internet que cometería atentados con coches bomba en Australia e Italia si estos dos países no retiraban a sus soldados de Irak. Las declaraciones oficiales australianas se produjeron poco después de que se llevara a cabo una operación del ejército estadounidense en la que 15 personas fueron detenidas y se descubrió un escondite de armas en Mandalay, al este de Baquba, cerca de la frontera iraní. Se sospecha que el escondite pertenece a la red del terrorista jordano Abu Mussab al-Zarqaui, jefe del grupo “Tawhid wal jihad” (Unificación y guerra santa) ligado a Al Qaeda, agrupación varios ataques a fuerzas iraquíes y efectivos norteamericanos en Baquba y su región atnes de la trasferencia del poder el 28 de junio al gobierno interino de Iyad Allawi. “FILIPINAS Y MADRID INCENTIVARON A LOS TERRORISTAS” El canciller australiano, Alexander Downer, declaró que su país no cedería ante estas amenazas que, según él, derivan directamente de la retirada la semana pasada del contingente filipino de Irak a cambio de la liberación de un rehén y de la retirada de España tras los atentados de Madrid y la llegada de los socialistas al poder en marzo pasado. “Desgraciadamente, estas acciones alentaron a los terroristas a continuar con sus amenazas y hoy las recibimos; los italianos también, y los polacos y los búlgaros”, declaró a una televisión australiana. “Este grupo Al Tawhid islámico es un grupo con el que no estamos familiarizados pero sin embargo es una amenaza, es en internet, y nos lo tomamos en serio”, dijo Downer a la cadena Channel Nine. “Lo que hace es recordarnos que tenemos que estar absolutamente determinados frente a las amenazas terroristas para asegurarnos de que no cedemos a estas amenazas (…) Tenemos que resistir a esta gente porque sino les damos poder”, agregó. Los servicios de seguridad polacos declararon la semana pasada que el grupo que profirió las amenazas era próximo al terrorista jordano Abu Mussab al Zarqaui. La organización declaró en su último mensaje que si Australia no retiraba a sus soldados de Irak, “haremos temblar el suelo bajo sus pies como lo hicimos en Indonesia y las columnas de coches bomba no cesarán”, según informó Channel Nine. Los islamistas citaron los atentados de Bali que causaron más de 200 muertos en octubre 2002, de los cuales 88 eran australianos, como un ejemplo de la capacidad de los militantes islamistas para atacar los intereses australianos. El gobierno del primer ministro conservador John Howard envió 2.000 Soldados a participar en la invasión de Irak en 2003 y Australia tiene aún 850 hombres en la zona. La decisión fue cuestionada por una parte de la opinión pública y la oposición laborista prometió una retirada antes de Navidad en caso de victoria en las elecciones legislativas previstas para octubre o noviembre próximos. Las declaraciones del canciller Downer coinciden con la exhortación del primer ministro iraquí, Iyad Allawi, a las autoridades egipcias a que no renuncien a participar en la estabilización de Irak tras el secuestro de uno de sus diplomáticos. De gira por varios países, el primer ministro interino iraquí, Iyad Allawi, llegó hoy a Beirut en una visita cuyo propósito es impulsar la cooperación enter ambos países en cuestiones de lucha antiterrorista. No obstante, otro de los objetivos de Allawi sería recuperar unos 500 millones de dólares supuestamente deposittados en bancos libaneses por altos funcionarios del derrocado régimen de Saddam Hussein. Allawi es también esperado a comienzos de agosto en Kuwait donde, según fuentes policiales, la policía descubrió unos documentos que mencionan un proyecto de asesinato contra él planificado para el 2 de agosto, fecha que conmemora el 14 aniversario de la invasión de Kuwait por las fuerzas de Hussein. EL PROBLEMA ES LA INSEGURIDAD INTERNA En el marco de la creciente ola de ataques y secuestros protagonizados por distintos sectores de la resistencia iraquí, el enviado especial de las Naciones Unidas (ONU) para Irak, Lajdar Bahimi, afirmó hoy que el principal problema de este país es la grave inseguridad interna. Según Bahimi, la prioridad “para los iraquíes es que puedan cuidar de sí mismos”, dijo el diplomático, quien aseguró que el objetivo de la ONU es que las fuerzas de seguridad locales puedan funcionar con plena autonomía. “Cuanto antes funcione la policía y el ejército, mejor para la gente”, dijo el diplomático, quien, además, anunció que su intención es convocar a una “conferencia de reconciliación” con la presencia de los países vecinos de Irak.